Capítulo 3

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Han pasado dos semanas desde el incidente con mis poderes y en cierta parte me he sentido mejor. Además, ya no tengo que usar vendas y el sangrado se detuvo con mucha rapidez. Pero aún tengo las costillas rotas, por lo que mi entrenamiento tiene que esperar.

Muchos me preguntan por qué seguiré siendo un ángel guerrero si me concedieron el trabajo de un guardián, pero la respuesta es simple. Voy a seguir protegiendo el cielo sea quién sea, es una promesa personal o algo así.

En este momento me encuentro en algo así como el "hospital" del cielo, a este solo asisten obviamente los ángeles mal heridos. La mayoría del tiempo se suele usar cuando hay guerras o alguien se lastima en los entrenamientos, cosa que pasa regularmente.

—Quizás te incomode un poco, Samantha. —dice el súper médico tocando mi abdomen.

— ¡Auch! —exclamo— Sigo siendo de carne y hueso. Además, sino recuerdo mal las clases que recibí, no somos ajenos al dolor.

—Te advertí antes de tocarte —se excusa—. Por cierto, me complace decir que te estás recuperando rápido.

—Sigo igual o quizás peor que antes. —lo miro. No le veo ninguna mejoría a esto, creo que yo debería ser el médico aquí.

—Claro que no, la inflamación ha disminuido. —dice obvio.

—Claro, se nota. —ruedo los ojos.

—Pronto estarás bien, no te preocupes. —dice antes de dedicarme una de sus reconfortantes sonrisas o eso es lo que dice mi madre.

—Como sea, ¿me darás algo para el dolor? —pregunto mientras bajo el dobladillo de mi camisa.

—No, en ti las pastillas y medicamentos que utilizamos no sirven. Eres mitad demonio y lamentablemente esa parte tuya no acepta lo que tenemos para ofrecerte. Por lo tanto, tendrás que esperar a que tu cuerpo se cure solo. —me mira con cierta lástima.

— ¿Y si me convierto en humana? —pregunto esperanzada. La verdad es que no quiero seguir con este insoportable dolor y haré lo que sea para deshacerme de él.

—Sabes que un ángel, al menos que no sea guardián, no puede ser humano. —dice obvio. No, pero si este ángel es el más inteligente que he conocido.

Dime algo que no sepa, idiota.

—Hace unas semanas le pedí a los arcángeles ser un ángel guardián y, me complace decir que aceptaron.

—Siendo ese el caso, te daré los medicamentos que te ayudaran y te aconsejo que los tomes todos, incluso si las heridas y el dolor desaparecen completamente. —dice antes de caminar hacia un cajón y meter muchas cajas rectangulares en una bolsa.

Sé muy poco del mundo de los humanos, pero puedo asegurar que este lugar está incluso más equipado que los hospitales de la Tierra.

—Son muchos. —digo incrédula. ¿Quiere drogarme o qué? Eso al menos me provocará una maldita sobredosis.

—Lo bueno es que te ayudaran. —se encoge de hombros.

Comprobado, quiere asesinarme.

—Claro. —digo no muy convencida.

Luego de agarrar la bolsa le doy las gracias al ángel por darme drogas que me enviarán al hospital realmente. Después de eso salgo de la habitación.

La próxima vez le pediré a mi padre que no me traiga con este loco.

—Sam, ¿estás bien? —pregunta Gabriel cuando cierro la puerta detrás de mí. Aquí como que todos salen de la nada. ¿No comprenden que eso es aterrador?

Beautiful Ángel (#1) COMPLETA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora