Capitulo 2

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Margaret

"Queridísima hermana"

Por sobre todas las cosas, debes ser fuerte, querida, debes luchar por lo que crees correcto y no rendirte por nada del mundo. Lamento que no sean de tu agrado los planes que nuestra estimada tía y nuestra madre tienen para tí, sé que ella ha dado su consentimiento.

Pero así somos las mujeres, esta sociedad no nos resulta placentera, no nos conforma en lo absoluto y solo por eso, la odiamos en parte. Pero siempre hay un lado agradable.

Considero injusto lo que nuestra madre y nuestra tía han decidido. Ella ya nos ha contado e incluso nos ha leído las cartas de lady Beatrice. Chloe y yo, nos casamos por amor, con los hombres que elegimos y somos inmensamente felices porque supimos cómo superar los obstáculos, tú tienes el derecho de hacerlo también pese a tu edad, no eres muy mayor y aún puedes elegir un marido correcto. Te comprendemos.

Yo te apoyaré siempre en todas tus decisiones.

Intenté hablar con nuestra madre pero ella no quiere desistir, insiste en que debes casarte ya y que estás algo atrasada, que estarías en edad de procrear y tener una familia, incluso. No escucha razones.

Recuerda que Chloe y yo te apoyamos, hermana, no desistas por lo que quieres.

Te quiero.

Lady Natalie Lodwig
Destinatario: Lady Margaret Lodwig

La verdad de las cosas, era esa.

Mi futuro y mi dignidad corrían peligro bajo las decisiones injustas de otras personas que querían decidir por mí. Maldije para mis adentros y cuestioné las medidas que mi tía quería tomar, ¿qué podía hacer yo para evitar cualquier tipo de compromiso?
No encontra muchas opciones y eso me frustraba; pensaría en que la única variable sería arrojarme por el balcón de mi alcoba pero no quería morir. Yo quería vivir mi vida, ¿porqué mi tía no podía entenderlo?

¿Como era lo suficiente mayor para casarme, no era lo suficientemente mayor como para decidir?

Tenía lógica pero Beatrice no lo aceptaría y pondría otras tantas excusas.

Por otro lado, se encontraban mis ganas de vivir la vida a mi modo, recorrer distintos caminos y sentir la libertad de poder elegir, encontrar el amor, o quizá no, quizás jamás encuentre el amor pero aún así estaría bien e intentaría ser feliz. Odiaba las ataduras y las obligaciones, si yo pudiese decidir no tendría ninguna. Estaba segura de ello.

Arrojé la carta sobre la cama y salí de mi alcoba a toda prisa, no me importaba que las puntas del vestido pudiesen ensuciarse, no quería preocupaciones. Corrí y corrí hasta llegar al portal del jardín y allí salí, sentí como el sol golpeaba mi rostro, y su calor llenaba mi cuerpo de vitalidad. Sentí distintos aromas, de hierbas y flores, y cerré los ojos, deseando solo desaparecer.
El calor de los rayos solares se abrió paso en mi cuerpo y ya no quize abrir los ojos, extendí los dedos de mis manos y agradecí que el vestido que esa mañana había escogido era suficientemente liviano como para permitir que cierta brisa se colase por él.

Quería vivir, vivir y sentir como la vida me llevaba a distintos sitios. Y ser feliz y libre.

Pero no dejaría que un horrible matrimonio arruinase todos mis planes.

***
Seis días después
Margaret

Yo sabía que esto era demasiado bueno para ser verdad. Tomé un sorbo de mi té de manzanilla y volvía mirarla con cierta incredulidad.
Mi tía no había hablado del compromiso durante seis cortos días, hasta hoy y tampoco yo lo había mencionado. Ni tenía intenciones de recordarle el asunto.

Entre Amores y Corsarios // Serie Lodwig #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora