Cap 54

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Cuando despierto veo a Eleanor con una gotita de saliva cayendo por su boca. Louis, estás perdido. Me levanto al baño y me aseo, no queda de otra que salir en toalla a la habitación de Danielle a ponerme su ropa, en el camino me encuentro a Edward en toalla tambien, le cubre de la cintura para abajo. Su cabello está goteando y sus abdominales están mojados. Él me mira de pies a cabeza y siento algo que no había pasado antes. Está saliendo de la habitación de Danielle, mi cuerpo se eriza y me dan ganas instantáneas de matarla, imaginarla siendo tocada por Edward me hace agonizar. La mirada de Edward tampoco está como de costumbre. Damos dos pasos hacia el frente uno hacia el otro y nos miramos a los ojos. Levanto mi mano y él tambien lo hace sincronizadamente, nuestros toques se unen, se me olvida mi nombre, mi apellido y mi sangre. Me lanzo sobre Edward y él me arrastra hacia una habitación, fuese cual fuese, por suerte estaba vacía. Nuestras toallas se caen y Edward me abraza apretado la piel desnuda de mi espalda. Yo me aferro a su cuello y se lo beso con intenisidad. Edward entierra sus dedos en mi piel y besa mi hombro, yo deslizo mi mano por su espalda y sigo dando besos en su cuello, nuestros sexos pegan pero no siento dureza en su zona, yo tampoco siento éxtasis, sólo quiero abrazarlo y sentirlo cerca de mí y que no piense en nadie más.
-¡¡Dios mío!!- escucho a mi madre. Suelto a Edward y ambos la vemos sorprendidos. No más que ella que está pálida y nos mira de pies a cabeza, luego de voltear los ojos ella cae al suelo.
-¡Mamá!- corre Edward hacia ella, yo me agacho a su par- Jane, ve a vestirte antes que alguien más venga.
-Pero...
-¡Vete!. ordena, yo me levanto, me pongo la toalla y salgo de regreso a la habitación, Eleanor sale del baño y se asusta al verme.
-¿Qué te pasó? Traes los labios morados, pareciera que viste un fantasma.
-Es que lo ví, Eleanor una pregunta...¿A tí te gusta Edward?
-Sí, no tanto como Louis pero sí, pero él está con Danielle y él me agrada así que no pierdo su amistad- Tonta.
No tuve más remedio que ponerme la misma ropa y bajar de la mano con Eleanor, mis manos estaban frías y yo nerviosa. Abajo estaba Harry, Sasha y Danielle ¿Dónde está Edward?
-Buenos días- dice Eleanor amablemente. Harry me mira confundido.
-Espero que no le moleste que Eleanor haya dormido aquí- digo en modo de disculpa.
-No pasa nada. Sasha hizo waffles, pónganse cómodas- Harry sonríe con sus mejillas rellenas. Noto en el rostro de Danielle desagrado al ver a Eleanor.
-Buenos días, Jane- sonríe Sasha.
-Hola, Sashis ¿Cómo te va?- Murmuro y ella sonríe. A la mitad de los waffles se me corta la leche que estoy tragando y mi madre baja detrás de Edward, él parece haber visto un espectro.
-Buenos días- dice él e imnediatamente hacemos contacto visual.
-Hola, inútil- actúo natural.
-Muchas gracias por dejarnos dormir aquí, Harry- mi mamá toma un vaso con agua y lo toma.
-De nada, usted y sus hijos son bienvenidos aquí- Cuanto respeto, todo por la presencia de Sasha y Eleanor, que son las únicas que no saben.
-Qué trágico ha sido todo esto, espero que tu hermana esté mejor.
-Lo está ahora que ya Martín está aquí, gracias por darle la semana libre.
-Es lo menos que podíamos hacer. Por cierto, Harry ¿Puedo hablar contigo luego del desayuno?
-Por supuesto- limpia sus manos con una servilleta. Esto no me huele bien
Edward come cabizbajo, Danielle fuliminando a Eleanor con la mirada, Harry y Sasha son los únicos que actúan natural, Eleanor está incómoda y yo acabo de hacer incesto.
-¿Dónde está Louis?- pregunto directamente.
-Él se fue en la madrugada, hoy le toca estar en la clínica- Inmediatamente se me viene una idea a la cabeza.
-¿Quién es Louis?- pregunta mi madre.
-Mi primo, ha atendido varias veces a Jane y son buenos amigos- reponde Harry.
-¿Amigos?- dice mi madre incrédula.
-¡Si!- respondemos Harry, Edward y yo al unísono.
Termina el desayuno y yo me despido de Eleanor, la llamaré en la noche para contarle mi siguiente idea, aún no hemos hablado de lo que pasó anoche. Danielle trata de besar a Edward pero él se aparta incómodo, eso me da un aire de placer dentro, Mi madre no está ni Harry, muero por saber de qué hablan, pero me quedo en la cocina con Sasha, más cínica que nunca.
-¿Y cómo te va con Niall?
-No lo sé, el no me pela.
-Lo lamento, como sabes he sido expulsada y he estado en Londres, no puedo hacer mucho desde allá.
-Lo sé, no pasa nada.
-Jane, ven un minuto- dice mi madre que aparece por la entrada de la cocina. Me levanto y la sigo, subimos las escaleras y yo me siento como una sentenciada. O me viene un mega regañón o haré un trío con mi madre y con Harry; irónico y tenebroso. Entramos a mi, bueno, la que era mi habitación y ahí está Harry de pie.
Harry me sonríe y se acerca a mí, me rodea la cintura con su brazo y me da un beso en la cabeza, mi madre nos mira sonriendo ¿Qué coño?
-No entiendo nada- murmuro.
-Ya hablé con Harry, pueden estar juntos- miro a Harry y él me sonríe. Por alguna extraña razón la aprobación de mi madre me causa alivio.
-¿Enserio?- corro hacia ella y la abrazo.
-En tres días tienes 18 y puedes hacer lo que quieras así que practicamente eres libre...Pero tenemos que hablar todavía- susurra.
-Tengo algo planeado para tí- Harry toma mi mano.
-Bien, pero los quiero aquí a las cinco; tengo planes.
-¿Qué clase de planes?- pregunto.
-A las cinco lo sabrás- sonríe sarcásticamente, pero sé que está molesta. Ella sale. Inmediatamente la boca de Harry busca la mía y nos unimos en un beso. Camino hacia atrás y caigo sobre la cama, pero sólo nos llenamos de besos; y por alguna razón desconocida eso me basta. Son besos suaves, no necesariamente inocentes, son intensos pero no vulgares, son besos clásicos.
-¿Y...qué tienes planeado para nosotros?- acaricio su rostro aún bajo él.
-Escuché que te gustaba el kickboxing.
-Oh, Harry. Está perdido, las chicas tenemos más fuerza, en especial yo- presiono su nariz con mis dedos y planto un beso en la punta.
-Eso es precisamente lo que quiero probar.
-Bueno, entonces estaré más que contenta de untar crma analgésica en su hermoso trasero esta noche cuando le de una paliza.
-Sobre eso, quiero que te vayas con tu madre unos días, quiero guardar luto- ¿Qué? Metase el luto en lo más profundo de sus intestinos y asegúrese de dejar espacio para lo que le vaya a salir por ahí, idiota.
-¿Mi presencia es demasiado vulgar para su luto?
-No. Pero no sé cuánto pueda controlarme estando solo contigo- Acaricia mi frente.
-Está bien, me voy, pero no por su luto, sino porque no lo he perdonado que me haya expulsado de Mánchester- forzajeo y salgo de sus brazos.
-¿Te parece poco después de lo que me hiciste?- dice ofendido.
-Se lo repito ¡No era para usted!
-Pero me cayó a mí ¡Estuve chorreando orines de un tipo! Aparte que me pase todo el día en la tina tratando de quitarme el colorante- Suelto una risita- ¿Qué?
-Dijo 'chorreando'- rio y él rueda los ojos. Me acerco y acaricio la piel por el borde de su camisa, es tan suave- Pero si le sirve de consuelo, yo con gusto me hubiese pasado todo ese día en la tina con usted- alxo mis ojos y me encuentro con los suyos los cuales me miran apasivos.
-No quiero perder el control contigo- me toma las manos y las aparta.
-Ya le dije que yo no tomo el control ni usted lo pierde, lo acepto cuando me lo entregan voluntariamente.
-Tienes una forma de hacer que uno ruegue por entregarte el control. Algo anti natural para un hombre.
-Entonces no me lo entrega porque no quiera sino porque tiene miedo- Acaricio el borde de su cara y él cierra los ojos, los empuña, toma mi mano y la besa delicadamente.
-No. No lo hago porque apoyo los acuerdos mutuos. Justo ¿No crees?- Abre los ojos y arden.
-No soy justa, soy ambiciosa sobre el control.
-No te entregaré mi control hasta que tú me entregues el tuyo.
-Bueno, yo diría que lo ha hecho de a poco y sin percatarse- suelto su mano y camino-...Ha dejado a sus amantes y se ha revertido una vasectomía.
-¿Y eso sólo funciona conmigo? Jane, tú me lo has entregado todo ya, pero no lo quieres admitir- siento su respiración detrás de mi oreja.
-¿No teníamos algo que hacer hoy?- él sonríe y me besa.


-A ver, princesita del alcohol. Muéstrame que tienes- dice Harry con su traje de kickboxing ajustado y sus guantes.
-Está a tiempo de arrepentirse, no quiero que Mánchester se quede sin purro.
-Mánchester tendrá purro por buen rato, ven-atrajo sus guantes indicándome que me acercara.
-Hagamos algo; si yo gano usted me regresa a Mánchester- Harry lanzó una carcajada al techo.
-Eso no pasará.
-¿Por qué me hace esto? No debería ni de hablarle por haberme expulsado.
-El director Lí-Sellers es aparte de Harry que te faja, pensé que eso ya lo teníamos claro.
-Eso es absurdo. No me va a salir con trastornos de doble personalidad ahora. Acepte- doy unos salititos.
-No puedo. Estás expulsada permanentemente, aunque quiera iría en contra de mi protocolo si te acepto de nuevo; eso crearía demasiadas sospechas y a la larga me corren- hace una mueca y me lanza un golpe, yo me volteo y me da en el brazo, me duele.
-¡Oiga!- reclamo.
-Traes la guardia baja- sonríe.
-Yo te bajaré la guardia- Miro hacia abajo diciéndolo en doble sentido.
-Mi guardia está muy arriba en este momento- dice pícaramente y alza una ceja.
-¿Ah si?- trato de dar una patada por lo alto pero él se agacha y la esquiva. Mierda. Es bueno.
-Contigo es necesaria andarla arriba todo el tiempo- Más palabras de doble sentido.
-No me haga quebrársela- Comienzo a lanzar golpes rápido, él los esquiva todos. Mi respiración se agita. Él se posa detrás de mí.
-Hummm...mi guardia arriba te agita la respiración- susurra en mi oído, por primera vez en la história me sonrrojo ¿Qué me está pasando? <Trata de distraerte, no lo permitas>
-Demasiado- doy un paso atrás y restriego mi trasero en su guardia socada, él jadea.
-Mi retaguardía le hace jadear- susurro delante de él. Yo traigo un top socado que hace que casi me bese los pechos, un short deportivo y zapatos especiales. Él me toma de abdomen con sus manos enguantadas y me atrae hacia él, entierra su naríz en mi cabello.
-Mi Jane...-susurra-...Mi mala Jane- Su aliento chocando con mi oreja de eriza la piel, estoy perdida <No te desenfoques>
-Si usted gana me toma aquí mismo de la forma que quiera- susurro-...Si yo gano, regreso a Mánchester.
-Trato- saca uno de sus guantes y cae frente a mí, me aferra con el otro brazo y deliza su mano por dentro de mi short-...No te muevas- susurra. Toda consciencia y voz interna se calla y desaparece en ése instante. Toca mi sexo y entierra su dedo medio dentro de mí, yo gimo-...Shhh, no querrás que el entrenador entre y nos halle con las guardias arriba- Saca su dedo y vuelve a introducirlo lentamente rozando mi clítoris y esto me hace soltar un grito ahogado-...Jane, pensarán que te estoy matando.
-Es lo que está haciendo- susurro. Él hace círculos en mí y mis piernas se debilitan, estoy por caer a sus pies, este tipo me descontrola.
-Entonces hay que apresurarse, la funeraria cierra temprano- Entierra otro dedo y agiliza su movimiento. <¡Gran luto, Lí!> Mi respiraicón se descontrola y estoy a punto de llegar a la cima de las sensaciones y justo un segundo antes él se detiene y mi piel se eriza. Saca la mano y se cuadra dejándome frustrada- Adelante- sonríe. 
Maldito Lí-Sellers, pagarás por esta. Me hago la fuerte lo más que puedo y actúo tranquilidad.
-Bien jugado, director- Me acerco a él y lanzo un golpe a su cabeza, él automáticamente lo esquiva, me frustra más.
-Muy lenta, purro-adicta- ríe. Anda juguetón, por primera vez.
-No más adicta que su propia mano- Lanzo otro golpe y cuando se agacha él desliza su pie por los míos y me hace caer a la colchoneta. Él se acerca y se agacha y me mira deseoso.
-Esto no es sólo acelerar, nena...Intenta ponerte en una llanta ahora- me lanza un beso y me guiña el ojo. Mierda. Es bueno. Más que las clases que me dio Lillian Smith en Londres. Danielle nunca quería jugar conmigo porque siempre acababa muy lastimada. Me levanto inmediatamente y lo miro fulminante, él me lanza una mirada burlona.
-Harry Zachary Lí Sellers, esto no es sentarse en un escritorio, ordenarle café a Sasha y jugar al director- me burlo, él da una media sonrisa.
-Jane Claire Styles ____TA- se acerca, sé que me va a dar un golpe desprevenido, así que yo lanzo una patada a sus costados y él se dobla, baja la guardia y doy un golpe zurdo en su cabeza, él cae y yo me muero ¡Lo maté! <Fájalo antes que se le baje ''la guardia''>
-¡Harry!- me lanzo sobre él y veo que su sien se está hinchando- ¡No no no! ¡''Loca desquiciada mata a Director cachondo''!- cito lo que pienso ver mañana en las noticias de las siete. Él suelta una carcajada con los ojos cerrados. Abre los ojos y se lanza sobre mí enrredando sus piernas con las mías- ¡Idiota!- le doy otro golpe en el rostro y me levantó- ¡No vuelva a hacer eso! ¡Me preocupó!- me volteo y camino, siento por detrás un golpe en mis muslos y sus pies se enrredan en mis pantorrillas y caigo al suelo- ¡¡Ya no estoy jugando!!
-Termina la apuesta- sonríe, se está burlando de mí. Me levanto y como loca lanzo golpes hacia él, pero los esquiva. Sé que no será capaz de golpearme en la cara. Me da la vuelta y me da una nalgada con los guantes, levanto mi pierna sobre su cabeza. Él la toma con sus antebrazos y me hace saltar sobre la otra pierna amenazándome con perder el equilibrio.
-¡Suélteme! ¡Esto no es lucha libre!- salto perdiendo el equilibrio, él rueda mi pierna rápido y yo doy una voltereta en el aire como si fuera paleta de algodón de azúcar y me caigo al suelo, presiona mi pierna contra mi espalda y está casi por quebrármela, no soporto más el dolor y doy dos palmadas en la colchoneta mostrando que me rindo y él me suelta. Estoy de frente contra el suelo dolorida y él se lanza sobre mi espalda y pega su mejilla con la mía, y esta se presiona contra la colchoneta.
-Ganó mi guardia- susurra y me mete la lengua en el oído, yo salto ante la sensación.
-Hizo trampa- reclamo.
-Tenemos una mala perdedora...

Capítulo 55:

-Váyase al cuerno pùnto y entiérreselo en el trasero- No puedo moverme, estoy rendida.
-¿No vas a pagar la apuesta? Yo que recuerde eres muy justa en cuanto a eso- Inmediatamente recuerdo la apuesta con Caryol.
-¿Ya no está molesto por eso?
-Nunca te creí una santa, sé con lo que me estoy metiendo, Jane- se levanta, y me ayuda a ponerme de pie- ¿Cansada?
-¿Se fajó a Caryol el día que me expulsó?- alzo la vista hacia él, y frunce el ceño para después liberarlo.
-Danielle- conlcuye.
-Sí, Danielle, claro que Danielle ¿Quién más?
-Sé que no me creerás que ella se me lanzó encima así que hagamos un trato...-se acerca y veo caer las gotas de sudor de sus sienes-..Tú olvidas lo de Caryol y yo lo de la apuesta ¿Justo, no?- Lo pienso un minuto. Ambas cosas son de Caryol y si las dejamos atrás ella desaparece de la história, ya nisiquiera está en Mánchester.
-¿No la va a volver a contratar?- lo apunto.
-No. Ella renunció, no puedo. Sasha tomará su puesto.
Perfecto, estaba asegurada que Sasha no sería un problema.
-Entonces ¿Dónde quiere que cumpla la apuesta?- me rido y él sonríe maléficamente. Me toma de la mano y me lleva a las regaderas. Otro recuerdo de los relatos de mi madre aparece ¿Qué está pasando en este mundo? El dios del faje tiene algo contra mía...o a favor.
Harry enciende todas las regaderas y se crea vapor en el ambiente.
-Quítate la ropa; toda- ordena, yo me la quito y la cuelgo en los ganchos, me volteo y él sigue con su ropa puesta.
-Quítesela usted tambien.
-No- contesta inmediatamente, quiero que te bañes...frente a mí- Me quedo perpleja ante su demanta, obvio nunca había hecho eso alguna vez-...Adelante- sonríe. Entro bajo un grifo y me mojo bajo el agua, restriego mi cabeza con delicadeza y cierro mis ojos, el agua tibia corre por mi cuerpo suavemente. Siento que está cerca de mí y abro los ojos, miro sus critaslinos ojos verdes viendo con deseo a unos centímetros de mí, toca mi brazo y me da un envase, se aparta. Es jabón líquido. Suelto un poco en la palma de mi mano y lo restriego por mis hombros, mis pechos y mi abdomen. Bajo por mis piernas y me inclino hasta mis pantorrillas. Alzo mi vista y su ropa ha desaparecido, me mira deseoso y cierta zona está en una fiesta como si fuese un viernes de año nuevo en Las Vegas.
-¿Me ayuda con la espalda?- estiro mi brazo con el jabón, él sonríe y se acerca, toma el jabón deja caer un poco en su mano.
-Voltéate- ordena y yo me volteo. Acaricia mi espalda creando espuma y baja por mi trasero y mete su mano entre él, roza mi zona íntima con sus dedos peor regresa hacia atrás. El jabón cae por el agua y estoy limpia de nuevo- Inclínate- susurra. Me inclino y pongo mis manos contra la pared, sé lo que va a hacer. Él se posa detrás de mí y lo siento detrás de mí, grande y abultado. Lo deseo, con el más intenso y puro de los deseos, en cuerpo y alma. Lo quiero mío, ahora. Él me tortura y se inclina detrás de mí para pasar su lengua por mi espalda húmeda. Jadeo y él pasa su mano por mi vientre y más al sur, acaricia la zona haciendo círculos y me tiene gimiendo delante de él, mis brazos tiemblan y amenazan con resbalarse por la loza de las paredes.
-Harry- gimo y él acelera los movimientos.
-Siéntelo, Jane. Siéntelo por mí- muerde mi hombro con suavidad.
-Por favor...- jadeo.
-Vamos, Jane, dámelo- susurra. Yo amo este luto, acelera los movimientos y yo no puedo más, caigo en un mar de placer y me corro en un gemido inentendible- Mi turno- separa mis piernas y se introduce en mí con fuerza, con un vaivén acelerado yo me siento en las nubes, es tan rudo y rápido, es tan carnal pero tan celestial. Es lo más cercano al paraíso que he estado. Deseo tenerlo así siempre conmigo, pero estos son los momentos donde pierdo el control, no me gusta perderlo pero de algún modo, deseo hacerlo. Siento que me vengo una vez más y justo antes de que él se corra sale de mí, me estabilizo y lo miro, está dándose placer solo para terminar, yo me arrodillo frente a él y lo lamo con fuerza succionándolo. Él jadeo y yo presiono la punta con mis labios y tiro hasta sacarlo de mi boca y vuelvo a hacerlo, él me toma del cabello y yo lo introduzco hasta lo más profundo de mi garganta, nisiquiera llego al pegue, trato de introducirla más y ejerzo presión hacia afuera, él gime y siento un líquido salado y caliente en mi boca, Harry me aparta y llena mis pezones de su fluído, muerdo mi labio y lo miro, él roza sus dedos con mis pezones y los presiona, estoy exhausta pero esto logra que me encienda de nuevo. Hemos tardado aquí dentro pero el lugar está vacío. Harry me lava en la regadera y se arrodilla para morder mis pezones, están duros y húmedos, tira de ellos con suavidad y yo me siento elevada una vez más- Es difícil usar condones con agua.
-Cierre las regaderas y lléneme- jadeo descontrolada. Harry cierra las regaderas y sale, regresa con un paquete dorado, si es un fluorescente caigo muerta ya mismo. Se lo coloca y se acerca a mí.
-Esto será inusual para tí- sonríe. Me da la vuelta y me levanta separando mis piernas en el aire, inmediatamente me llena con movimientos rápidos y mi piel está más sensible que nunca. Se me olvida el mundo entero cuando estoy con él, tal vez él sea el indicado. Quizá debería dejar de hacer tantas maldades y darlo todo, lo haría si estar con él dependiése de ello, pero no. Él debe darme el control sobre sí mismo, una vez que me lo dé yo veré que hacer. Harry me baja y me sube en sus caderas de frente y se estampa en mí contra la pared, llega tan profundo, lo tomo del cuello y entierro mis dedos en su espalda de placer, pero me detengo inmediatamente, no quiero hacerle daño, ni el más mínimo. Siento que llega esa sensación de nuevo, busco la liberación y la encuentro al mismo tiempo que él, permanece dentro de mí unos instantes mientras relajamos nuestras respiraciones- Te amo, Jane. No lo he dicho muchas veces, y ahora sólo lo siento por tí- ¿Escuché bien? ¿Dijo 'Sólo'? ¿Osea, exclusivamente? Lo miro y tiene sus labios húmedos ligeramente abiertos, los ataco inmediatamente. No puedo decirle que lo amo, eso me quitaría control y nisiquiera sé si lo siento, porque no sé cómo se siente. Él sale de mí y me baja, terminamos de bañarnos y salimos.

Vamos en el auto, son las cuatro veinte de la tarde, llevamos una canción bastante apagada para lo prendida que está nuestra conversación.
-Tres orgasmos, Jane. Vas aprendiendo- ríe, yo me sonrrojo de nuevo ¿Por qué sólo me pasa con él? Mi sicópata interna rueda sus ojos y baja sus bragas y me enseña su trasero.
-¿Por qué va esa canción?- Trato de cambiar de tema.
-¿Cuál quieres?- toco el stereo y busco una canción de mi gusto. What You Want.
-Evanescence- acelera.
-Somos iguales, se lo dije- puse mis pies sobre la guantera.
-Anoche estabas con Liam, hoy le hablaste ¿En qué habíamos quedado?- su rostro se torna serio.
-Eso fue cuando teníamos algo.
-Ayer ya volviamos a tener algo- dice disgustado.
-¿Me va a celar?- digo indignada. Él toma mi mano y la besa.
-Quiero que seas mía, sólo mía. A tí no te gusta compartir, a mí tampoco.

Llegamos a casa y Edward está en el sofá, Danielle sigue tratando de besarlo pero él se porta indiferente...No he pensado en lo que pasó esta mañana. No me gusta Edward, no quiero besarlo, ni acostarme con él pero...¿Por qué nos abrazamos desnudos? ¿Por qué besé su cuello y él mi hombro? ¿Por qué nuestras miradas se tornaron de esa manera? ¿Qué pasa? ¿Fue incesto lo que cometí?
-Que bueno que regresaron- dice mi madre con una sonrisa fingida- ¿Cómo la pasaron?- Bien, mamá. Este tipo me dio una paliza, no regresaré a la Universidad, tuve tres orgasmos en la regadera y le chupé el purro ¿Qué tal el purro irlandés, viene con un trébol de la suerte incluído? Pronto lo probaré tambien, compartimos a Niall mami, hay suficiente irlandés para toda Inglaterra, sólo no le pases la gonorrea.
-Fantástico- Harry se limita a contestar.
-Que bien. Harry, mi auto está chorreando aceite ¿Me das una mano?- ''Chorreando'' y ''Dame una mano'' ¡¡Ni se te ocurra, má!!
-Por supuesto- abre la puerta, mi madre me mira antes de salir.
-Ve a alistarte, tu hermano, tú y yo saldremos- sale. Huele a peligro, y huele rico. 
Subo inmediatamente y mi sensor en forma de purro dentro de mi cabeza dice que Edward está por subir. Me quito la pora y la puerta se abre, Edward se detiene y me mira.
-Claro, pasa, con confianza- diho sarcásticamente.
-Mamá nos llevará al siquiatra.
-¡¡Siquiatra!! ¿Qué? ¡No estamos locos!
-No es común que pase...lo que pasó- murmura preocupado.
-Edward, tú y yo bien sabemos lo que pasó- me acerco a él- Ed, yo te amo y tú a mí. Ni ____TN ni ningun siquiatra entendería lo que pasa. No te deseo ¡No deseo tu purro! Tú tampoco deseas mi padera floreada.
-Selva amazónica diría yo- ríe, yo le doy una bofetada suave.
-Yo me rasuro, ignorante. Y no me interrumpas que te corto y el purro y me lo fumo como cigarro.
-Jane, tú eres mi vida. Te amo y cualquiera lo malinterpretaría pero es que...necesito demostrarte lo que siento por tí, y no sólo apoyándote en tus incendios locos, debo darte cariño con mi cuerpo, pero es tan difícil hallar la manera de hacerlo sin que el mundo lo vea carnal.
-Edward, tú no estabas excitado, yo tampoco. Yo tambien sentí esa necesidad de darte amor con mi cuerpo pero no puedo besarte en la boca ni lamerte el purro porque no me dan ganas de hacer eso, pero quiero acariciarte, besarte el cuerpo. Cuando lo hice no sentí suciedad ni perversión, cosa rara en mí pero me sentí tan inocente.
-Mi mamá nunca nos creerá eso, ni lo entenderá. Sólo algún par de gemelos inusuales lo entendería.
-¿Habías sentido esto alguna vez?
-Sí, pero sabía que no sería normal y me lo guardé todo el tiempo y cuando te ví esta mañana....simplemente no pude conternelo más.
-Edward, me pongo celosa cuando estás con Danielle.
-¡¡¡No me digas!!!- ríe sarcástico.
-¡No te burles!- me pongo la ropa para salir- ¿Tú te pones...
-¿...Celoso cuando estás con ametralladora AK-47 mortal o con Dum and Liam?- se burla- Para nada, lo de los celos es algo natural de tí. 
-Que raro...¡Mamá sale con Niall!- grito alarmada.
-Lo sé, lo hablamos mientras no estabas- se sienta en la cama.
-¿Y? ¿Nada de nada? ¿Qué pasa por tus venas? ¿Fluídos?- me siento a su par.
-Jane, Styles está muerto y la mujer tiene derecho a continuar su vida- ¡Oh no! ¡¡Edward no sabe lo de Styles!!
-Styles no está muerto, no puedo creer que mi madre no te lo haya dicho aún.
-¿Qué? ¿De qué hablas?- su boca cae al suelo.
-El muy maldito nos ha engañado todo este tiempo. Por eso no hubo cadáver ni explicaciones claras.
-P-p-pero ¿Dónde está?- Me encojo de hombros.
-Mejor ni aparezca.
-¡Pero...cómo pudo hacernos esto!
-Es un maldito, desguro está metido en un prostíbulo. Aparte que Liz lo sabía todo, escuché a mi abuelo discutiendo con mamá aye- Edward está preocupado y mira perdido al suelo. Me propongo elevarle el ánimo y me lanzo a horcadas sobre su regazo, tomo su rostro y lo miro a sus ojos idénticos a los míos- ¿Sabes que eres la primera y única persona que le he dicho 'Te amo', verdad?
-Tú no eres la única, pero fuiste la primera- sonríe pero un demonio aparece en mi médula.
-¿Lo sientes?- pregunto, él asiente.
-Mi mamá puede venir en cualquier momento.
-¿Desde cuando hago lo que mi mamá dice?- lo empujo contra la cama y dirijo mis labios hasta su cuello, planto besos suaves en él mientras presiono sus manos contra el acolchado, beso el contorno de su mandíbula y su barbilla, beso sus mejillas, sus ojos, su frente, su cabello y me atrevo a plantarle un pequeño toque inocente en los labios. Edward abre los ojos y me mira alarmado. ''Detente pero continúa'' Miro sus labios una vez más y planto otro toque. Siento paz, amor y no el incesto estúpido que la gente ha metido como tabú. Él sonríe y mis hombros se aligeran. Me dejo caer sobre él y lo abrazos, él me presiona contra él, levanta un pco mi camisa y roza con las yemas de sus dedos mi espalda, él besa mis mejillas con suavidad.

Estamos en el auto, camino a la sicoloca. Voy adelante con mi madre y Edward atrás, cree que voy a violar a mi propio hermano. No hace ni el más mínimo comentario en todo el camino. Llegamos donde la siquiatra. Una tipa alta con un moño, treinta y bastante, flaca y plana como una tabla de surf o el trasero de Edward.
-Buenas tardes, señora Styles- la saluda estrachando su mano- Hola, Jane, Edward.
-Hola- decimos Edward y yo al unísono.
-Gemelos- ríe- Pasen a mi salón- dice amablemente, sabe lo que pasa, seguro mi mamá ya había hablado con ella por teléfono- Usted, espere aquí afuera- ordena a mi madre. Entramos al salón. Un librero enorme, un escritorio, luces opacas, un tapizado antiguo y dos sillones tipo terapeuta- Ponganse cómodos- se sienta en un taburete, pero se levanta instantáneamente y une ambos sillones- Ahora sí, siéntense- sonríe.
Edward y yo nos recostamos y nos miramos, está nervioso, lo sé.
-Bien, Edward y Jane...-anota-...Mi nombre es Jilian Moore, estoy casada y tengo un hijo, se llama Matt ¿Qué piensan ustedes del matrimonio?
-Tenemos 17 años ¿Qué mierdas quiere que pensemos? Evitamos el compromiso más que el sexo sin condón- respondo. La sicóloga se asusta y Edward se relaja aún más.
-Ya veo...-escribe- ¿Tienes novio y novia?
-Sí, yo ando con el director de la universidad donde fui expulsada, él mismo me expulso, tiene siete años más que yo, tenía más amantes que personas con sida en el mundo, las dejó a todas por mí, tiene un purro de tres metros. Fajamos esta mañana en el gimnasio de kickboxing, si yo ganaba me regresaba a la universidad y si perdía me tomaba donde quisiera. Claro que me dio todo un sermón de su protocolo- ruedo mis ojos- al final casi me quiebra un hueso y tuve que fajarlo, tuve tres orgasmos. Ah y él anda con mi mejor amiga.
-¿Puedes dejar que Edward hable?- me pregunta perpleja.
-Sé lo que piensa Edward, absolutamente todo.
-Dime ¿Qué crees que piensa en este momento Edward?
-Está muy cómodo, él sabe muy bien todo lo que diré y nisiquiera me cuestiona porque sabe que lo que digo es cierto.
-Ando con la mejor amiga- cierra los ojos.
-Sea directa ¿Quieres saber porque no estábamos manoseando, no?- murmuro.
-Chicos, están pasando por una edad difícil donde sus hormonas están muy locas y descontroladas, nisiquiera ustedes saben lo que les pasa...es normal que sientan deseo hacia el sexo opuesto más cuando es tan cercano y...
-¡Párela ahí! ¡Párela ahí! ¿De qué coño curtido habla? ¡Yo no deseo a Edward ni él a mí! ¡No deseo su purro feo!- la mujer hace cara de pánico.
-Lo que trata de decir mi hermana es que no nos deseamos carnalmente. La amo, tenemos una conexión especial. No es la que se da entre un par de gemelas o de gemelos. Ella fue secuestrada cuando recién nació e imaginarme apartado de ella me pone mal, quiero estar con ella todo el tiempo. 
-Eso es comprensible pero ¿Qué sintieron cuando se tocaban?
-¡No nos manoseábamos, maldita sea!
-Jane, yo le explicaré- Edward toma mi mano- Cuando pasó eso no sentí deseo de....
-Fajar- respondo.
-¿Fajar?- dice la mujer apanicada.
-Cojer, Joder,...
-¡Ya entendí!- empuña sus ojos.
-Prosigo...tenemos una necesidad física de demostrarnos cariño.
-¿Se besan?- Edward me mira y asiente. La tipa coño sucio escribe.
-No nos tocamos indebidamente ¡Sólo nos acariciamos como hermanos!
-Los hermanos no se acarician así.
-¡Nosotros sí, maldita sea!
Luego de un pleito de dos horas y media con la sicóloga, salió más loca que nosotros. Mi madre entra al salón.
-¿Y bien? ¿Es incesto?
-¡¡Maldita sea!! ¡Dale con el puto incesto! ¡Yo amo a Edward, es mi hermano y quiero darle cariño físicamente! No quiero cogerlo ¡¡No deseo verlo y tocarlo desnudo!! ¡A quien quiero tocar y fajar es a Harry! ¡¡Amo fajar a Harry, quiero tocarlo a él no a Edward!! ¡¡Harry es purro, Edward es hermano!! ¿Quién no entendió?- doy una patada y boto una mesa.
-¡Jane, cálmate!- ordena mi madre- ¡Y no acepto que mis hijos se toqueteen!
-¡Tú no nos entiendes, no tienes hermanos!- grito.
-No tenemos porque pelear, podemos sentarnos y discutirlo con paciencia.
-Dime, Jane ¿Tu director sabe que te manoseas con tu hermano?
-No, pero si quieres lo llamo ahora mismo y le digo, no soy falsa y sí, toco a Edward, lo beso. No le chupo las entrañas como Danielle, no lo deseo con a Harry ¡Sólo quiero estar con él y quererlo! ¡¡Mierda, cuando me porto maldita malo y si trato de ser cariñosa malo!! ¡¡¿Qué putas quieres de mí, ___TN?!!- grito desesperada, estoy ardiendo. Mi madre me lanza una bofetada, Edward se levanta y me abraza.
-Mamá, no hagas eso, por favor...-Edward me mira a los ojos-...¿Estás bien?- yo asiento.
-¡Escuincles del demonio! ¡Me tienen harta! ¡¡Me has decepcionado Edward James Styles!! ¡Y tú ni hablar Jane, eres un fenómeno de la naturaleza!
-¡¡¡Ya bastaaaaaaaaaaaaaaa!!!!- grita la sicóloga- ¡Ni un puto grito más! ¡¡Aplasten sus traseros en los sillones y se cierran el cierre de su boca!! ¡Me estresan!- exhala. Edward y yo nos sentamos, mi madre tambien- Bien- respira y hace unos gestos raros- Ahora...primero que nada, esto es muy difícil para los tres, así que no piensen egoístamente. Edward, Jane, comprendan lo raro que es para su madre presenciar esto. ____TN es hora de aceptarlo ¡Sus hijos están enamorados entre ellos!

Mala Jane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora