21.-

2.5K 262 129
                                    

POV Omnisciente

Finalmente se acostaron, pero antes de eso, Jaime le había cocinado algo a Nicolás, sabiendo que este debió no haber comido nada en todo el día. El moreno le prestó un cepillo de dientes, creyendo que sería la única vez que Jaime se quedaría en su departamento. Obviamente se equivocó.

Jaime abrazaba a Nicolás mientras que este tenía su cabeza apoyada en su pecho.

-Tienes sueño?.-Preguntó Nicolás mirándolo con curiosidad.

-Sí, pero es un poco no más, no es para tanto.-Respondió Jaime también observándolo mientras se tomaba una pausa para luego seguir hablando.-Por qué? Espera... Apuesto que como dormiste casi todo el día, no vas a poder dormir en la noche.

-Exacto.-Dijo el moreno dándole la razón a su jefe.

-Eso significa que no me vas a dejar dormir entonces?.-Preguntó el enojón, acariciando la espalda de su moreno.

-Probablemente.-Contestó el pequeño moreno con una leve sonrisa mientras se relajaba por las caricias que Jaime le proporcionaba.-Es necesario que vayamos a trabajar mañana?

-Tu jefe se va a enojar tal vez.-Dijo el señor Navarro con una leve sonrisa divertida.

-Bueno, podría compensárselo.-Dijo el pequeño travieso mirando a Jaime para luego guiñarle un ojo a este.

Jaime sonrió pervertidamente y habló.

-Creo que con esa oferta, no se podría enojar.-Dijo el jefe de Nicolás con la voz un poco ronca, causando que Nicolás lo mirara con curiosidad.

Nicolás lo miró a los ojos para luego lamerse los labios, causando que Jaime mirara estos con mucha atención. Este último volvió a colocarse arriba de Nicolás para luego besar a este en un compas apasionado, siendo correspondido de inmediato.

Ahora que Jaime podía besar a Nicolás cuando quisiera, no podía resistirse a besarlo una y otra vez. Amaba sentir los labios de su moreno contra los suyos, sus lenguas "pelear" por la dominancia de la boca del otro. Lo que sentía al hacerlo, era indescriptible.

Estuvieron así por varios minutos, no queriendo separarse, de hecho, cuando se separaron, no fue porque quisieran, fue porque alguien estaba tocando la puerta, causando que los dos gruñeran por la molestia.

-Voy a abrir yo?.-Preguntó Jaime, observando los labios levemente rojos de su moreno.

-No, yo voy.-Respondió Nicolás viendo como Jaime asentía y se hacía a un lado.

Nicolás se levantó pero Jaime lo tomó de la mano, causando que lo mirara con curiosidad.

-Uno más.-Dijo el enojón casi suplicante, haciendo que Nicolás se riera para luego besarlo por un par de segundos, recibiendo respuesta de inmediata.

Luego de eso, Nicolás se separó y se giró para ir a abrir la puerta, pero antes de eso, Jaime le dio una nalgueada un poco fuerte, haciendo que gimiera por la sorpresa.

-Apúrate.-Dijo el señor Navarro con una sonrisa divertida, viendo como Nicolás se sonrojaba.

-Me apuraría si es que no hicieras esas cosas.-Dijo el moreno todavía con las mejillas sonrojadas, yendo a abrir rápidamente.

Cuando finalmente lo pudo hacer, vio a Edgar y Manuel detrás de la puerta, causando que se tensara un poco.

-Debes parar de asustarnos.-Dijo Manuel abrazándolo fuertemente.-Cada vez que te vemos, siempre te vas corriendo y siempre es por Jaime, así que, qué hizo ese weón?

-E-Eh, no hizo nada.-Respondió Nicolás separándose del abrazo para mirar a su amigo.-Podemos hablar de esto el lunes.

-Por qué? Mañana no vas a trabajar?.-Preguntó Manu algo confundido.-Dime que no renunciaste.

-No, no lo hice.-Contestó el moreno. Bueno, había renunciado pero Jaime tenía sus maneras para convencerlo para que se quedara.

-Y qué wea le pasó a tu celular? No contestas ni nada.-Dijo su amigo mirándolo sospechosamente.-Sabes qué? Voy a ir a buscar tu celular y lo voy a encender para que contestes alguna vez.

Apenas dicho eso, Manuel junto a Edgar fueron a la habitación de Nicolás, haciendo que este los siguiera rápidamente.

-E-Eh Manuel, mi celular...

-Qué wea?!.-Preguntó Manuel casi en un grito, viendo a Jaime acostado en la cama de Nicolás. No se sabía si estaba desnudo o no, ya que tenía la parte de abajo tapada con las sábanas.

-Eh, hola.-Dijo Jaime bastante entretenido, viendo como Manuel lo miraba y después miraba a Nicolás.

-T-Tú... Él... Canon?.-Preguntó Manu apenas pudiendo decir aquellas palabras. Al menos el resto entendió lo que intentó decir.

Jaime y Nicolás se miraron, como si estuvieran hablando por la mirada.

-Sí.-Respondió el enojón después de unos segundos, notando como Edgar todavía no decía nada por la impresión.

En ese momento, Manuel parecía que iba a tener un ataque al corazón o de epilepsia, pero claro, no fue ninguna de las dos. Tuvo un ataque fangirl.

-Lo sabía weón! Sabía que se amaban conchetumadre! Todos me dijeron que la wea era imposible pero claro que no! Sé que llegué muy lejos con los regalos pero valió la pena!.-Dijo el amigo de Nicolás caminando por la habitación rápidamente.-Jainico es real conchetumadre!

-Espera... Tú eras el admirador secreto?.-Preguntó el señor Navarro con el ceño fruncido mientras se levantaba de la cama en boxers.

-Ó sea sí pero era solo para colocarte celoso, no me mates.-Contestó Manuel rápidamente, escondiéndose detrás de su novio.

-Todavía no puedo creer lo que esta pasando.-Dijo Edgar por fin hablando.-Ó sea, sabía que estabas aquí, pero no tenía ni idea que en su cama.

-Cómo sabías que estaba acá?.-Preguntó el jefe de todos ellos todavía con el ceño fruncido, viendo como Nicolás se acercaba a él y lo abrazaba, causando que Manuel soltara un gritito que todos ignoraron.

-Vi tu auto estacionado afuera.-Respondió Eddie siendo totalmente sincero.

-Y no me dijiste nada?! Eres el peor novio de todos.-Dijo Manuel con el ceño fruncido pero en un tono de broma, mientras se alejaba de Edgar.

-No quería que hicieras otro de tus estúpidos ataques de fangirl, suficiente con los que hiciste ahora, no quería sentir vergüenza ajena otra vez.-Dijo el ruloso notoriamente molesto, al menos así fue hasta que vio los ojos aguados de su novio.

Antes de que Edgar pudiera decir algo, Manuel le pegó un puñetazo en el rostro para luego salir corriendo de ahí.

-Mierda Manu, lo siento!.-Dijo Edgar en un grito para luego perseguir a su novio mientras sentía un dolor en su rostro.

Escucharon como Edgar cerró la puerta y se miraron.

-Van a estar bien.-Le aseguró Nicolás mirando a su jefe.

-Siempre son así?.-Preguntó Jaime algo confundido.

-Más o menos.-Respondió el moreno con una pausa.-Edgar todavía no entiende como funciona Manuel, pero ya lo hará.

-Y tú cómo funcionas?.-Preguntó el enojón con una leve sonrisa.

-A base de besos y mucho amor.-Contestó el pequeño moreno con una sonrisa.

-Creo que tengo todo eso.-Dijo el señor Navarro todavía con aquella sonrisa para luego besar a su moreno. Obviamente este le correspondió de inmediato, sin desperdiciar más tiempo.

Boss (Jainico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora