Capítulo VI

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Se apartó el pelo de la cara mientras corría a través del pasillo huyendo del que se había atrevido a meterse en su cama.

Miró hacia atrás esperando que saliera por la puerta de la habitación y comenzara a perseguirla para terminar con lo que había empezado. Sin duda alguna lo había sorprendido con su golpe porque aún no se escuchaba signo alguno de persecución y esperaba que, como mínimo, le dejara un doloroso recuerdo de aquella noche.

Cuando estaba a punto de alcanzar las escaleras se dio cuenta que estaba medio desnuda y con un grito sofocado, cambió de dirección y se metió en la primera habitación que encontró para buscar algo con lo que taparse. Sus ojos volaron hacia la colcha de la cama y la arrancó de un solo movimiento, pero el tejido era demasiado pesado y la desechó lanzándola sin miramientos al suelo para tirar con fuerza de la sábana y envolverse en ella.

¿Qué más daba si llevaba o no ropa encima?. Lo primordial era avisar a los demás habitantes de la casa para que pudieran echar al intruso o huir en el caso que fueran muchos. Había perdido un tiempo valiosísimo por su estupidez y no se lo perdonaría si por ello alguien resultaba herido.

Se asomó con precaución a la puerta de la habitación para cerciorarse que no había nadie y corrió de nuevo hacia la planta baja procurando no pisarse la sábana que le iba arrastrando e impedía que sus pasos fueran más veloces.

Las habitaciones de Minny y Ginny se encontraban en el otro ala, así que decidió ir primero hasta las que ocupaban los señores Copton y Aaron que estaban junto a la cocina.

El silencio de la casa hacía que escuchara cada jadeo y cada sollozo que emitía. ¿Y si les había ocurrido algo espantoso? ¿Y si era demasiado tarde?. Pensó en Lady Pru, pero ya no podía volver a subir para avisar a la dama. Si conseguía ayuda subiría con el rifle de caza y así podrían defenderse. Pensó en Thomas y el corazón le paltpitó más deprisa debido a la angustia. Agradeció que se encontrara en el cuarto de las muchachas, en esa ocasión había querido dormir con ellas. Cada noche lo hacía en un lugar diferente y se alegró de que esa vez no estuviera durmiendo con en su habitación.

Abrió con cuidado la puerta de Aaron sin estar muy segura de que iba a encontrarse. Era absurdo llamar porque si alguien se encontraba dentro abriría y la atraparía, así que lo mejor era mirar primero y salir corriendo después si era necesario. A estas alturas ya dudaba seriamente de que alguien más estuviera rondando porque si fuera así se hubieran escuchado algún tipo de sonidos, así que solamente debía ser uno y ella había tenido la mala suerte de que se metiera en su habitación.

¿Lo habría matado del golpe o yacía inconsciente sobre su cama?. Tenía que darse prisa e intentar atraparlo antes de que escapara.

Miró en el interior de la habitación preparada para huir si ese fuera el caso pero nada le pareció sospechoso en su interior así que abrió los ojos aún más, como si eso le permitiera ver mejor, y fijó la mirada en el bulto que se veía encima de la cama. Aaron parecía dormir ajeno a todo lo que estaba sucediendo. Elevó un plegaria en agradecimiento a que nada le hubiera ocurrido mientras se acercaba con mucho sigilo a su cama.Extendió una mano para despertar al muchacho a la vez que se inclinaba sobre él y escuchó un grito que la hizo caer de espaldas del susto.

- ¡ Por todas las almas del purgatorio!.- Aaron brincó de la cama con el corazón encogido por el susto.-

- ¿Qué ocurre? ¿Porqué gritas?.- Liseth se levantó a duras penas mientras se pisaba una y otra vez su improvisada vestimenta.- Tenemos que guardar silencio Aaron, han entrado en la casa y.....-

- ¿Liseth?¿Eres tu?.- Preguntó aliviado sentándose en la cama de un golpe.-

- ¿Y quien creías que era?. ¿La reina?. Escúchame bien...-

Saga Londres 3 " Atrapado en ti "Where stories live. Discover now