36. Miedo, infidelidades y cajas.

229K 9.6K 1.2K
                                    

Todo este tiempo en el que había pensado que las cosas iban a estar bien de nuevo, en el que podría volver a ser feliz, en el que podría salir del callejón negro en el que había pasado gran parte del año. Todas esas cosas se desvanecieron al ver el contenido de la caja. No podía más. ¿Qué clase de persona puede seguir torturando a otra de esa forma? ¿Para qué? 

Cogí la caja y salí de ahí lo más rápido posible. Quería llegar a casa para poder tumbarme en mi cama hasta quedarme dormida, necesitaba descansar. El viaje del instituto a casa normalmente se me hacía corto, pero esta vez me daba la sensación de que cada paso que daba me quemaba más por dentro, como si todo estuviese en llamas. 

- ¿Emily? - pregunté con la voz entrecortada.

Decidí llamar a Emily poco antes de llegar a casa, necesitaba hablar con alguien, no, no necesitaba hablar con alguien, necesitaba hablar con ella.

- ¿Patito? - preguntó preocupada. - ¿Estás bien?

- ¿Puedes venir a mi casa más pronto, por favor? Necesito hablar con alguien, Em. Te necesito.

Escuché un rápido "Estoy en cinco minutos" y como la línea se cortaba. En menos de lo prometido el timbre sonó. Emily estaba agachada, sus manos sobre sus rodillas intentando coger aire lo más rápido posible mientras respiraba y expiraba. Subió la vista y me miró preocupada a pesar de tener la frente llena de sudor y la boca entre abierta.

- ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

Negué con la cabeza y fuimos a mi habitación. Tenía que contárselo todo.

- ¿Recuerdas la nota que os enseñé de un desconocido? ¿La que me dejaron en la taquilla? - Em asintió, aún con la boca abierta. - Pues no han dejado de enviarme notas de esas. Me las dejaban en la taquilla constantemente, sólo que no os lo decía porque pensaba que era una especie de broma de mal gusto y que con el tiempo se aburrirían de molestar, pero no ha sido así, en absoluto...

Mi amiga seguía callada, esperando a que le contara la historia entera, sin interrupciones ni preguntas.

- ... hubo un tiempo (corto) en el que deje de recibir y pensé que se había terminado todo, pero hoy... - miré la caja de reojo antes de volver la mirada hacia mi mejor amiga de nuevo - ... me han dejado esto en el pasillo del instituto.

- ¿Y qué es? - preguntó en un susurro, mirando la caja por encima de mi hombro.

- Échale un vistazo. - susurré avergonzada.

Emily se levantó y cogió la caja, dio la vuelta y volvió a la cama dejándola encima de esta. Se sentó a mi lado con las piernas entrecruzadas mirándome de reojo, comprobando si estaba bien, cosa que no era cierta. Cerró los ojos y suspiró antes de levantar la tapa. Asomó la cabeza con cuidado y frunció el ceño al ver el contenido de su interior.

- ¿Qué clase de mierda es esta? - preguntó enfadada.

- Lee la nota. - susurré jugando con mis manos.

Emily cogió la nota que había pegada dentro de la caja y la leyó en voz alta.

"Le has dado tu corazón a alguien que no va a quedarse, y vais a pagar el precio. 

                                                          Feliz cumpleaños atrasados preciosa. xx"

- No sé que clase de mierda es esta pero no tiene ni puta gracia, Ronnie. - escupió con asco.

Cerré los ojos e intenté dejar de pensar en todo.

- ¿Qué hago con todo esto? 

- Si te digo la verdad, estoy demasiado confusa. - apretó los puños y se levantó. - Vuelvo en seguida.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora