2."¿Quién es Kyle?"

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Mi despertador sonó a las siete de la mañana. Genial, de vuelta a la rutina. Lo cierto es que no estaba acostumbrada a despertarme a esa hora, después de haberme pasado todo el verano despertandome a las once o a las doce. Me levanté de la cama y me vestí, acto seguido, me dirigi al baño, donde tenía la intención de lavarme la cara y peinarme.

- ¡Ocupado! -gritaron desde dentro.

Genial, ya estaba el estúpido de Scott en el baño. Scott, era mi hermano, él tenía dos años más que yo, y dentro de poco cumpliría diecinueve años. Había repetido segundo de bachiller, así que venía al instituto todavía. Scott tenía el pelo oscuro, no lo tenía ni largo, ni corto. Los ojos los tenía como mi madre, azules. Era blanco de piel, y tenía un cuerpo trabajado. Emily ha estado loca por él desde que teníamos doce años, pero no esta enamorada, sólo que.... le encanta, y la verdad, no entiendo el por qué.

- ¡Sal de una vez, siempre haces lo mismo!

- ¡Estoy duchandome!

- ¿Por qué te duchas por la mañana? Luego tienes entreno, ¡vas a sudar, guarro!

- Ya, pero así te molesto. -contestó.

- Te odio. -gruñí y baje al baño de abajo. Compartir baño con tu hermano, no es nada bonito.

Mi madre ya nos había preparado el desayuno, así que hoy teníamos que hacer una cosa menos. Cogí mi móvil y puse música. Sí, a las siete y media de la mañana ponía música, había que empezar el día con alegría. Los vecinos no se quejaban porque la ponía bajita, además, era música de un Samsung, no de altavoces. Tampoco se oiría tanto.

Cuando terminé de prepararme, me di cuenta de que eran las ocho menos cuarto, y yo entraba al insituto a las ocho. Cogí mis llaves y las metí en el bolsillo pequeño de mi mochila, al igual que mi móvil. Le grité a Scott que iba a salir ya, pude escuchar un "vale" antes de salir de casa y caminar hacia el instituto. 

La razón por la que Scott y yo no ibamos juntos al instituto, sólo era porque él era un tardón. Siempre llegaba tarde a todos los sitios y a mi eso me ponía de mal humor. Soy una chica muy puntual, y con él, llego tarde siempre. Así que un día le dije que como no quería llegar tarde, yo me iría por mi cuenta, y que si él quería llegar tarde que se apañara. A mi madre no le hizo mucha gracia al principio pero el instituto tampoco esta tan lejos de casa. Cuando llegue, pude ver a Wen y a Brad besarse, y a Emily un poco apartada -pero a su lado- haciendo muecas de asco. Me reí al verla, y levanté la mano en forma de saludo. Cuando me vio, empezó a reír y vino corriendo hacia mi para abrazarme. 

- Te veía entretenida. -bromeé.

- Que asco de verdad. -rodó los ojos- Les quiero mucho, y son mis amigos, pero estas cosas, se hacen en privado, no en el instituto. -empecé a reír por su comentario. Estaba segura de que cuando ella tuviera novio, haría exactamente lo mismo. - ¿Y tu hermano? -preguntó con una mirada pícara. 

- En casa, ya sabes que él y yo no venimos juntos desde hace dos años.

- Es verdad. -puso cara de asco. - Seguro que esta deseando verme. - reí mientras nos acercábamos a Brad y a Wen.

- Seguro que sí. -murmuré- ¡Chicos! -saludé a los tortolitos.

- ¡Ronnie! -el novio de mi mejor amiga se acercó a mi y me abrazó cariñosamente. Brad siempre había tenido más confianza conmigo que con Emily, pero sólo era, porque de pequeños éramos vecinos, y como estabamos siempre cerca, jugábamos y nos contábamos los secretos. Era como, mi hermano. - ¿Cómo te han ido las vacaciones? - me preguntó una vez que me soltó.

- Muy bien, ¿y a ti? 

- Genial. -dijo con una sonrisa. El timbre empezó a sonar, para nuestra desgracia.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora