Capítulo VIII

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HOLA A TODOS!!!

DESPUÉS DEL ÚLTIMO CAPÍTULO ESPERO QUE ÉSTE CONSIGA ACLARAROS UN PAR DE COSITAS AL MENOS!!

QUIERO AGRADECEROS A TODOS LOS QUE LEÉIS ESTA HISTORIA PORQUE A PESAR DE TENER MUY POCOS CAPÍTULOS SUBIDOS YA SUPERA LAS 100.000 VISITAS! :-)

NO SABÉIS COMO DISFRUTÉ DE VUESTRA SORPRESA JIJIJIIJII

¡¡¡¡¡BESOTES ENORMES!!!!

***

Liseth se tragó las palabras que pugnaban por salir al ver como Thomas miraba a su padre y como éste le correspondía con sorpresa y temor.

Era el primer contacto entre ellos y el tiempo se detuvo, su respiración se congeló esperando no ver rechazo en la mirada del hombre. Ansiando que por fin, se acercara al hijo que por tanto tiempo había ignorado.

- ¿Cómo se llama?.- Damon apenas podía pronunciar las palabras. Tenía la garganta seca.-

Ella estuvo a punto de gritarle que debería de saberlo. Era su hijo, pero volvió a controlarse para evitar que el niño se asustara.

- Thomas. Qué lastima que no puedas retener ni siquiera su nombre.- No pudo contenerse pero su tono era dulce como la miel al contrario de la mirada colérica que le dirigía mientras cambiaba el peso de su cuerpo al otro pie para que descansara el que tenía lastimado.-

Damon sólo pudo asentir. Era tan parecido a él cuando era pequeño que no cabía duda alguna que era su hijo. Tragó con fuerza pero fue incapaz de hacer nada más.

Recordaba el cuadro que presidía uno de los salones de su hogar. Era un retrato familiar y él podía tener una edad aproximada al pequeño que lo miraba con curiosidad infinita. Si no supiera que era él mismo el que había posado hacía muchos años ya para el pintor, pensaría que era ese niño de rizos dorados el que lo había hecho.

- ¿Es mi hijo?.- No pudo evitar preguntarlo. Tenía que escucharlo.-

- ¿Qué clase de pregunta es esa?.- Liseth entrecerró los ojos dispuesta a la batalla que se avecinaba.-

-¡Claro que es tu hijo!.- Pru no pudo contenerse por más tiempo, a pesar del cariño que le profesaba a Damon en esos momentos no le tenía especial apego. Expulsaba a su mujer, no reconocía a su propio hijo. ¿Estaba loco?.- Yo misma te pregunté este mañana si lo habías visto y contestaste que sí. ¿Qué locura es esa de preguntar si es tu hijo?.- Bufó palmeando la colcha y el perro apareció de no se sabe dónde, saltó y se acomodó junto a su mano.-

Damon reaccionó y enfrentó a su tía.

- Pensaba que hablabas de ese adefesio de animal.- Dijo mirando al perro que gruñó roncamente al posar los ojos en él.- Le llamaste Thomas y después me preguntaste sí lo había visto. ¿Cómo demonios iba a imaginarme que me preguntabas por él?.- Señaló al niño que se retorcía en los brazos de ¿su madre? queriendo bajar al suelo.- ¿Porqué, en nombre de San Eustaquio, alguien le pondría el mismo nombre a un maldito chucho y a un crío?.-

Trataba por todos los medios comprender todo aquel lío pero tenía demasiados frentes abiertos. Una mujer, que podía ser la madre del niño, que decía ser su esposa. Un hijo que aparecía de la nada. Ambos viviendo en casa de su tía y él sin tener la menor idea de todo ello. ¿Porqué le había ocultado su existencia?. En algún momento tendría que averiguarlo si ella permanecía en aquella casa. ¿Porqué no se lo había dicho?.¿Porqué insistía su tía que era su esposa?.

Liseth se apresuró a aclararle su pregunta pero lo hizo a regañadientes.

- Tiene un explicación. El perro llegó hace unos meses y Thomas - Miró al niño para que no hubiera dudas de a quien se refería.- por aquel entonces apenas sabía decir alguna que otra palabra. Su nombre y poco más.- Le acarició los rizos y su hijo rió.- Nos dimos cuenta que cada vez que pronunciaba su nombre el perro acudía y como el niño lo llamaba de esa forma no encontramos motivo para no hacerlo nosotros también.-

Saga Londres 3 " Atrapado en ti "Where stories live. Discover now