VEINTITRÉS

11.3K 692 239
                                    

*****ADVERTENCIA: CAPÍTULO HOT*****

😂 No me hago cargo de inocencias perdidas 😂


Me acerqué y me acosté en su pecho.

—¿Confías en mí? —cuestionó tranquilo.

—Sí. —respondí, sencilla.

—¿Segura? —preguntó, aquella sonrisa traviesa asomándose en su rostro.

Asentí lentamente, sonriendo como boba por su gesto. En cuestión de segundos sus labios aterrizaron en los míos en un apasionado beso. Su cuerpo fue a parar sobre el mío. Nos deshicimos de todo lo que nos estorbaba hasta que estuvimos sólo piel con piel.

—¿Confías en mí? —preguntó otra vez liberando mis labios.

—Sí. —respondí segura.

Envolví mis piernas alrededor de sus caderas, no sabía que hacer, no sabía si el sabía que hacer, pero yo sólo lo quería a él. Sus labios abandonaron momentáneamente los míos, una de sus manos bajo hasta su masculinidad.

—Nunca he hecho esto, pero creo que sé que podré hacerlo bien... Escucha amor, si te hago daño, si te duele, si no te gusta, si te da miedo... Cualquier cosa, me dices y paramos, ¿Bien? —dijo, con la vista fija en mis ojos.

—Está bien. —respondí casi en un suspiro, dejó un pequeño beso en mis labios y luego se presionó un poco contra mí.

Sentí una pequeña presión en mi entrada, sus manos fueron hacía mi rostro ahora. Sus labios a mis labios, mis manos a su espalda. Avanzó más y más con lentitud, yo sintiendo una pequeña presión y ardor un poco incómodos, pero suponía que eran normal.

—¿Te duele? —preguntó, nervioso.

—No, está bien... Puedo con esto. —le aseguré en un hilo de voz.

—¿Segura? 

—Sigue, amor. 

Su boca volvió a devorar la mía, la presión en mi interior se intensificó un poco, el paraba por momento y luego avanzaba... Supongo que eso ayudaba a que el dolor disminuyera. Sentí como empezó a entrar y salir de mí, cada vez que entraba sentía como algo dentro de mí abría —dolorosamente— algo de paso para Joel. En un momento Joel se detuvo totalmente.

—¿Qué pasó? —pregunté, pensando lo peor... 

—Ya entró completo. —informó. —Me moveré un poco más para que te acostumbres. —Besó mi frente. —Me avisas si te duele.

Pegó su frente a la mía, y cumplió su palabra. Cada embestida se volvía menos molesta, y más placentera. Busqué de su boca, mis manos inconscientemente apretaban su espalda. Gemidos sútiles se escapaban de nuestros labios.

—Zaphir... —murmuró. —No me podré contener más. —dijo agitado, contra mis labios.

Su respiración se volvió más agitada que la mía, de un momento a otro soltó un pequeño gruñido y paró todo movimiento, sentí algo tibio dentro de mí. Lo abracé intentado calmar su orgasmo, suponiendo que era eso, y besé su pelo. Poco a poco volvió a respirar, se movió un poco dentro de mí y luego salió de mí... El vacío ahora me resultaba incómodo.

—Muñeca, vamos a ducharnos juntos. —Dijo desde el baño, me tomó un momento tomar compostura y analizar lo que había ocurrido. 

Había Perdido mi virginidad, Joel había perdido su virginidad.

Tu luz (Joel Pimentel, CNCO). >EN EDICIÓN<Where stories live. Discover now