Pasó casi una semana y el doctor le dijo a Louis que podía irse a casa, pero que no intentará hacer sobre esfuerzos, debería estar acostado y tranquilo.
-Todas las pruebas indican que el coágulo a sido totalmente eliminado y lo mejor es que no muestra ningún síntoma de efectos secundarios. Aún así deberá venir cada 6 meses y hacerse una revisión. Aquí tiene la receta de todo lo que tiene que tomar.-Le indicó el doctor.
Louis hizo un gesto al doctor para que se acercara.
-Disculpe doctor. Quería hacerle una pregunta un poco, digamos...personal.-Susurró Louis. El doctor se acercó a él.
-Yo, bueno...quería saber si yo. ¿Cuándo podría...? Ya sabe, ¿cuándo podría volver a tener relaciones sexuales?-preguntó Louis en lo bajo, un tanto apenado.
-Ya puede hacer, no veo el porque no, pero le aconsejo que no se esfuerce mucho. Haber si me explico, es mejor que usted no haga movimientos tan bruscos. ¿Me entiende?-Dijo el doctor riéndose un poco, sin poder evitarlo y mirando a Harry que estaba a su lado.
-Vale.-contestó Louis con sus mejillas ruborizadas.
-La semana que viene tienes tu primera revisión. Si todo va bien las próximas serán cada 6 meses, no lo olvides.-dijo el doctor firmando la hoja del alta.-Nos vemos, cuidaos mucho y recuerda que en una semana más ya estarás como nuevo. No tendrás tantas restricciones, en cuanto a tu duda.-sonrío otra vez el doctor mientras se iba.
-¿De que vas? ¿cómo se te ocurre preguntarle eso?-preguntó Harry con los ojos agrandados.
-Sí, ¿además te has creído que no te íbamos a escuchar?-contestó rindo la madre, sentada desde el sillón al otro lado de la habitación.
-Me ya dado mucha gracias pero ¿qué tanta prisa tienen?-preguntó Gemma riéndose por lo bajo.
-Bueno vale ya, eso es un asunto privado.-se enfurruño Louis.
-Nos has expuesto enfrente de todos y ahora te haces al avergonzado.-se río Harry.
Todos en la habitación se empezaron a reír y Louis no pudo evitar unirse a las risas.
Pronto llegaron a casa, en cuanto entró pudo ver a sus hermanas esperándolo en el jardín. Enseguida corrieron hacía él a abrazándolo.
-Mis niñas, como os he echado de menos.-decía Louis llenándolas de besos.
-Y nosotras a ti.-contestó la pequeña felicite mientras todas se acercaron a abrazarle.
-Ahora ya ha pasado todo y estoy de nuevo en casa. Perdonen el susto que les di.-suspiró Louis al mirar alrededor y ver la hermosa casa que tenían Harry y el ahora.
-Harry.-Le habló Gemma.
-¿Qué ocurre Gemma?-contestó Harry.
-Louis debe descansar y guardar reposo y me supongo que tu te quedaras con él, ¿no? preguntó Gemma.
-Pero por supuesto que si, ¿quién más si no? dijo Harry extrañado.
-Bueno, quería preguntarte, ya sabes... sobre el proyecto que estábamos-dijo Gemma.
-¿El de abrir una nueva sucursal en España?-preguntó Louis mientras se acercaba a ellos.
-Sí, ese mismo, he seguido trabajando en ello y debo deciros que por fin nos han dado el visto bueno. En unos pocos meses abriremos una nueva sucursal de nuestra empresa en España. dijo sonriente Gemma.
-Pero eso es mucha faena, para llevar tu sola.-se preocupó Harry.
-Tranquilo. Es la razón por la que te he preguntado si te ibas a quedar aquí, ¿qué os parece si colocamos en vuestra casa un dispositivo que te permita trabajar desde aquí? es como si estuvieras en la oficina pero en verdad no sales de casa, así me ayudáis.-dijo Gemma.
-Eso suena genial, mañana mismo haré que lo instalen y juntos conseguiremos llevar a cabo nuestro nuevo proyecto.-dijo Harry.
-Sabes, estoy segura que nuestros papás estarían orgullosos de nosotros si estuvieran aquí con nosotros.- Suspiró Gemma.
-De eso no tengas duda.-contestó Louis mirando a los dos hermanos abrazarse.
-¡Chicos! ¡Vamos ya, es hora de comer!-dijo Jay.
-Vaya, que alivio, me moría de hambre. Vamos, mi mamá preparo mi sopa favorita. Es una crema de bruselas.-dijo Louis.
-¡Puaj! ¡Que asco!-dijo Phoebe al pasar a un lado de ellos directo a la cocina.
-¡Oye! que he estado malito y quiero una sopa de brucelas, que para mi esta buenísima.-Se reía Louis.
-Hablando de hambriento, tenemos que hablar sobre ello porque yo si que también me encuentro con muchísima hambre.-dijo Harry en su oído a la vez que disimuladamente rozaba su miembro.
Harry entreabrió sus labios y se acercó peligrosamente a los de Louis, acariciándolos con sus dedos.
Ambos se acercaron y Louis separó sus labios, esperando ese beso, pero cuando apenas estaban a un milímetro, cuando podía notar la respiración de Harry en su propia boca, Harry se alejó y Louis se quedó con la boca abierta mirando como Harry se dirigía a la entraba de la casa. Lo vio alejarse y mover sus caderas sugerente mente, cuando casi había entrado miro a ambos lados para asegurarse que nadie le veía. Se dio media vuelta y miró a Louis que aún seguía parado mirándolo desde la distancia.
Harry volvió a mirar a su alredor y luego bajo un poco sus pantalones por delante, dejando fuera todo su pene, acariciándolo suavemente.
-¿Tienes hambre eh?-dijo Harry mientras seguía pasando sus manos por aquel glorioso miembro. Louis lo miraba con la boca totalmente abierta, un repentino escalofrío sacudió su cuerpo, acabando justo en la mismísima punta de su pene, provocándole una leve sacudida.
Harry le lamió los labios, se subió el pantalón y se metió dentro de la casa.
-Vamos ya Lou, que nos esperan para comer.- Se escuchó decir a Harry desde dentro.
Louis sólo pudo sonreír e intentar caminar sin que se le notara la erección que Harry había conseguido que tuviera con un simple gesto. "Te vas a enterar Styles." pensó Louis, siguiendo a Harry dentro de la casa.
