La muñeca de porcelana

Una proposición

Mi cuerpo se convulsiona y vomito una vez más. Tirito, lloro, un sudor frio, pero a la vez asfixiante me recorre el cuerpo. Mi pijama esta húmedo y la camisa muestra un recorrido de vomito que comienza desde mis labios. Vuelvo a vomitar, acercando mi cabeza al váter, mis manos están cerradas en puños, los nudillos blancos de tanto apretar. Tiemblo, lloro, sudo, rio. Soy una masa de contradicciones.

Estoy enfermo

Eres débil

Mi conciencia me habla en mis momentos más solitarios, en los que me encuentro más débil, lejos de toda humanidad me veo perdido en la marea alta de un mar embravecido. Estoy perdido

Poco a poco el sueño se cierne de nuevo sobre mí, me acurruco en el sueño del baño y me dejo llevar, la oscuridad me arrastra a los rincones en los que mi mente pide sangre y el sueño es el guerrero de luz, dispuesto a cortar con su espada toda mano negra que se acerque.

Una luz brillante me despierta, es el reflejo del sol en el espejo del baño. Intento incorporarme, y soy entonces consciente del mal sabor de boca que poseo y del sudor que me cubre espesamente. El váter está lleno de vomito, por lo que estiro de la cadena mientras deseo con toda mi alma que no se emboce. La suerte está de mi parte. Me despojo del pijama y me meto en la ducha, dejo que el agua se quede fría y levanto la vista hacia la alcachofa de ducha, esperando que quizá así pueda el agua meterse en mis ojos para limpiar de mi vista todas esas visiones que tengo, para que borre el miedo y la incertidumbre en mi mirada.

Es pronto por la mañana, y no me encuentro con las suficientes fuerzas para encontrarme con María, por lo que escribo una nota diciéndole que me he ido a trabajar y salgo del lugar que considero mi casa, pero que poco a poco me asfixia.

Una vez fuera, el aire frio corta mis pulmones, y mi mirada se empaña, el dolor de mi pecho es tan real que me ayuda a sentirme vivo, y no puedo evitar dar las gracias por ello. Que irónico.

En el trabajo me encuentro con una sorpresa amarga. Hay dos policías frete a mi mesa hablando con Enrique. Me acerco lentamente, y me aseguro de poner una cara amable y servicial.

-Buenos días Enrique, señores-les digo a los policías.

-¿Tu eres Lucas García?

-Así es-digo intentando que el miedo no me delate

-Estos agentes tienen algo bastante importante que decirle, Lucas, pueden usar mi despacho si lo desean

-Gracias- responde uno de los policías

Entramos en el despacho y el policía más alto de los dos se gira hacia mí

-Mi nombre es Jorge, soy inspector de policía y llevo el caso de las niñas y las muñecas del que ha oído hablar

Más que oído rio por el interior ante la sorpresa de que ya no me encuentro asustado pero más bien listo para la acción. La adrenalina ruge en mis oídos en forma de latidos acelerados y un tic en mis dedos comienza a formarse

El inspector continua hablando, si me quisiesen detener ya lo habrían hecho ¿Por qué la visita entonces?

-Debido entonces a su artículo-continua hablando el inspector- los psicólogos al cargo de hacer un perfil del asesino han considerado que su ayuda nos podría ser muy útil. Parece tener grandes conocimientos y una buena pedagogía respecto al analizamiento de personas y sus características, de modo que queremos proponerle trabajar con nosotros, por supuesto tendrá una paga, mucho más agraciada que la que actualmente mantiene y nos aseguraremos de que en ningún momento corra peligro.

El tiempo parece ir más despacio y algo dentro de mí se agita, reprimo una risa de seguro histérica y aprieto los labios.

-¿Qué?- digo tras un segundo.

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Hola chicos, me gustaría deciros que acabo aquí el capitulo porque ahora es cuando la acción comienza en la novela, de momento hemos conocido a los dos personajes principales, y otros se nos han sido presentados de forma sutil, o no tan sutil. Quiero agradecer todo el apoyo que algunos habéis mostrado y animaros a que me escribáis comentarios, lo cierto es que las críticas constructivas son siempre agradecidas por mí.

En fin, pues eso, que comentéis y no os olvidéis de votar, se agradece : )