Hana se sentó en su escritorio, abrió el pequeño cuadernillo que acababa de comprar por la primera página y dio un suspiro, antes de agarrar un bolígrafo que venía con este y, temblando, empezar a escribir:
10 de Marzo de 2020
Mi nombre es Lee Hana y busco un motivo por el que seguir adelante.
No tengo ni idea de cómo se empieza un diario, esta es, como es obvio, mi primera vez haciendo esto, ni siquiera sé por qué contarle mi día a un papel me deshaogaría, pero empezaré a hacerlo.
Creo que tengo que presentarme.
Esto es ridículo, y siento la necesidad de dejarlo de lado y utilizar estas estúpidas hojas como libreta para mis apuntes del instituto, pero no debería.
Dicen que funciona. Tal vez así mejore mi horrible letra o consiga dispersarme cuando discuta con mamá, aunque eso no pasa realmente a menudo. A veces, que pase más tiempo en su despacho que en cualquier otra parte tiene sus ventajas.
Soy de Corea del Sur y tengo ahora diecisiete años. Mis aficiones son el patinaje, los videojuegos y leer. Este último no tanto, aunque digo que sí, lo cierto es que me da pereza y no termino de encontrar un libro que me enganche. Todos tienen historias demasiado felices con las que no consigo identificarme ni encontrar un lugar en el que mi imaginación quepa. Nunca me ha ocurrido algo que pueda considerar interesante y supongo que eso hace que me moleste leer situaciones surrealistas en el papel.
Desearía algún día poder escribirlas yo aquí y contarlas desde mi perspectiva.
Mi vida ha sido un desastre desde siempre... por algo estoy escribiendo esto, hablándole a un trozo de papel como si fuera un amigo. Hasta hoy, que ya no debería de ser un desastre, pero tampoco es feliz del todo. Digamos que estoy en un nuevo comienzo. Un nuevo punto de partida, a ver cómo surgen los acontecimientos.
Otra vez...
Cuando nací mi padre se marchó y nos dejó solas a mi madre y a mí. Nunca le he echado en falta realmente, ya que era tan solo un bebé de seis meses cuando me dejó y aprendí a vivir sin necesitar una figura paterna. Mi madre siempre ha sido muy trabajadora y ha estado dispuesta a llevarnos a ambas a la cima sin rendirse, ella sola.
Pero fue difícil, con muchos altos y bajos, tan bajos que en una escala del uno al diez nos llevaban al menos cien.
Alrededor de los seis años mis compañeros de clase empezaron a reírse de mi forma de ser o de mi situación al no tener padre de manera "inocente" en la escuela. Sinceramente, desde ese día las burlas jamás pararon, pero con todo lo pasado, diría que actualmente eso es lo de menos. Nunca he sido bien recibida, no sé si por mi personalidad o porque desde pequeña desarrollé miedo a socializar.
Así comenzó todo.
Nací y viví en Seúl toda mi vida. Cuando cumplí los diez años le detectaron a mi madre que era alcohólica, yo ya me había dado cuenta de aquello. Era bastante inteligente y madura para mi edad. Casi por obligación, pues tuve que aprender a ser así, digamos que para sobrevivir. Ella siempre había sido extremadamente trabajadora y gracias a su trabajo podíamos mantenernos, pero por su condición la despidieron.
Empezó a traer hombres a casa, de todas las edades y tipos, la mayoría la maltrataban sin que ella fuera consciente. Maltrato psicológico diría yo, la desgracia era que no lo hacía porque verdaderamente quisiera.
Era su trabajo.
Al cumplir los once vivimos una temporada en Incheon, la cosa no fue para nada bien... No se por qué, al ser la nueva, desagradé a todos. Mi intención no fue cambiar su entorno, pero eso les pareció.
Jamás he entendido a la gente y a día de hoy aún mantengo, de alguna forma, la esperanza de encontrarme con una multitud que sí sepa acogerme. Se supone que para eso estoy aquí. Acabo de mudarme.
Me insultaban, y era como una especie de alianza, todo el colegio contra mí. Me encerraban en los baños, me amenazaban en el comedor y hasta me seguían a mi casa. Cuando cumplí doce me dieron brutalmente una paliza que no describiré. Estuve en coma casi un año.
A los trece desperté y, para mi sorpresa, mi madre había logrado dejar el alcohol y su trabajo, consiguiendo aprovechar sus estudios para entrar a una empresa de éxito. Me dijo que volveríamos a Seúl, yo estaba feliz y pensaba que todo saldría bien... No fue así, ella consiguió pareja, al principio, pensaba que sería lo mismo de siempre, con la diferencia de que se escudaba en quererle. Y para mi sorpresa y alivio, no como los demás, este la trataba bien. Un hombre la trató como debía por primera vez, todo parecía mejorar. Regularmente, ella tenía trabajo y me dejaba a solas con él, era como el padre que nunca tuve... Pero, una vez más, todo salió horrible. Mi verdadero padre, que a menudo acosaba a mi madre, se enteró y volvió solo para sacarle a mi madre el dinero mediante juicios ya que no estaban legalmente divorciados por la vagueza de él. Nos arruinamos y tuvimos que irnos a vivir con mis abuelos, aquel novio se esfumó cuando mamá se volvió alguien que no tenía ni un céntimo, entonces comprendí cuál fue su propósito todo ese tiempo.
El interés siempre nos había rodeado de distintas formas.
Mi vida siguió siendo un asco en Seúl. Daba igual la ciudad, nada nos saldría bien. Y para colmo, mi madre desarrolló una alergia por los gatos que obligó a mi abuela a vender a su pequeña mascota. Era mi única compañía y me sentí terriblemente sola desde ese momento.
Cuando el acoso allí empezó de nuevo hubo situaciones extremas en las que no podía más, tuve un intento de suicidio y por unos meses me autolesionaba, a mi madre no le importaba mucho, nunca lo hizo. Trataba de darme siempre lo mejor y mantenerme, pero cuando empecé a crecer y ella a perder las esperanzas, el afecto se volvió nulo. Siempre me ha dado mis lujos y caprichos pero también hemos sido emocionalmente distantes. Es estricta, pero eso me da igual. Por motivos como todos los anteriores, aprendí a separar unas cosas de otras, a no quejarme y a conformarme con lo que tenía.
La gota que colma el vaso es que en primaria me detectaron que tengo altas capacidades para el estudio. Estaba feliz hasta que me di cuenta de que, tristemente, es otro motivo de acoso hoy en día. Por ser diferente, por sobresalir para los profesores, por tener lo que otros consideran facilidades...
Siguió tres años así, a los dieciséis mi madre consiguió un trabajo excelente en una empresa que es todavía más exitosa que en la primera que estuvo y, ahora, nos acabamos de mudar hace una semana a Busan. Ella trabaja en una agencia de moda que tiene oficinas alrededor de toda corea y es un negocio millonario. Actualmente tenemos una casa bastante grande para las dos, con muchos lujos que podré disfrutar y que nunca antes había tenido el placer de gozar.
Esperemos que ahora todo sea distinto. Me he propuesto ser positiva, y empezar de una vez de cero. Esta vez de verdad, porque si no, no aguantaré más.
Las vidas trágicas existen; no son cosas de libros, y no querría haber sido yo quien lo descubriera.
Mañana empiezo el instituto y he decidido comprarme este diario, para deshaogarme y distraerme, porque creo que de nuevo nada me irá bien.
Mentira. Tengo que ser positiva.
Es a lo que estoy acostumbrada.
Solo intento probar nuevos métodos para aliviar el vacío, porque ya no es tristeza, ahora es simplemente... poca esperanza, bajas expectativas.
Yo siempre me he descrito como alguien amable y feliz, en serio, me gusta ser amable, en el fondo lo soy, la niña a la que se le estropeó la vida a los seis años se mantiene dentro de mí y le gustaría poder salir en algún momento. Es un comportamiento optimista y alegre con el que puedo mostrar la mejor versión de mí misma a los demás. Soy amable con la gente fuera de los centros de aprendizaje, y me gusta la poca felicidad que encuentro. También me pregunto a diario si algún día encontraré a un chico que me haga feliz y poder darle el cariño que me gusta dar. Aunque, con mi mala suerte en el amor, lo dudo... Esa es otra cosa. Irónico, ¿verdad?
A los quince empecé a salir con chicos, tuve tres parejas entre los quince y los dieciséis años, me ilusionaba rápido y los tres me engañaron, no diré que le tenga rabia a la gente solo por eso, pero tal vez sí miedo a las relaciones.
El día ya ha acabado y debo de irme a dormir, son las diez y media de la noche...
Mañana empieza mi nueva vida. Deseo encontrar en este sitio un pequeño lugar para mí donde pueda ser yo, donde encuentre la felicidad de nuevo.
—Hana.
Antes de que continúes leyendo quiero que sepas que esta es una historia que comencé a escribir en 2020. La terminé en verano de 2021 y la estoy editando a finales de 2022, por lo que, aunque está mejorando con respecto a la versión original, no es mi mejor historia ni mucho menos, ya que no la reescribo como tal, sino que la edito. Te pido que tengas eso en cuenta ya que el resto de mis historias son mejores en comparación a esta, y yo misma lo digo como la escritora.
Es muy material de Wattpad, va a contener bastantes clichés y escenas típicas.
Actualmente, de mis historias recomiendo Last Melody y I fell In love With a Ghost para las Sunghoon biased que han acabado aquí.
Igualmente, espero que te guste y disfrutes tu lectura. Te mando un abrazo virtual y te invito a seguirme. <3
—Annye. 🐧