NO QUIERO SER CARNE DE CAÑÓN

CAPÍTULOS DEL 31 AL 35

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CAPÍTULO 31. LA BATALLA POR
EL AGUA DE LOTO HELADA  
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Mientras Mu Chen fruncía el ceño con fuerza, Ye Shi dijo: "¿Estás tratando de ayudar a Zhuang Yu? Si quieres ayudarlo, no es tarde ahora."

Mu Chen sacudió la cabeza apresuradamente y dijo: "No". ¡Incluso si tuviera mucho dinero, no podría gastarlo en Zhuang Yu! Además, no tenía mucho dinero.

Ye Shi se sintió mucho más feliz con la respuesta de Mu Chen.

"Cinco mil trescientos". Chen Moran se sonrojó y dijo bruscamente.

"Cinco mil quinientos." Dijo Shui Linglong, mirando ferozmente en dirección a Chen Moran.

"Cinco mil seiscientos." añadió Chen Moran.

"Cinco mil setecientos..."

Zhuang Yu se mordió el labio, agarró la mano de Chen Moran y dijo en voz baja: "Moran, olvídalo. Necesitas algunas piedras elementales para comprar elixires. El agua de loto de hielo es demasiado cara."

"Pero hemos llegado tan lejos. Es una pena rendirse ahora." Chen Moran sacudió la cabeza con firmeza y dijo.

Zhuang Yu se mordió los labios y dijo conmovido: "Moran, eres muy amable conmigo."

Chen Moran se sintió alentado por los ojos confiados de Zhuang Yu y gritó: "Seis mil."

"Perra." Shui Linglong maldijo mientras miraba en dirección a Zhuang Yu.

"Hermana, seis mil piedras elementales están mucho más allá del valor del agua de loto de hielo." Shui Qiancheng dijo con el ceño fruncido.

"Lo sé. Pero si pierdo esta oportunidad, será difícil encontrar otra. Esa perra es tan hipócrita. Chen Moran es un idiota." Shui Linglong apretó los dientes y dijo con una cara larga.

"Moran, ¿estás seguro de pagar 6,000 piedras elementales?" preguntó Zhuang Yu.

"Está bien. Solo seis mil piedras elementales". Chen Moran sonrió levemente y se consoló.

El corazón de Chen Moran tembló por un momento. Aunque otros contribuyeron con algo, Chen Moran pagó la mayor parte, que fue una gran suma de dinero.

Shui Qiancheng suspiró levemente, miró a Shui Linglong y dijo: "Hermana, 7,000 piedras elementales como máximo y ríndete."

Shui Linglong apretó los dientes, asintió y dijo: "Está bien."

"Siete mil." Shui Linglong ofreció.

"Siete mil cien." La voz de Chen Moran tembló violentamente.

Mu Chen encontró divertida la voz de Chen Moran. Chen Moran realmente se esforzó por ser alguien ante el que le gustaba.

"Diez mil." Dijo una voz tranquila.

Mu Chen miró a la persona que gritaba debajo. Su rostro cambió drásticamente.

Era un hombre de pelo azul y ojos azules. Lan Ruofeng, el futuro señor de Zhuang Yu. ¿Cómo pudo aparecer tan rápido? Imposible.

Zhuang Yu buscó al hombre que estaba ofertando. Lan Ruofeng lo miró y le sonrió suavemente a Zhuang Yu.

Los ojos de los dos amantes destinados viajaron a través de miles de kilómetros y finalmente se encontraron.

Mu Chen captó la sonrisa de Lan Ruofeng y Zhuang Yu. Fue divertido. Porque tan pronto como apareciera Lan Ruofeng, los otros admiradores con Chen Moran de Zhuang Yu se convertirían en nadie.