CAPÍTULO 24: NOCHE DE BOLOS Y SORPRESAS (+18)

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Mi madre me había preparado el desayuno, no pudo desayunar conmigo ya que la necesitaban en uno de sus consultorios y al parecer había pasado algo, no quiso decirme que era, que después me contaba, tomaba un poco del chocolate que me había preparado, cuando mi celular empieza a sonar, al mirar quien era la persona que me llamaba se me formó una sonrisa instantánea en mi rostro inconscientemente.

—Buenos días Sisu.

—Buenos días zane.

—¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes después de lo que te pasó anoche? —está preocupado, podía notarlo en su forma de hablar.

—Bien Zane, tranquilo -traté de no preocuparlo, no me había pasado nada, Thomas no me maltrato por decirlo así, ni tampoco me violó, no quiero minimizar lo que me paso, pero en verdad estoy bien.

—¿Segura?

—Sí, muy segura.

—Estaba pensado y si le pones un denunció a Thomas por intento de violación —dijo el muy seguro de sus palabras.

—No Zane, sé que lo que intento hacer Thomas no estuvo bien, pero una denuncia podría complicar su vida y no estoy golpeada, el solo era un hombre que estaba muy tomado y que sentía que la única forma de recuperarme era demostrando que era bueno para el sexo.

—Iria no crees que estás tratando de justificarlo.

—No lo considero así, sé que él no debió intentar tomarme por la fuerza, pero estoy seguro que él no estaba pensando razonablemente y pienso hablar con él cuando ya las cosas se hayan calmado.

—No se sisu, sé que no quieres ocasionar ningún problema a su vida, pero lo que él trató de hacerte no estuvo bien.

—Si todos sabemos que ni estuvo bien pero no quiero ocasionar más daño, más del que le pude hacer cuando le termine sin ningún explicación y después me fui del país como si no hubiese pasado nada, el de ayer no era Thomas solo era un hombre borracho, celoso y frustrado por cosas que pasaron en el pasado y pensó que con sexo todo se solucionaría —sabía que lo que hizo Thomas no estuvo bien pero lo que yo le hice tampoco lo estuvo.

—Sisu es muy lindo que le quieras salvar la vida a ese estúpido, pero no creo que las cosas no deberían quedar así, creo que deberías tener una advertencia.

—Hagamos algo, hablaré con él, lo escucharé y lo más seguro me pedirá disculpa, si después de eso siento que es mejor hacer el denunció lo hago —esperaba que esto lo tranquilizara.

—Está bien Sisu.

—Gracias, desearía darte un beso en este momento.

—Deberías venir y dármelo.

—Lo haría, pero estoy desayunando.

—Entonces tu desayuno es más importante que darle un beso a tu novio.

—Si, no ves que el desayuno es la comida más importante del día —sentí su risa por medio del celular.

—Te tengo una invitación.

—¿Que invitación? —pregunté curiosa por saber.

—¿Qué te parece si vamos esta noche a jugar bolos?

—¿Bolos? no juego hace mucho, no me acuerdo ni siquiera la última vez que fui.

—¿Entonces eso es un sí? —pregunto.

—Lo es.

—¡Eso!

—Yo quedé en salir con Nicoll y Erick en la tarde entonces si algo de pronto me recoges en el centro.

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