Entre Amores y Corsarios // Serie Lodwig #3

Capitulo 7

Una semana después
Margaret

-¡No puedo creer lo que estás haciendo, Margaret!- Declaró Isadora con algo de euforia, agitó las manos en un gesto evidente de emoción.

-¡Shh! ¡Calma! Baja la voz, mi tía podría escucharte- Le dije intentando calmar su enardecimiento, miré hacia la puerta, lady Beatrice era impredecible, pero no de muy buena manera.

-Lo siento... es que es emocionante, disculpa si no puedo contenerme. ¿Estás teniendo una aventura con otro hombre que no es tu prometido?- Pregunta bajando un poco el tono de su voz sin reducir el asombroso tamaño que sus ojos habían tomado apenas mencioné la existencia de sir John Gladow. Sé que mi rostro expresa mucha ansiedad ante su disparatado comentario, temía que secretamente, las paredes tuviesen ojos y oídos.

-¬Claro que no! ¡Ninguna aventura se ha producido!... - Sin darme cuenta, yo misma estaba alzando la voz más de lo que debería, regulé mi respiración y junté las manod sobre mi regazo- ¡Diablos! No llegamos a esas instancias por que apenas sí lo conozco y sé un par de cosas sobre él, es apuesto, no hay forma de negarlo, pero sábes de lo que soy capaz de hacer y de lo que no- Exclamo, justificando mi decencia y el orgullo que luchaba por mantener.

-Bien, al menos dime su nombre- Rueda los ojos y sonríe de lado, algo que hacía cada vez que se impacientaba.

-Sir Jhon Gladow, un corsario- Aclaré, algo tímida, revelar ante mi amiga el nombre de aquél joven que me atraía tanto suponía algún riesgo, pero sabía que podía confiar plenamente en ella.

Isadora Lovewell, mi mejor amiga desde niñas, cuando mi padre se había asociado con lord Lovewell, un exitoso empresario de Worcester; ahora mismo tenía dieciocho años, estaba comprometida y pronta a casarse, era extrovertida, hermosa y curiosa, no había podido evitar contarle sobre Jhon Gladow, en aquella ocasión en que me vino a visitar.

-¡Oh! He escuchado un poco de él, dicen que ha recorrido mucho océano y que es un corsario reconocido, aunque muy joven- Me sorprendí por que antes de conocerlo, yo no había escuchado de él.

Alguien golpeó la puerta de mi alcoba con la mano, yo no había pedido nada por lo cual asumí que probablemente se tratase de mi tía.

-Adelante- Mi amiga se quedó en silencio en el tiempo en que una sirvienta entró, realizó una pequeña reverencia y me entregó una carta.

-Disculpe señorita Lodwig... Lady Lovewell- Se disculpa y mueve la cabeza en dirección a mi amiga. Ella realiza un gesto con la cabeza- Ha llegado una misiva proveniente de la mansión Emercy- Aclara, para luego reverenciarse y retirarse al instante.

-¿Mansión Emercy?... ¡Oh, no!- Exclamé sin ánimos, luego de recordar el apellido de mi "prometido". Si se allí provenía no dudaba, estaba segura de que no sería nada bueno ni grato para mí.

-¿La mansión de tu prometido? Abre ese sobre y lee la carta en voz alta Margaret- Pidió Isadora juntando las mano sobre su pecho. Pero yo no quería que se burlase de mí y mis desgracias, y si esa carta traía consigo palabras atrevidas o depravadas no deseaba que ella las oyese.

-Prefiero no hacerlo y botarla a la basura, directamente.

Observé el sobre blanco y nuevo con fastidio, en uno de los extremos se leía:

"Mansión Emercy"
14 de junio de 1796

Abrí el sobre y saqué la misiva de su interior, dudé un momento, quería resolución y claridad, tal vez esa carta me comunicaba el fín del compromiso. Esas posibilidades eran inspiracionales, pero poco probables.
Quizá lord Henry había puesto fecha para la boda o algo que a mí, no me agradaría para nada.