2 Pelea en las Fiestas

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La Mansión de las Sombras aún no se había abierto al público y ya era uno de los temas más hablados y de mayor expectación en el instituto. Al día siguiente, todos hacían conjeturas de cómo sería el lugar por dentro, qué tipo de música pondrían por las noches, cómo sería la tienda, si el chico de la publicidad tendría novia, cómo serían los dueños del negocio, etc. Yo también me hacía esas preguntas, pero la que más me perturbaba era por qué había soñado con ese muchacho la noche antes de verle y, lo que aún más me reconcomía, era que no podía recordar muy bien el extraño sueño que tuve, pero me pareció que hablaban sobre algún tipo de plan. ¿Había sido realmente un sueño? ¿O una visión? ¿Sería real? ¿Simbólico?

 Al ver a Yamilé en la cantina, más interrogantes se unieron a los anteriores. Ella me ocultaba algo, pero no había suficiente confianza entre ambas para poder reclamárselo. Aunque también cabía la posibilidad de que fueran imaginaciones mías, aunque lo dudaba. Me compré una pizza de atún (mi almuerzo favorito en el insti) e invité a Yamilé a que se uniera a nosotros. Después de hablar un poco sobre la Mansión (tema que parecía que no iba a pasar de moda hasta pasados unos días), comenzó el tema que nunca pasaba de moda.

-        ¿Tienes novio?- preguntó Mª Jesús a Yamilé.

-        Que va -respondió escuetamente.

-        ¿Pero has tenido?-insistió.

-        No, he tonteado con alguno pero nunca he tenido novio formal.

-        ¿El tonteo ha sido con beso?-sondeó a continuación Irene.

-        Sí, en varias ocasiones.

-        ¿Beso de verdad o un piquito?

-        ¡Por favor!-exclamé cuando ya no aguantaba más- Parecéis reporteras de una revista del corazón, ¿cuál va a ser la siguiente pregunta? ¿Le metiste la lengua hasta la campanilla? ¿Qué sabor tenía su saliva? ¿Te lavaste los dientes antes de besarle?

Los chicos se rieron y Yamilé sonrió, pero Mª Jesús e Irene se ofendieron.

-        Es lógico que te molesten nuestras preguntas puesto que tú no podrías responder a ninguna -atacó Mª Jesús- ¡El chico con el que has compartido mayor intimidad es tu hermano!

Los chicos volvieron a reírse junto con Irene. En el instituto, tener o haber tenido un novio es algo vital en el escalafón social, cuando lo tenías y era aceptable, la popularidad de esa persona aumentaba, y si no lo tenía lo mínimo era haber tenido alguno del que poder hablar. Una de las primeras preguntas que se le hace a un nuevo o, especialmente, a una nueva, es si tiene novio, responder afirmativamente da puntos, si no, lo mínimo es contar una experiencia pasada. Lamentable, ¿verdad?

Por aquel entonces, yo era la única que no tenía nada que contar, por lo que también era a la que siempre intentan emparejar con alguien,  Juanpe en muchas ocasiones, y a la que le tomaban el pelo con que si terminaría siendo lesbiana o monja. Triste, pero cierto.

-        Por lo menos yo no voy haciendo cuestionarios sobre la vida personal de cada persona que se cruza en mi camino –dije con aspereza.

-        Únicamente queríamos saber más de ella -replicó Irene.

-        Y hablando de eso, Mario me ha vuelto a llamar -comenzó a decir Mª Jesús sobre su último novio con el que rompió poco antes de empezar el instituto, y ya no paró en todo el recreo.

A pesar de eso, Yamilé entabló conversación con David al cual vi bastante interesado en ella y eso me alegró, por lo visto la chica nueva iba a encajar bien con nosotros. En cuanto sonó el timbre vimos a Elena, Virginia y Marta hablando sin parar del chico de la publicidad, iban justo delante de nosotros por lo que presté una atención disimulada a lo que hablaban.

El Principio del Fin (libro 0 de la saga La Orden del Sol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora