Capitulo dieciséis.

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Le quite la camisa y recorrí mi mano por su abdomen, Harry comenzó a morder mis senos de una forma suave, cuidando de no hacerme daño. Bajé mi mano hasta su boxer y lo deje resbalar lentamente por sus piernas, lo tome con mi mano, así que me baje de la mesa y me agaché en el piso quedando frente a su miembro. Lo metí en mi boca y lo empecé a chupar, lo sacaba y metía de mi boca rápidamente, no cabía completamente en mi garganta, pero trataba para complacerlo completamente. Saqué su pene de mi boca y empecé a acariciarlo nuevamente para después meterlo de nuevo a mi boca, esta vez si entró a mi boca totalmente, y aunque me ahogaba, me encantaba hacerlo. 

Escuchaba los gemidos descontrolados por parte de Harry, eso me excitaba, empecé a gemir. Escuché a Harry decir "me corro", dejé que su líquido entrara a mi boca, trangándomelo completamente. Subí a sus labios, y los besé con desesperación. Me puse encima de su miembro ya que  se había sentado en el mueble de la cocina, estaba completamente erecto. Agarré su pene y me alcé un poco, lo metí en mi feminidad, no dudé en gemir, empecé a saltar sobre Harry mientras el agarraba mi cintura y hacía que saltara con más velocidad, vi como de recostado se levantaba y empezaba a chupar mis pezones ya erecto, eso hizo que yo gimiera más. 

Los movimientos empezaban a hacer más rápidos, las embestidas más fuertes y los gritos y gemidos más altos, seguíamos en la misma posición y esa noche teníamos planeado hacer todas de la lista de poses en el Kamasutra.

Sentí el líquido caliente correr por mi intimidad, gemí al sentirlo en mi al igual que Harry, me susurraba cosas al oído y su respiración en mi cuello me erizaba, susurraba mi nombre entre besos y pedía mas. Se levanto y yo me aferre a su cuello y mis piernas a su cintura, subió las escaleras sin sacar su miembro de mi, besaba su cuello, llegamos a su cuarto y me tiro en la cama, levanto mis piernas y me penetro mas rápido, mis paredes comenzaron a contraerse y por fin llegue a mi orgasmo. Sentí nuevamente el líquido blanco recorrerme, mi cuerpo se debilito al igual que el de Harry porque cayó a mi lado, trataba de calmar mi respiración y tomé la mano de Harry, la unimos y la apreté para poder calmarme, Harry comenzó a besarme el cuerpo y sin darme cuenta me quede dormida.

Caí en un sueño profundo y la luz del sol al otro día, más los besos que dejaba Harry en mi rostro, me hizo despertar.

-Buenos dias princesa

-Que manera de despertarme -dije y sonreí- te amo, Harry.

-Yo también te amo.

30 DÍAS DE PECADO | H. S | EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora