Capítulo 13

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Me duele hasta respirar y esta vez no estoy siendo dramática, de verdad me duele respirar. Me estoy haciendo más llorona de eso no cabe duda.

Sin siquiera abrir mis ojos, llevo mis manos hasta mi vientre y siento como este está cubierto por algo suave, supongo que son vendas, últimamente tengo muchas. Coloco ambas de mis manos a mis costados y suelto un suspiro.

Algo en mí se siente extraño, es como si no fuera yo. Sé que soy yo, pero mi cuerpo se siente extraño. Abro los ojos rápidamente, levanto mi mano derecha y la observo detenidamente, algo en ella no anda bien. Levante la otra y repito el proceso. Me mantengo así durante unos segundos hasta que el cerebro comienza a funcionarme.

Soy humana.

Dios, ¿cómo no se me paso por la mente antes? Muy lista Samantha. Eso explica el maldito dolor y lo poco tolerable que soy a él. Claro, los Ángeles no sentimos dolor al menos que este sea provocado por otro ser "sobrenatural" o alguna de nuestras armas. En otro sentido, nada que tenga que ver con los humanos nos lastima, técnicamente. Si hubiese sabido esto antes, estaría entrenando o algo así.

Rápidamente me siento en la cama con toda la fuerza de mi ser, llevo una mano a mi vientre y noto que están apareciendo puntos rojos en las vendas.

—Genial. —murmuro.

He perdido por lo menos dos litros de sangre.
Estoy cansada de sentirme como una mierda. ¿En serio los humanos son tan débiles? Para ser un Ángel necesito fuerza o por lo menos no estar tan adolorida como ahora pero como nunca sigo las reglas. Cierro mis ojos con fuerza, concentrándome en lo que quiero. Ser un ángel.

De pronto siento como mi pecho se comprime y mi respiración se agita. Nunca me he transformado en Ángel estando en una situación como esta, ese es el motivo por el cual nunca me ha faltado el aire cuando hago la transformación.

Cuando mi respiración se calma, abro los ojos. Por instinto llevo mi mirada a las vedas, quito la mano que tengo sobre estas y observo como la palma de esta se encuentra teñida de un rojo intenso. Las vendas también están completamente rojas, tanto al lado de mis costillas como en mi vientre.

No siento dolor, para ser sincera no sé porque hay sangre.

Me levanto de la cama y me dirijo a la puerta.
Mi mirada aun está enfocada en mi mano ensangrentada.
Giro el pomo de la puerta y avanzo unos pasos fuera de esta.
El ruido en los pasillos es nulo, puedes escuchar a una mariposa volar incluso.

—Will. —las palabras salen de mi boca sin estar consciente de haberlas pensado.

Ni siquiera sé si él se encuentra en el pasillo, mis ojos no quieren abandonar la sangre en la palma de mi mano.

Puedo escuchar varios pasos dirigiéndose hacia mí, supongo que alguien me ha escuchado pero no sé de quien se trata.

—Samantha, ¿qué haces aquí? Deberías estar descansando. —dice Will con tono preocupado.

¿Tan mal me veo?

—Samantha debes volver a la ca... —comienza a decir Gabriel, pero se detiene cuando levanto mi mano para que vea la sangre en esta.

—Dios, estás sangrando. —dice este, su boca se abre levemente y sus ojos muestran el horror puro.

—Will, ¿es normal que no me duela nada? —lo miro.

— ¿Cómo que no te duele? —pregunta Will.

—Bueno, ahora soy un Ángel, mi mano brilla un poco si la ves detenidamente. Pero no comprendo por qué hay sangre.

Beautiful Ángel (#1) COMPLETA (Editando)Where stories live. Discover now