CAPÍTULO 28: SIMPLEMENTE ÉL (+18)

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Son las siete de la mañana, me desperté temprano para ir a mi casa, mis padres se levantarían y harían el desayuno juntos y no quiero desayunar con ellos, trate de no despertar a Zane, me tenía abrazada y fue duro no despertarlo, tome mi ropa y me iba a ir.

—Piensas irte sin darme un beso —dijo mientras se restriega un poco sus ojos con ambas manos.

—No quería despertarte.

—Pues si no me das el beso me despierto —me acerqué a él y le di un beso.

—¿Por qué te vas tan temprano?

—Mis padres hoy no trabajan y hacen el desayuno juntos y no quiero que me vean llegar de la casa de mi novio a las diez de la mañana.

—Pero si le dijiste a tu madre que pasarías la noche conmigo, no creo que te digan algo.

—Ella lo sabe, pero mi padre no —me acerque a darle otro beso, este de despedida.

—Piensas llevarte mi pijama —dijo mientras sonríe levemente.

—Si, no quiero ponerme mi ropa, aunque si no quieres que me la lleve me pongo mi ropa de inmediato —espere su respuesta.

—No seas dramática solo te estaba preguntado.

—Piensas que soy dramática —me hice la ofendida.

—Un poquito —me reí y me acosté en su pecho.

Le di un beso, prometiéndome que este si es el último —me voy

—Espera yo te acompaño hasta la puerta.

—No quédate acostado.

—Si te vas ya para qué seguir acostado —arrugo su nariz al decirlo.

—No te hagas el sufrido —él sonrió y se levantó por más de que no fuese necesario.

Salimos de su habitación y nos encontramos con Aurora en la sala comiendo fruta.

—Buenos días —dijo ella con una hermosa sonrisa y perfecta.

—Buenos días Aurora.

—¿Por qué te vas tan temprano?

—Mis padres me necesitan.

—Entonces la piensas llevar primo

—No ella vive en la casa de enfrente.

—Ah son vecinos, no puedes hacer nada sin que ella se entere, muy bien.

—suelo vigilarlo —le contesté yo amablemente, Zane abrió la puerta y ambos salimos, él dejó la puerta abierta dejando que Aurora nos pudiese ver, yo tomé su rostro y le di un beso rompiendo mi promesa, fue un poco largo y sentí como ella nos observa.

—Nos vemos ahora —me dijo él, yo asentí con mi cabeza mientras empecé a caminar hasta mi casa.

Al llegar a mi casa fue muy cuidadosa al no hacer ruido, no quería que me sintieran llegar, mis padres seguían dormidos o eso parece, yo entre en mi cuarto y me acosté, tenía un poco de sueño así que seguí durmiendo por dos horas. me levanté a las nueve y media. Al momento de bajar mis padres están haciendo el desayuno, como era previsto.

—¿Qué hacen de desayuno? —pregunté mientras me senté en el mesón.

—Estamos haciendo arepas caseras, bueno tu papá las está haciendo —mi padre hace unas arepas caseras las cuales son deliciosas.

—¿Les ayudo en algo?

—Si prepara el jugo de naranja —me dirigí a la nevera y busqué las naranjas para hacerlo.

BELLA SALVACIÓNWhere stories live. Discover now