CAPÍTULO 43: CAOS

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El tiempo pasa demasiado rápido, ya llevamos dos semanas aquí, mi hermano ha sido el mejor en todos los sentidos, nos ha mostrado la ciudad, o la parte que él conoce. Hemos estado en varias fiestas de la facultad de mi hermano, es increíble como los universitarios pueden mantener tanto en fiesta. Aunque no hay otro lugar donde me gustaría estar, he pasado mis dos últimas semanas, tratando de ser tan feliz, creo que mi mente se está volviendo a fracturar y me da miedo lo que pueda pasar, mi futuro está siendo muy incierto y eso en este instante lo odio.

En este momento nos dirigimos a las afuera de la ciudad, donde queda un mirador el cual se puede ver toda la ciudad, Zac estaba emocionado por ir conmigo, él sabe que me encantan los lugares altos y donde se pueda observar una vista hermosa y cautivadora.

Al llegar mi hermano parqueo el auto en un lugar algo alejado, es una pequeña montaña, en la cual se encuentra el mirador en la punta de esta, para llegar allí debía subir muchas escaleras, no eran demasiadas, pero sí suficiente para llegar muertos hasta el mirador, yo no quería subir, pero mi hermano y Zane me insistieron mucho, demando se podría decir. Al momento de empezar a subir las escaleras yo ya me sentía cansada, ellos estaban normal. En la mitad ya estaba de muerte, ellos estaban un poco cansado pero no era para tanto, yo si sentía que me iba morir, tenía muy mal estado físico, mi hermano se burlaba de mí, Zane trataba de no hacerlo, pero podía ver su sonrisa mientras yo negaba con mi cabeza y el me esperaba en cada escalón en el que me detenía para descansar.

—No puedo más —dije agitada

—Tu puedes Iria —me alentaba el bobo de mi hermano, mientras me miraba unos escalones más que yo.

—Ciento que me voy a morir —dije mientras le lanzaba una mirada de odio a mi hermano y a Zane —. No entiendo cómo me deje convencer de subir estas escaleras —me pase mi mano por la frente para quitarme un poco el sudor.

—¿Si te cargo el resto del camino? —me propuso Zane.

—No. Llegarías tú de muerte al final.

—No. Yo tengo buen estado físico, en cambio tu no tanto —no quería dejar que me cargara, pero si no dejaba no llegaría con vida hasta el mirador.

—Acepta Iria, así llegaremos más ligero —dijo mi hermano cansado de esperar.

—Está bien, pero si te cansas me dice — Zane asintió con su cabeza.

Dejamos que pasaran unas personas que también estaban muy cansadas de subir, pero ellos estaban peor que yo. Zane se agacho para que me subiese a su espalda, el me cargo con mucha facilidad, es como si no pasara absolutamente nada para él, como si pesara lo mismo que una hoja de papel. Al llegar al mirador no estaba tan cansado como pensé que lo estaría, tenía bastante sed. Al llegar a la cima, en el lado izquierdo se podía observar toda la ciudad en el cual varias personas estaban observando y teniéndose de la baranda de metal, al lado derecho y un poco más retirado de la vista se encontraban varios puestos de dulces y bebidas, antes de siquiera acercarnos para observar la vista desde el mirador, compramos tres botellas de agua, ya que Zane en verdad tenía bastante sed.

—¿Cómo no puedes estar muy cansado? —le pregunté a Zane mientras el bebía de su botella de agua.

—Pues no es que peses mucho —dijo el sonriendo.

—Es cierto —dijo Zac.

—Sí, sé que no peso una tonelada, pero me tenías encima de tu espalda, deberías estar cansado y muy sudado —. El sonrió y se acercó a mi oído, mientras pegaba su cuerpo al mío.

—Solo sudo cuando tengo sexo contigo —le pegue una palmada y el empezó a reírse, yo me acerque donde mi hermano y deje a Zane detrás de mí.

—Todo es tan pequeño desde esta altura —dijo mi hermano en voz baja.

BELLA SALVACIÓNWhere stories live. Discover now