Viviendo Entre Bestias

6 - Hematofobia

Capítulo Seis

"Hematofobia"

***

—¡Cielos! Elena ¿Estás bien?— Liam me sostiene, intento levantarme.

—¡¿Qué fue eso?! — Pregunto asustada, él toma mi mano pero no me deja pararme.  Miro el espejo hecho añicos. 

—Este lugar es muy viejo, se cae a pedazos— Liam trae una toalla rápidamente y la  pone sobre mi mejilla. Me aparté un poco de él —Tienes sangre— Dijo al ver que no quería que me tocara. 

—Mi brazo... duele— Dije sintiendo un horrible ardor en él.

—¡Oh cielos!— al mirarme, entendí su expresión. Tenía dos pedazos de espejo clavados en mi. Las puntas hundidas en mi carne y la sangre fluía por las heridas. 

—¿Me los puedes sacar? — Me quejé. me estaba comenzando a marear. —Liam... Creo... Que me... Voy... me voy a desmayar— balbuceo tontamente. 

—Si, respira. Tranquila. —Siento  cuando quita los trozos de cristal.
Cierro los ojos y aprieto los dientes con fuerza soportando el dolor. Aún así no puedo evitar dar un pequeño grito.
—No te preocupes, Te llevaré a la enfermería— dijo ayudándome a pararme con cuidado.  Presionó la toalla en mí piel para no desangrarme en el camino pero antes de que podamos salir veo a Jacob y James entrando al baño muy despreocupados. 

Vi el momento exacto en que la cara de James se volvió aterradoramente extraña.  
Se puso aún más pálido de lo normal y sus ojos fríos y desorientados. 
Cómo los de un venado encandilado por las luces de un coche.

Jacob corre hacia nosotros.

—¿Qué pasó?— preguntó pero, yo estaba muy concentrada en cómo me miraba James, como si fuera a echar sus intestinos por la boca.

—Hay que llevarla a la enfermería— Liam me ayuda a caminar, aunque no lo necesito yo estoy bien. —Encárgate de él— le ordena a Jacob, quien aparta al rubio de mi camino.

James solo está petrificado en medio de la puerta. Jacob lo sostiene con firmeza antes que se desmaye.

Al parecer no era la única que no le gustaba la sangre. 
 
Liam me conduce hasta la enfermería.  Algunos alumnos ya estaban levantados por lo que vieron mi drama. 

—Mi segundo día aquí ya estoy en la enfermería— digo mientras la enfermera sutura mi herida del brazo. Hago muecas de dolor cuando la aguja atraviesa mi carne.

—Tú sí que sabes dar una primera impresión— dice Liam sonriendo.  

—No hacía falta que te quedes — Digo mirando al chico. Este sonríe.

—¿Y dejarte sola sangrando por todo Archer Ross? ¿Qué clase de amigo haría eso ?—

—No somos amigos. — Digo sin darme cuenta.

—Lo seremos. — Afirma.

—Listo— La enfermera termina por fin mi tortura.
Suspiro de alivio. 

—Limpia los cortes con esto— Me entrega una pequeña botellita. — Y  no hagas fuerza— Advierte mientras me venda la herida. 

Aunque mi cara y frente tenían un par de cortes solo me pusieron dos banditas adhesivas.  

—¿Qué hay con James?— pregunté cuando volvíamos al cuarto, nos habíamos perdido el desayuno por mi culpa .

—No comprendo tu pregunta— dijo sin mirarme.