51 - Luna de las Bestias

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Algo frio cayó sobre mi frente, me toqué sin siquiera abrir los ojos, era un paño de agua.
Mi cuerpo dolía y me sentía extraña.
Abrí mis ojos pesadamente, tardé unos segundos en acostumbrarme a la oscuridad, con la debil luz de la luna que se colaba pude distinguir algunas cosas, ladee mi cabeza, estaba en una cama.
Una que no era conocida para mí.

Me puse nerviosa sin saber bien porqué estaba en una pequeña habitación precaria.

—Tranquila ángel —susurró una voz entre la oscuridad.

—¿Liam?— pregunté, él se acercó a mí con una sonrisa en sus labios

—¿Quién más que yo tiene el permiso para llamarte así?— interrogó

—Nadie— dije con voz ronca. Me dolía la cabeza. —¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos?— pregunté demasiado confundida.

—Ezra te encontró en el bosque, Sé que te debo mil explicaciones pero ahora debes decirme como te sientes— me pregunta.

¿Quien carajo era Ezra?

Imágenes golpearon mi memoria.
El animal, el monstruo, Dos criaturas peleando por quien me comía primero.
Mi cara de horror debió alertar a Liam

—Tranquila, estás a salvo. Estoy aquí— dice Ducckeyn.

—¿Me ayudas?— pedí. Necesitaba sentarme para ver mi pierna, necesitaba saber cómo estaba.
Liam me tomó de una mano, y con su mano libre tomó mi espalda y me ayuda a reincorporarme.
Estaba tapada con una manta suave color marrón, la quité de encima de mí. Pude ver que mi vestido había sido roto, le habían quitado la parte larga y exagerada, dejando solo el entrepaño, para apenas cubrirme con él.
Mi pierna tenía sangre seca, pero estaba bien.
No había herida, solo estaban las marcas pero como si habrían sido hechas hace años.

—¡Me has curado!— dije fascinada

—¿Pensaste que iba a dejarte con tu pierna así?— Liam rió.

—¿Dónde estoy? ¿Cómo llegaste aquí? ¿Y Jacob? ¿Él está bien?— interrogué, pero antes que Liam me conteste alguien entró por la puerta improvisada de esta pequeña cabaña vieja y oscura.

—Elena — Su ceño fruncido y su cara de molestia me hizo mover incómoda. —¿Estás bien ?— Preguntó con voz profunda.

—Bien... está bien— respondió Liam rápidamente y muy seco.

—¿Alec? — ¿Eres... tú? — Pregunté sin entender lo que sucedía

—¿Alec?— pregunta Liam dudoso.

—¡¡Cielos!— dije con los ojos llorosos de la emoción.
Él caminó hacia la cama, agachándose junto a mí.
Me abrazó, le devolví el abrazo tan fuerte como podía.
—Realmente eres tú— dije después de sentir su aroma a menta y pino. Mis lágrimas golpeaban mis ojos.
Estaba tan emocionada.
Él era real. Eso quería decir que no  estaba enloqueciendo.

—Lo soy Elena— dijo este sin dejar de abrazarme.
Me sentí bien, como si hubiera encontrado algo que no sabía que me hacía falta.
Era una sensación única y hermosa.

—Los dejaré solos para que hablen-
—nos separamos y miramos a Liam al mismo tiempo.
—Estaré cerca vigilando el lugar— susurró, y salió por la puerta.

—¿Cómo es posible que estés aquí? ¿has estado en el bosque todo este tiempo? ¿Cómo me encontraste? ¡¡CIELOS ESTOY TAN FELIZ!!— dije y lo abracé nuevamente.

El chico, tomó asiento junto a la cama, en un pequeño tronco de madera en el que Liam se había sentado anteriormente.

—¿Cómo te siente?—me preguntó preocupado

Viviendo Entre BestiasWhere stories live. Discover now