18.-

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POV Omnisciente

Cuando Nicolás llegó a su departamento, notó que tenía muchas llamadas perdidas, causando que gruñera para luego tomar fuertemente su celular para después tirarlo contra el suelo, haciendo que este dejara de funcionar de inmediato. Dejó su celular en el piso y se fue a su habitación. Se sacó el terno, casi con asco para luego lanzarlo a la otra parte de la habitación.

Fue al baño y se miró en el espejo que había en este.

"Soy un asco, cómo alguien podría quererme así?" fue lo que pensó Nicolás al verse en el espejo. Se odiaba, siempre lo había hecho, pero esta vez fue con más intensidad. "Debería ser más flaco, soy un obeso de mierda. Tengo que dejar de comer, tal vez si soy más flaco, a alguien le doy pena y me pueda querer, aunque sea por lastima"

Con esos pensamientos, entró a la ducha y abrió la llave, dejando que el agua cayera en su cuerpo. Y fue en ese momento cuando Nicolás no pudo seguir conteniéndose y comenzó a llorar, dejando que las lágrimas se camuflaran con el agua que caía.

"Soy un asco de persona, por qué tuve que existir? Todo sería más fácil si muriera" continuó pensando el moreno mientras lloraba casi desconsoladamente.

Nicolás quería morir en ese momento, no le importaba si era dolorosa y lenta al mismo tiempo, solo quería hacerlo. Pero no lo hizo, al menos creyó que necesitaba sufrir más, como si fuera un castigo.

Varios minutos después, salió de la ducha y se colocó una toalla al rededor de la cintura.

Sabía que se había bañado al menos tres veces ese día, pero sinceramente pensaba que lo necesitaba.

Salió del baño para luego secarse y colocarse un boxer y una polera. Nunca se colocaba camiseta, pero sinceramente ya no quería ver su horrible torso.

Se acostó, y apenas lo hizo, se durmió.

De verdad tuvo que haberse quedado, para no dejar que Jaime supiera de sus sentimientos, pero claro, fue la emoción de que Jaime pudiera corresponderle lo que lo llevó a hacerlo.

"Fue una equivocación" fue lo que había pensado Nicolás antes de dormirse profundamente.

Al día siguiente

Nicolás otra vez despertó por la alarma, causando que quisiera tirar esta por la ventana para luego seguir durmiendo. Aún así, se levantó y apagó esta.

Fue a su closet y buscó algo decente para colocarse. Luego de encontrarlo, se vistió rápidamente para luego peinarse. Por último, se echó colonia.

Suspiró para luego tomar sus cosas. Antes de que se le olvidara, sacó sus llaves.

Se fue del departamento, sin ni siquiera botar su celular que obviamente ya no servía.

Cuando llegó a Kindred Spirits y a su piso (ya que no quería hablar con sus amigos), fue a su puesto y ni siquiera ordenó sus cosas, solo sacó su croquera y Notebook y comenzó a trabajar este.

Unos minutos después, alguien estaba pidiendo entrar al piso, así que contestó el interfono para saber quien era.

-Soy Evelyn, tengo que hablar con Jaime.-Dijo la recién nombrada, haciendo que la mañana del moreno empeorara.

-Él todavía no llega.-Dijo Nicolás ni siquiera intentando ser amable con ella.

-No importa, lo esperaré en su oficina.-Dijo Evelyn, causando que Nicolás estuviera mucho peor.

Nicolás no le respondió y dejó que pasara no más.

-Creo que me verás varias veces por acá.-Dijo la amiga de Jaime antes de entrar a la oficina, haciendo que Nicolás gruñera.

La idea de verla seguido, no le gustaba para nada en realidad, pero acaso podía decir algo en contra de eso? Ni siquiera sabía si podría ver a Jaime a la cara.

Pasaron al menos diez minutos, cuando el ascensor se abrió y de este salió Jaime, quien parecía muy enojado. Su jefe fue directo hacia él y golpeó el escritorio del moreno fuertemente, causando que este se sobresaltara.

-Alguna vez puedes contestar tu mierda de celular?!.-Preguntó Jaime en un tono totalmente brusco.

-Mi celular se rompió.-Dijo Nicolás no importándole mucho aquello.-Así que es obvio porqué no pude contestar.

Jaime gruñó pero no le dijo nada más. Cuando este iba a entrar a su oficina, Nicolás habló.

-Tu querida amiga está en tu oficina.-Dijo el moreno con un tono notorio de enojo y molestia.

-Acaso tienes algún problema Gaule? Porque si lo tienes, estas en libertad de irte.-Dijo el enojón mirando fijamente a Nicolás.

Esa fue la gota que colmó el vaso y fue ahí cuando Jaime había roto a Nicolás.

-Sabes qué? Bien, tú y tu mierda de compañía se pueden ir a la chucha.-Dijo el pequeño moreno con una pausa.-Renuncio.

Guardó su Notebook rápidamente en su mochila para luego entrar al ascensor, que todavía tenía sus puertas abiertas. Apretó el botón del primer piso y ni siquiera miró a Jaime, no quería hacerlo, ya que si lo hacía, probablemente lloraría y él no quería ser débil, al menos no al frente de Jaime.

Apenas salió del ascensor, vio a sus amigos.

-Nico, qué pasó ayer...

Manuel no terminó la frase, ya que Nicolás salió corriendo de ahí. Este último, por la adrenalina, supo que Manuel nunca lo pillaría, así que fue caminando al edificio donde vivía, aunque ya no le quedaba tanto eso sí.

Cuando llegó, cerró fuertemente su puerta y dejó su mochila en su sillón para luego ir a acostarse otra vez.

Se sentía indefenso, inútil, reemplazable y hasta solo en ese momento.

No pudo dormir en ese instante, pero lo que sí hizo fue llorar. Acaso algún día dejaría de ser tan débil y horrible?

Y bueno, algún día dejaría de estar tan solo? No lo creía. Siempre pensó que en alguna vida pasada fue una muy mala persona y que debía pagar por todo eso ahora. Por lo mismo ni su familia quería saber de él. Y cuando hubo una persona con la cual no se sentía solo ni mal, lo arruinó y le dijo que lo odiaba cuando la verdad era que lo amaba con todo su corazón.

Estaba completamente solo y no tenía duda de eso.

Boss (Jainico)Where stories live. Discover now