Capítulo 43

2K 141 19
                                    

Era más de medianoche y aún estaba despierta. Matthew me había convencido para tomarme un café que sabía a rayos, ya que era la única forma de seguir leyendo aquel libro que había cogido prestado de la biblioteca de Kartain Cross.

Después de la conversación con Raira y el cazador de los tatuajes, nuestras mentes estaban inquietas, habíamos descubierto nuevos datos de los vampiros y queríamos de alguna forma "contrastar" esos datos con los libros.

— ¿Se puede saber por qué ese libro de título aburrido "Simbología del cristianismo" te interesa tanto? —preguntó Matt rompiendo el silencio.

Levanté la vista y lo miré tras unos minutos.

— Estoy buscando respuestas, alguna pista que indique que la leyenda de la dhampira o en su defecto, esa asociación cristiana existe —bajé la voz a pesar de que allí solo estábamos la bibliotecaria, mi amigo y yo.

— Estás obsesionada con ese extraño símbolo que viste... —lanzó un suspiro— Si Iulian te ha dicho que es peligroso deberías hacerle caso... es una de las pocas personas que nunca miente. O casi nunca. —agregó con voz neutra.

Negué con la cabeza.

— No... algo me dice que hay algo más... Y si nadie me da las respuestas que necesito, tendré que encontrarlas por mi cuenta.

Aquella convincente frase había sonado a película de superhéroes y a pesar de que seguía intentando conocer algo más de la persona encapuchada, una pequeña parte de mi mente me decía que allí no iba a encontrar ninguna clase de pista.

— Maldita sea —recordé el ataque en Moscú— aquella persona desprendía un aura tan extraña... sus movimientos eran demasiados veloces para ser un humano, sus golpes eran tan certeros... tengo que averiguar quién es.

— Anna —Matthew me sacó de mis pensamientos— Deja ya el misticismo... de lo que debes preocuparte ahora es de si te va a quedar marca de la herida por ese asqueroso chupasangre —su voz tenía un deje molesto que no supe cómo interpretarlo, no tenía ningún motivo para enfadarse, o eso creía.

Cerré el libo y lo miré sin saber.

— ¿A qué viene eso ahora? —de reojo observé el vendaje alrededor de mi muñeca izquierda— Si hay suerte, apenas se me verá la cicatriz, pero no me importará... ya que me hará recordar el sacrificio que hice por Raira.

Matthew lanzó un bufido.

— Definitivamente hay que estar loca de remate y desesperada por conseguir a través de esos medios respuestas tan poco concluyentes —levantó una de las hojas y la zarandeó, perdiendo la paciencia.

Le dediqué un intento de mirada fulminante.

Ahora era la que me estaba empezando a cabrear era yo. No tenía ningún derecho a reprocharme nada. Él apenas se había esforzado por conseguir información de la misión, ya que en ningún momento había querido inmiscuirse en dicho asunto y, justo ahora me estaba juzgando que era una loca desesperada por haber entregado sangre a un vampiro a cambio de unas cuantas palabras.

Aunque... pensándolo de ese modo, lo era por mucho que me doliera.

— Pues gracias a eso, Raira ha conseguido saber os autores del ataque para detenerlos a tiempo, quién está detrás del asesinato de Katya y un permiso de dos días libres para descansar y resolver asuntos personales —respondí con orgullo intentando hacer por todos los medios que sintiera envidia— ¿Y tú? ¿Qué has hecho tú por la misión?

Sus ojos, que parecían más verdes que nunca miraron hacia otro lado.

— Yo al menos no he caído tan bajo y he dejado que un vampiro me hiciera un transfusión —concluyó como respuesta a mi pregunta.

La Cazadora de Vampiros © #TCE2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora