"Es hora de que el niño consentido de Papi, juegue" Su sonrisa se curvo, creando una imagen tétrica a ojos del menor. Su voz grave y su cuerpo cubierto por ropa elegante de marca cara, sus dedos largos y gruesos repletos de anillos y sus brazos con marca de tinta, su reloj Casio de oro adornando su muñeca derecha, su pelo color negro y su brillante dentadura hacía mojar a cualquier que le mirase. No todo lo que brillaba era oro, aquel chico de ojos avellana y de mejillas pintadas de carmesí, dulce carácter era conciente de eso. [ Actualizaciones rápidas ] [ Melanie Martínez ]