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POV Omnisciente

Luego de varios minutos, la puerta de la oficina de Jaime se abrió y de esta salió la madre del enojón.

-Muy bien, ya terminé de hablar con mi hijo si quieres volver a entrar.-Dijo su suegra tomándose un momento para luego seguir hablando.-Espero que vayas hoy a la cena.

-Claro que iré.-Dijo Nicolás levantándose mientras volvía a tener aquella sonrisa amable.

Se despidió de ella formalmente y esta le dijo algo más.

-Puedes convencer a mi hijo de que Evelyn es la adecuada para él?.-Preguntó la madre de su novio, causando que sintiera algo oprimirse en su pecho.

-Madre, deja de decirle weas a Nicolás.-Dijo Jaime casi en un gruñido mientras estaba en la puerta escuchando todo.-Te veo en la noche.

La madre de Jaime no dijo nada más, solo se fue. Cuando las puertas del ascensor se cerraron, Jaime tomó el rostro de Nicolás para luego besarlo lentamente por varios segundos, sintiendo como su novio le respondía aquél gesto.

Cuando Jaime se separó del gesto, vio como su novio tenía los ojos aguados.

-Tu familia me odiará.-Murmuró el moreno mientras caían algunas lágrimas por sus mejillas.-Ellos quieren que estés con ella, no con alguien como yo.

-Amor, no importa lo que quieran ellos, importa lo que queremos nosotros.-Dijo el enojón delicadamente mientras limpiaba las lágrimas de su pololo.-Yo quiero estar contigo.

-Pero...

-Nada de pero's, cariño.-Dijo el señor Navarro acariciando la mejilla de su novio.-Todo va a estar bien, te lo prometo. Yo me aseguraré de eso.

-Esta bien.-Dijo el pequeño moreno en un susurro, mirando a Jaime por un par de segundos.

-Y cariño, ya sabes que yo nunca querré estar con Evelyn.-Dijo el jefe de Nicolás tomándose un momento para luego seguir hablando.-Desde que te vi ese día en la entrevista de trabajo, me volviste loco, simplemente no podía dejar de pensar en ti, y siendo completamente honesto, amor, nunca me había sucedido eso con alguien.

El moreno lo miró directamente a los ojos y por fin no sintió aquél nerviosismo en su cuerpo, tampoco aquella tristeza de que la familia de Jaime no lo quisiera. En ese momento, solo le importaba la relación que tiene con su enojón.

-Te amo mucho, Jaime.-Dijo el pequeño secretario hablando muy en serio.-Me hubiera gustado haberlo sabido antes, tal vez las cosas hubieran sido más fáciles...

-No pienses en aquello, cariño.-Dijo Jaime tomándose un tiempo para después continuar hablando.-No importa eso si ahora estamos juntos, amor. Y ya sabes, yo también te amo mucho, Nico.

Nicolás asintió y solo observó a su novio.

-Bien, ahora, qué hacemos? No creo que ninguno de los dos quiera seguir trabajando, o tratar, ya que siempre pasa algo...

Otra vez volvió a sonar el interfono, causando que Jaime se cansara de aquel sonido.

Nicolás apretó el botón para contestar y habló.

-Si?.-Preguntó el secretario de Jaime, sintiendo como este último lo abrazaba por atrás.

-Déjanos salir de aquí.-Dijo Manuel bastante divertido, haciendo que el moreno se riera.

El moreno dejó que Edgar y Manuel pasaran. Estos salieron de inmediato y este último se acercó a Jaime para luego pasarle una bolsa con algo que el moreno no sabía que era.

-Sobró como ciento cincuenta mil pesos, seguro qué...

-Quédatelo no más.-Dijo Jaime con una leve sonrisa, mirando un poco lo que había adentro de la bolsa.-También está con el núme...

-Sí, ya esta todo.-Dijo Manu con una pausa.-Ya esta funcionando.

-Bien, muchas gracias Manuel.-Dijo el enojón todavía con aquella sonrisa.

El recién nombrado asintió mientras tenía una sonrisa en sus labios.

-Los dejaré solos.-Dijo Yelo mirando a su OTP.-Después nos vemos.

Jaime asintió mientras miraba a su pololo, quien parecía muy confundido.

Manuel y Edgar se fueron rápidamente, así que Jaime le pasó la bolsa a Nicolás.

-Es para ti, amor.-Dijo el señor Navarro con una sonrisa, viendo como el moreno tomaba la bolsa y veía que era.

Nicolás sacó lo que había adentro de la bolsa y de inmediato se sorprendió.

-Un celular?.-Preguntó Nicolás observándolo muy impactado.-En serio me compraste un IPhone 7? No era necesario...

-Lo era para mí.-Dijo el jefe de Nicolás interrumpiendo a este.-Necesito contactarme contigo siempre. Qué tal si estás en problemas y no puedes llamarme ya que rompiste tu otro celular? O si te pasara algo? No quiero ni arriesgarme.

-De verdad van a comenzar a pensar que estoy contigo por las cosas que me das.-Dijo el moreno todavía no creyéndose nada de eso mientras miraba la caja del IPhone.

-Nico, en algo tengo que gastar mi dinero y a mí no me importa comprarte las cosas que quieres.-Dijo Jaime con una ligera sonrisa.-No es como si me lo estuvieras pidiendo o rogando, lo hago porque quiero. Bueno, puedo decir que estás conmigo por el pie de limón y por la cama, pero nada más.

El moreno dejó el celular en su escritorio y tomó de la mano a su novio para luego entrar a la oficina de este, causando que Jaime estuviera algo confundido. El moreno cerró la puerta e hizo que Jaime se sentara en su silla.

Nicolás se sentó en sus rodillas al frente de su novio para luego comenzar a sacarle el cinturón, causando que el enojón supiera de inmediato lo que el moreno iba a hacer.

-Nico, no lo tienes que hacer...

-Lo quiero hacer.-Dijo el moreno con una ligera sonrisa mientras desabrochaba los pantalones de Jaime y los bajaba junto con los calzoncillos de este, queriendo ir directamente a la acción.

Comenzó a masturbar a su novio, haciendo que este gruñera por el placer. El moreno observó como Jaime lo miraba. Lo que había en la mirada de este, era deseo, mucho deseo.

Luego de unos pocos minutos, a Nicolás no le pareció suficiente masturbar a su novio, así que introdujo el miembro de este último en su boca y comenzó a lamerlo, causando que Jaime colocara su mano en el pelo de su novio mientras observaba y sentía cada cosa que su moreno hacía. Definitivamente la imagen de Nicolás masturbándolo y lamiendo su miembro sería motivo de muchas erecciones futuras.

Después de varios minutos en los que Jaime vio como Nicolás lamía, chupaba y succionaba su pene, avisó que se iba a correr. El enojón iba a separar a su novio de su miembro, pero el moreno no quiso y succionó una vez más para que luego este sintiera el líquido blanquecino y tibio de Jaime, haciendo que se lo tragara de inmediato, sin pensarlo mucho.

Boss (Jainico)Where stories live. Discover now