Capítulo 20: Luz en las tinieblas

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El presentador Diethard Ried estaba frente al espejo ajustándose la corbata y el cuello de su chaqueta. Agarró su spray bucal y se disparó en la boca. Se dio unas palmaditas en la barbilla. ¿Se le notaba la papada? Ladeó la cabeza de derecha a izquierda y sus temores se disiparon.

Los últimos días había sido muy convulsos. Nada que mermara su ánimo. Siendo una figura mediática, estaba acostumbrado a lidiar con detractores. Aquella tarde sería su renacer porque iba a dictar su conferencia especial. Relegada en una mesita vecina, estaba una citación de la policía por una demanda que le había llegado esa mañana. No la leyó. No tenía tiempo. Debía prepararse. Pronto comenzarían. Sería una conferencia abierta a todo el público. Era probable que asistieran reporteros novatos. Y, en efecto, la mayoría era periodistas que recién habían ingresado a aquel agresivo mundo y estudiantes.

Entre las contadas excepciones estaba Kallen. Lelouch les había participado tanto ella como a C.C. que durante la conferencia publicaría el vídeo. En presencia de todos. Aunque Lelouch le dijo que él y C.C. podrían encargarse del resto, ella quería ver el resultado. Había formado parte del plan. La enojaba y le dolía que Lelouch, incluso después de que él le había revelado sus intenciones y forjaron una alianza, mantuviera distancias. ¿Por qué seguía construyendo muros entre ellos? ¿Acaso no le había demostrado que podía confiar en ella y que le era leal? Cuando menos, no se opuso a que fuera a la conferencia. Era su única nota de consuelo. Suponiendo que la sala estaría llena de reporteros, Kallen le pidió a Milly acompañarla. Más que nada porque no quería sentirse como pez fuera del agua. Compadeciéndose de Kallen, la flamante reportera accedió. No estaba muy entusiasmada. Consideraba al presentador como un periodista poco profesional que prestaba mayor importancia a los ratings que a las noticias. Se alentó diciéndose que quizá podría sacar algo bueno en dicha conferencia. Kallen no sabía si estaba bromeando. No la conocía a profundidad, pero sí sabía un par de cosas importantes sobre ella: era una buena persona y una aliada en quien confiaba Lelouch.

La conferencia se celebraría en el séptimo piso de la Torre de Babel. Y de camino allá iban el fiscal Kururugi, el detective Asahina y un par de policías con la intención de reunirse con el presentador. Quisieron acercarse yendo a Hi-TV con anterioridad y fracasaron. Quién iba a decir que hablar con el presentador era igual de inasequible que hablar con una estrella de cine. El detective le sugirió venir ese día y abordarlo, acabada la conferencia. Esta vez serían más insistentes. No abandonarían el edificio hasta verlo. Era urgente protegerlo. Zero podría comparecer en cualquier momento. El instinto de Suzaku no se equivocaba.

Después de unos minutos, el afamado presentador salió exhibiendo una deslumbrante sonrisa y saludando a todos con la mano. El gentío lo recibió con un cálido aplauso. Ried se posicionó detrás de un podio.

—¡Gracias, muchas gracias a todos por asistir! ¡Muy buenas tardes! Para aquellos que no me conocen, lo cual dudo, soy Diethard Ried, reportero en jefe de la sala de prensa de Hi-TV —alardeó. El público reanudó sus aplausos. Él les agradeció el gesto inclinando la cabeza con falsa modestia—. Bien. Hoy hablaremos de hechos e impacto o cómo Hi-TV logró el primer lugar en ratings —indicó en tono campante. Unas risas bobas reverberaron en la sala—. Visto que la mayoría de los presentes son periodistas, voy a dejar de lado términos como ética de cobertura o sentido del deber para que conversemos con total franqueza —el reportero Ried se salió de su podio para encararse a su público—. En 2021, me entrevistaron para una revista por mi última novela. El reportero me preguntó qué tipo de mujeres me gustaban. Le contesté: morenas. Al día siguiente, la revista publicó un artículo titulado: «A Diethard Ried le gustan las morenas» —Ried apretó un botón. La pantalla detrás de él se iluminó y en letras grandes aparecieron las palabras—. Es un buen título. Escrito a partir de hechos, pero ¿qué pasaría si le cambiamos el nombre? —apretó otra vez el botón y debajo del título surgió uno nuevo—. «A Diethard Ried no le gustan las rubias». Si están navegando y se topan con estos dos títulos, ¿a cuál darían clic?

Code Geass: BloodlinesWhere stories live. Discover now