Emily, después de la muerte de su padre, decide ir a vivir con sus abuelos a Nome, Alaska. Deja a su madre, a sus amigos y a su escuela atrás con el pensamiento de que algo bueno le espera en esa fría ciudad. Lo que ella no sabe, es que Nome, la rec...
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Costó, pero logré convencer a Verónica que asistiera a la fiesta. Le expliqué que todo había sido un mal entendido y que Mia realmente estaba arrepentida. No toqué el tema de Than, yo solo me tenía que preocupar por remediar lo que consideraba mi error.
Después del juego los chicos debían quedarse, ya que harían una pequeña celebración por el triunfo. Aunque, Aaron quería ir conmigo a casa, le insistí que compartiera con sus amigos, que nos veíamos en la noche para la fiesta.
Regresé con James y Mia, para preparar las cosas. Cuando llegamos la abuela había avanzado con la comida, así que nos dedicamos a decorar.
Estábamos sentados en la sala de estar, conversando, más bien James y yo conversábamos con normalidad, Mia estaba en silencio, nos miramos, no entendíamos porque se había desanimado tanto.
—¿Desde cuándo te callas las cosas? —le dije—No sabías, punto.
Ella suspiró.
—Es que no lo entienden—protestó, haciendo un puchero—. Encontré al amor de mi vida y se me fue de las manos—dijo con drama, ambos reímos—. No estoy bromeando, hablo en serio.
Nos quedamos en silencio, muy pocas veces veíamos a Mia tan seria, hablaba en serio. James chasqueó la lengua.
—Mia, apenas sabes su nombre, ¿cómo va a ser el amor de tu vida? —la regañó James.
—Lo sé, porque lo sé. Aunque debo disculparme, pobre Verónica, yo me sentiría terrible, ¿crees que me perdone? —me preguntó.
—Sí, supongo...tengo una duda, ¿por qué crees que Than es el amor de tu vida?
Mia puso los ojos en blanco.
—Tuvimos una conexión cuando nos besamos, no lo puedo explicar.
Asentí, preocupada, porque de alguna forma, yo había visto lo mismo entre ellos, aunque no se lo iba a decir, eso era echarle más leña al fuego. James la animó y cómo lo supuse, Mia dejó pasar lo sucedido y volvió a ser la misma brillante y enérgica chica.
Al terminar subimos a arreglarnos y la abuela nos informó que ella y el abuelo se irían con los vecinos para darnos nuestro espacio. Les agradecí el gesto y Mia aprovechó de sacar el licor que llevó a escondidas. Lo iba a ofrecer a escondidas de los abuelos, pero al ver que no estarían, su plan había cambiado. James y yo no le dijimos nada, si nos descubrían la inculparíamos de todo. Bueno, no tan así.
Volvimos a la sala de estar, listos para los invitados.
Después de unos minutos, mi novio apareció acompañado de Than, eran los primeros en llegar. Cuando Mia se reencontró con mi amigo, lo primero que hizo fue disculparse por lo sucedido, ni siquiera esperó a que la situación se incomodara, fue directo al punto. Gracias a eso Than recobró su semblante de siempre, fue muy educado y caballeroso al aceptar las disculpas, pero también dejó en claro sus intenciones con Verónica.
