CAPÍTULO 31: El PARQUE DE DIVERSIONES

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Caminaba por los jardines de la casa, observaba las flores, que hay en los floreros que rodean la casa, baje las escaleras grandes que estaban en el jardín, al bajarlas podía observar la gran piscina que hay, su agua es azul cristalina, podía ver mi rostro distorsionado pero lo podía ver, moje un poco mi mano con aquella agua, era un día soleado, hermoso a mi parecer, a lo lejos de la piscina hay muchos árboles y cerca de esos árboles, hay un pequeño huerto donde mi abuela solía plantar pequeñas plantas que le daría frutos, empecé a caminar hasta allá, no sabía que había pasado con ese huerto, no sabía si todavía hay platas y tal vez esas plantas todavía daban los pequeños frutos, me acuerdo que mi abuela cosechaba unas fresas que eran deliciosas. El huerto no era muy grande solo lo suficiente para lo que solía plantar mi abuela, al entrar al huerto, vi a mi hermano al fondo, se estaba besando con alguien, no podía ver con quien se besaba, mi hermano tapaba a la persona, pero en un momento mi hermano deja de besarlo y cambian de posición ahora era al revés, el chico tapaba a mi hermano, mi hermano se está besando con un chico en el huerto, salí de inmediato del huerto.

Ahora lo entiendo todo, por eso su actitud, por eso estaba tan nervioso, por eso no sabía qué hacer con su vida, por eso quiso irse, por miedo, sabía que algo le pasaba y no me lo decía, note como su actitud cambiaba poco a poco y como se esforzaba para ser el mismo de siempre, desde cuando lo supo y por qué nunca me lo dijo.

Al entrara a la casa Zane bajaba las escaleras y me observó al instante y bajo rápido a ver que me había pasado.

—¿Que tienes? estas muy pálida —tomo mi rostro con su dos manos y mi mirada se topó con la suya.

—No solo vine corriendo a la casa, solo estoy cansada —dije nerviosa y tratando de asimilar lo que acabo de ver.

—Bueno, yo bajaba a almorzar algo ¿quieres que te prepare algo?

—No, mi madre ya mandó a hacer el almuerzo, creo que debemos ir de inmediato al comedor.

—Bueno, guíame —lo tome de la mano y nos dirigimos a las grandes puertas dobles que estaban al lado de la sala, dos empleados nos abrieron, al entrar estaban todos, solo faltábamos nosotros dos, mi hermano y Gabriel.

—¿Porque te demoraste? —preguntó mi madre sentada en la cabecera de la mesa, de la parte derecha de comedor, mi padre está en la cabecera izquierda.

—Estaba dando un paseo por el bosque donde queda el huerto y me distraje un poco madre —vi a Nicoll y Erick sentados en aquella parte del comedor, me dirigí hacia la otras sillas del comedor, lo único que hay en este comedor es espacio, es un comedor de veintidós puestos asientos es lo único que hay, me senté en los asientos de la mitad, mi madre y mi padre están muy alejados uno del otro.

—No esperaremos a Zac, ven —le dijo mi madre al empleado que estaba parado con la bandeja de comida a su izquierda, aquel chico empieza a caminar hasta mi madre.

Las puertas se abren y entra mi hermano, con una sonrisa en su rostro al igual que Gabriel solo que menos expresivo.

—¿Por qué llegas tan tarde? —pregunta mi padre.

—Lo siento madre, me entretuve en el bosque con Zac, se lo estaba mostrando.

—Qué raro si él ya conocía esta casa —dije con ironía.

—Si, y como que todos hoy decidieron ir al bosque —dijo mi madre, mirando fríamente a mi hermano.

—¿Por qué lo dicen? ¿quién más fua al bosque? —pregunto mi hermano sentándose con Gabriel en unos puestos más lejos de mí, pero más cerca de mi madre.

—Tu hermana que también estaba en el bosque y por eso se retrasó.

—¿Verdad Iria?

—Si —dije sonriendo.

BELLA SALVACIÓNWhere stories live. Discover now