❀ catorce ❀

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[narrado]

—El Ignacio esta como loco, quiere venir a buscar a la Vale. —le susurró la Scarleth al oído a la Rita tratando de no sonar tan nerviosa como se sentía.

La Vale estaba sentada con la Cata, ambas hablaban tranquilamente mientras el Angel tenía a la Cata agarrada de la mano.

El Seba miraba con cariño a la Vale y a ratos se le escapaban sonrisas al verla reír, había algo en ella que lo hacía sentir como si flotara.

—¿Tanto te gusta? —le dice el Lucas en un tono en que solo el Seba pueda oírlo.

El Seba lo miro tranquilo y se encogió de hombros, no era necesario responder eso.

La Vale sintió vibrar su celular y se disculpo con la Cata al ver el nombre de su pololo en la pantalla.

Camino hacia un rincón y contesto, mientras ya sentía la tensión recorrer su cuerpo.

—¿Amor? —dice la Vale frunciendo el ceño.

—¿Dónde chucha estay? —gruñe molesto el Ignacio.— ¡Respóndeme, Valentina!

La Vale se encogió por instinto y el Seba noto ese movimiento poniéndolo inquieto a él también.

—Estoy donde una amiga. —murmura la Vale como si la acabaran de descubrir haciendo algo malo.

El Seba comenzó a acercarse lentamente viendo como cada vez la Vale se encogía y removía inquieta.

—¡La dirección, Valentina! —gruñe el Ignacio elevando cada vez más su tono.

La Vale apretó sus ojos y luego suspiro cansada.

—Hablamos mañana. —susurra la Vale tratando de acabar con la conversación.

—Vale, mi amor, porfa, me tienes preocupado. —dice el Ignacio hablándole esta vez con más suavidad.

La Vale se relajo un poco al notar el cambio de la voz del Ignacio.

—Estoy bien, nadie de aquí me va a hacer daño. —sonrío tranquila la Vale.

—Amor, porfa, ¿dónde estás? —rogó el Ignacio tratando de persuadirla para que le diera la dirección.

—Cerca de Avenida Sur con 3po. —susurra la Vale casi como hipnotizada por la voz del Ignacio.

—Mándame bien la dirección, ¿okay? —le dice el Igancio sonriendo victorioso al conseguir lo que quería.

—En un rato. —le promete la Vale cayendo otra vez por él.

—Está bien, bebé. —le dice cariñosamente el Ignacio.— Te amo mucho.

—Te amo mucho más. —le susurra sonriente la Vale antes de colgar.

Al voltear para volver junto a la Cata se encuentra con el Seba a unos pasos de ella con el rostro preocupado.

—¿Estay bien? —le pregunta el Seba con el ceño fruncido y el cuerpo levemente tenso.

—Perfectamente. —sonríe la Vale alegremente.

Y entonces el Seba cayó en cuenta de que ese hueon la tenía otra vez, la había atrapado otra vez en su telaraña.

—Eh... que bueno. —dice el Seba un poco más frío, un poco más distante.

El Seba la miro de reojo y se marchó hacia la cocina sin decir nada, su humor estaba por los suelos y ya no sentía que fuera a ser buena compañía para nadie.

La Vale se quedo estática, confundida por la actitud del Seba.

Y es que ella no notaba que él la quería.

Ámate, porfa Where stories live. Discover now