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Capitulo 46: Esto no es el final es el comienzo.

CHAAAAN CHAN CHAN, ESTE ES EL CAPITULO QUE TANTO HAN ESPERADO, ASI QUE SI TIENEN MENOS DE 13 no lo lean okno.

Ha pasado un mes, si, un mes. Comenzamos el verano, Wes y Eli están comenzando una relación.
Se podría decir que al venir aquí fue lo mejor que me ha pasado.

Los chicos se mudaran a Chicago por la universidad, serán chicos universitarios y yo iré con ellos, nunca podría separarme de ellos, el departamento estara a unas calles de la universidad para que les quede cerca, y yo comenzare una nueva escuela, el Leclare, lo se un nombre raro.

En estos momentos me estoy poniendo el vestido del baile blanco y negro, por que. Caleb queria que me ponga el mismo. El queria hacerme una sorpresa.

-Estas hermosa - dijo Marcus con ojos brillantes mientras me tomaba en un enorme abrazo.

- Gracias - dije sonriendo.

Agarré el chal que había comprado para llevar con mi vestido y lo puse sobre mi brazo.

Cuando regresé a la sala principal, los chicos estaban en fila, sonrientes y hay que aclarar que Eli tambien, pero mis ojos se sintieron atraídos hacia Caleb.
Iba vestido con un esmoquin negro, una camisa blanca y una corbata negra. Se parecía mucho a como había estado en el baile de Blanco y Negro, sólo que esta vez él estaba sonriendo.

-Te ves hermosa- dijo caminando hacia mí y dándome un beso rápido en los labios frente a nuestro atento público.
-Tú también- contesté, sin ser capaz de evitar pasar las palmas de mis manos por las solapas de su chaqueta. Podía sentir los latidos de su corazón debajo de mis manos. Latía casi tan rápido como el mío.Él extendió su brazo hacia mí.

-¿Nos vamos?
Cuando llegamos al coche, me entregó una sedosa venda negra.

-¿Te importaría ponerte esto?

-¿Vamos a algún lugar secreto?- pregunté poniendo la venda sobre mis ojos.

- No, pero no quiero que lo veas hasta que lleguemos allí.

No creo que nos llevara mucho más de diez minutos antes de detenernos por completo.

Caleb me pidió que me quedara cuando él salió del coche. Abrió la puerta de mi lado y me ayudó a guiarme hacia fuera. Lo único que podía oír era el sonido del océano y mis pies hundiendose en la arena.
-Está bien, mantén los ojos cerrados mientras saco la venda de tus ojos- ordenó.

No pude evitar sonreír. Podía escuchar la emoción en su voz, pero también había un matiz de
incertidumbre, como si tuviera miedo de que no me gustara lo que él había hecho.
Una vez que me quitó la venda de los ojos, Caleb me susurró al oído:

-Está bien, abre los ojos.

Cuando abrí los ojos, pensé que podría haber entrado en uno de mis sueños. Estábamos de pie en medio de una réplica exacta del baile de Blanco y Negro excepto que todo se había establecido en el medio de la playa . A nuestros pies había baldosas blancas y negras como las que habían reunido para la pista de baile en el baile.

-¿Cómo hiciste todo esto? - pregunté, sorprendida por todo el trabajo que Caleb tenía que haber hecho en tan corto período de tiempo.- ¿por qué te tomaste todas las molestias?

Caleb puso sus brazos alrededor de mi cintura, sosteniéndome cerca.

-Porque nunca llegamos a bailar.

Casi me puse a llorar. Era una cosa tan sentimental que hacer.

-Gracias- dije mirando al amor de mi vida -Gracias por darnos esto.