30 DÍAS DE PECADO | H. S | EDITANDO.

Capítulo II

Vas a ir, quieras o no — mi madre tomó un sorbo de su café para después mirarme — Sé que no has vuelto a saber de Harry hace tiempo, pero este viaje es importante para nosotros y no podemos dejarte sola en casa, aún eres menor de edad, la persona más cerca de donde vivimos que te puede cuidar es él — Habló nuevamente, yo me encontraba sumamente enojada, le había guardado rencor a Harry durante estos siete años, 

No quiero ir, no lo haré — dije cansada de repetir lo mismo. Me negaba a ir, no quería; me dejó cuando tenía diez años y nunca más volvió a comunicarse conmigo ni con mi madre. Hasta donde sé, se graduó de negocios internacionales, ahora tiene su propia empresa y es una persona muy bien posicionada económicamente. Sabía todo eso porque lo había visto salir en revistas y demás, no porque se interesara en estar presente en mi vida como solía estar.

Cariño, sólo es un mes, además es la oportunidad para que se reconcilien, no es sano que estés con ese rencor hace años... — me dedicó una mirada tierna, y yo sabía que decía la verdad, vivir con rencor es lo peor que una persona puede hacer — además, ya lo llamé y dijo estar ansioso por verte.

Yo no quiero verlo — Me crucé de brazos y seguí mirando a mi madre. Mi padre no dijo ni una palabra, con el silencio le daba la razón a mi madre, yo lo sabía por la forma en la que me miraba. 

Ya olvida el pasado, Mitchie — dijo mamá acariciando mi brazo suavemente, y yo reaccioné bastante mal, quitándole la mano de forma un poco brusca. Ya estaba demasiado enfadada y odiaba que me obligaran a hacerlo.

¡Ya basta Michelle! — escuché mi padre con notable enfado en su voz — vas a ir quieras o no, eres menor de edad, somos tus padres, tienes que hacer lo que digamos — dijo y ya no me atrevía a contradecirlo — desapareció de la cocina, dejándome con mamá, así que solo suspiré fastidiada y subí las escaleras hacia mi habitación. 

Después de que Harry me abandonara, duré días encerrada en mi habitación, viendo como todos los niños jugaban, pero yo solo me dedicaba a llorar hora tras hora. Lo llamé varias veces, le pregunté a mi madre por él, pero jamás contestó, prácticamente se alejó de todos nosotros. Poco después, aprendí a vivir sin él, sin sus abrazos, sin sus sonrisas, sin jugar todas las tardes, sin nada de el, pero aun así los recuerdos prevalecían. 

Flashback

¡Eres un tonto! — reí ya que le había halado uno de sus rulos. 

Eso dolió, niña tonta — dijo en forma de broma, y luego me comenzó a hacer cosquillas. 

¿Podemos ir al parque? — hice puchero para tratar de convencerlo.

Lo siento pequeña, le prometí a Emily que la llevaría al cine — dijo mirándome con tristeza, le gustaba pasar tiempo conmigo al igual que a mi con él.

Emily es tonta — susurré y me crucé de brazos, lo que lo hizo soltar una carcajada.

¿Quieres ir al cine? — me preguntó de la nada, y asentí, lo que lo hizo sonreír — entonces, ve prepárate, irás conmigo y Emily, la cuál había entrado justo en ese momento a la habitación de Harry, donde estábamos.

Dijiste que iríamos sólo tú y yo — lo miró tratando de convencerlo con la mirada de cambiar de opinión, ignoró totalmente mi presencia en la habitación, ni siquiera me saludó al entrar. 

No pasa nada, Mitchie no es una molestia — dijo levantándose y depositando un beso en su mejilla, tenía una cara de total desagrado pero él simplemente lo ignoró, saliendo de la habitación para dirigirse a la mía y ver si ya estaba lista para irnos ese día.

Fin del flashback

Comencé a preparar mis maletas mientras más pensamientos rondaban mi cabeza, no tenía ganas de verlo, ya había cortado todo lazo sentimental que me quedaba con él y no quería retomarlos, me daba miedo salir afectada al verlo nuevamente después de tanto tiempo, sentía que me había sacado de su vida porque no le interesaba que formara parte de ella más, pero ni modo, no pude convencer a mis padres de quedarme, así que terminé de prepararme y sin más que hacer o decir, bajé las escaleras.