Capítulo 19

14.3K 1K 74
                                    

Después, nos marchamos de aquel callejón y estuvimos paseando durante varios minutos por la Avenida Nevsky. Estuvimos charlando de cosas sin importancia hasta que decidimos que era hora de irse. Matthew accedió a acompañarme en el metro y al estar junto a él, el viaje no fue tan aburrido.

-   No puedo creer que me acompañes.

-   Oh, bueno, solo lo hago para no ponerme a estudiar.

-   ¿Temario atrasado? –dije a modo de pregunta.

-    Demasiado.

Puse los ojos en blanco.

Cuando el metro paró en la tercera parada, ambos nos levantamos de nuestros asientos y rápidamente bajamos, para continuar en la otra línea. Sin embargo, en un momento de esos donde yo esquivaba a las personas en medio del andén, sentí algo extraño, como si hubiera algo cerca.

Aquella presencia imponente y poderosa se fue haciendo más fuerte conforme avanzaba y supe que aquello no me lo estaba imaginando. Mis cinco sentidos se pusieron alerta y sentí como el miedo volvía a mí otra vez. Giré la cabeza y me di la vuelta rápidamente y busqué con la mirada a aquel sediento de sangre, pero no vi nada.

<< VAMPIRO >>

En un fugaz movimiento, distinguí una sombra desaparecer detrás de un hombre mayor. No lo dudé, eché a correr, empujando a las personas e ignorando la llamada de mi amigo. Corrí y corrí deprisa pero acabé en mitad de la nada, dando vueltas en círculos y sintiendo las miradas de la gente.

Di una última vuelta a mí alrededor, mirando con nerviosismo intentando distinguir algo entre la multitud, pero no parecía haber nadie. Maldije en voz baja y chasqueé la lengua en señal de disgusto.

Aquel vampiro se había escapado.

De pronto, alguien me cogió del brazo y lancé un grito ahogado. Enfoqué la vista y vi como unos ojos marrones familiares se posaban sobre mí.

 Parecían confusos.

-   ¿Se puede saber qué estás haciendo?

-   Eh... yo... he visto... –empecé a decir.

Cerré los ojos, intentando concentrarme en las palabras.

-   Joder, Anna. No te entiendo.

-   He sentido algo –expliqué rápidamente– Era uno de ellos.

A continuación, me arrastró obligándome a ir con él. Hice ademán de protestar para que me soltara pero este me amenazó diciéndome que me callara así que opté por no decir nada. Me empujó para que entrara en el siguiente metro, y cuando encontramos dos asientos libres, nos sentamos uno enfrente del otro.

En ese momento, el muchacho me pidió que hablara. Me acerqué a él y le susurré:

-   Había un vampiro. Estaba rondando por el andén.

Él sonrío divertido, pero yo le dirigí una mirada seria indicándole que no estaba bromeando. Se llevó las manos a la cara y se frotó los ojos resignado mientras se quedaba callado.

Apoyé la espalda en el asiento y lancé un suspiro al tiempo que lo miraba.

-   ¿No me crees?

Matt me evaluó durante unos instantes.

-   No han sido imaginaciones mías.

-   ¿Estás segura de eso? –preguntó no muy convencido.

Asentí.

-   Pon por un momento que te crea... ¿Qué hacía aquí?

Me quedé callada, ya que no se me ocurría ninguna razón. No entendía porque un vampiro andaba rondando por el metro. O en realidad tenía algún tipo de esquizofrenia y me lo había imaginado. Desvié la vista y nos quedamos los dos callados, aunque yo seguía dándole vueltas al asunto.

La Cazadora de Vampiros © #TCE2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora