Capítulo XLVIII

605 45 4
                                    

SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

LIAH'S POV

Las cosas habían estado misteriosamente tranquilas durante un largo período. Demasiada paz para una monarca de un pueblo tan poderoso y a la vez codiciados por otros.

Un suave toque en la puerta me hizo levantar la cabeza de los planos del nuevo proyecto de mi hermosa esposa.

-Adelante.

La puerta se abrió y la susodicha apareció con su preciosa y tranquila aura. Cerró la puerta detrás de ella con algo más de fuerza de lo acostumbrado, pero no le diría nada.

Sonreí al verla acercarse con algo de apuro y inquieta. Fruncí el ceño un poco.

-No debes tocar la puerta para entrar, cariño.

Le recordé tranquila, aún que esta emoción estaba apunto de desaparecer si ella no decía que le ocurría.

-La costumbre.

Murmuro acercándose hasta mí. Me puse de pies para recibirla de la mejor manera, como se lo merecía. Acomodé su cabello detrás de la oreja y acaricié su rostro sin poder evitar su inquietud.

-¿Deseas decirme algo, Lu?

Sonrío algo nerviosa y sujeto mi mano sobre su mejilla para alejarla de allí y colocarla entre nuestros cuerpos. Vi su rostro sonrojarse y realmente no sabía qué pensar de ello.

-¿Qué haz hecho?

Cuestione deteniendo mi risa. Se veía como una niña que había hecho alguna travesura.

-He ido al doctor que me haz asignado por cualquier emergencia o inquietud que tuviera.

Asentí recordando a nuestro doctor real. Luna era la primera persona fuera del linaje real que atendía.

-Yo he empezado a sentir algo extraño en mi cuerpo...

Su voz era tan baja que podría catalogarse como susurros. Acerqué un poco más mi rostro al suyo buscando alguna forma de escucharla de manera más clara y esperar que ninguna palabra suya pasara por alto.

-¿Extraño? ¿Cómo qué?

Mi preocupación iba a aumentar si no concluía con rapidez. Mi mente empezaba a idear los peores escenarios.

-Es como una calor que empieza desde mi estómago y se extiende por todo mi cuerpo.

Fruncí el ceño.

¿De qué hablaba? ¿Qué calor?

-Tendrás que ser explicarte un poco más, cariño.

Suspiro audiblemente y me miró con sus mejillas sonrojadas como un tomate.

-Tengo ganas de estar contigo... íntimamente.

De pronto sus palabras hicieron mucha razón a las últimas noches y sus comportamientos. No sólo lo hacía despierta, al dormir su cuerpo se acercaba al mío de manera poco común en ella. Era como si buscará algo de mí que no obtenía y no sabía qué era. Hasta ahora.

Sonreí y sujete su cintura para acercarla más a mí.

-¿Síntomas del embarazo, mi princesa?

Sus manos descansaron sobre mi pecho y asintió varias veces. Bese su frente y sonreí entendiendo todo aún mejor.

-No quería molestarte durante el día por qué sé que es ajetreado para ti, pero en serio te necesito ahora.

La miré fijamente y no pude evitar sentir un tirón en mi zona sur al solo escucharla hablar así.

CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora