Hagámoslo en... [YiZhan/ZhanY...

By historias_yizhan

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¿Alguna vez has hecho la lista de todos los lugares donde follasteis con tu chico? Wang Yibo si lo hizo y no... More

Prólogo: La lista que escribí
1. Las Escaleras
2. Mi habitación
3. Su habitación
4. En el sofá
5. El patio del vecindario
6. En un concierto
7. Su cama una vez más
8. La regadera
9. El baño público (Pt. 2)
10. Los vestidores
11. Un hotel
12. Año Nuevo
13. El armario
14. La cama de mamá Xiao
15. El gallinero
16. El salón de cineclub
17. Nuestro hogar [Final]
Disneylandia [extra 1]
Disfraz [extra 2]
El estudio [extra 3]
Sueños [extra final]

9. El baño público (Pt 1.)

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By historias_yizhan

Este parte del capítulo no tiene +18
· · • • • ✤ • • • · ·

Ocurrió en la tercera semana de abril del 2014.

Yo había ido al cole, como todos los días.

Aquel día, el profesor de computación me había sacado del aula por culpa de Zhuo Cheng y me quedé en cuclillas por el resto de la clase. Me dolían mis piernas y los brazos por la posición. 

Íbamos de regreso al aula y yo intentaba golpear a Zhuo Cheng con el estuche de lápices de Cheng Xiao cuando el coordinador del grupo me llamó.

—Yibo, necesito que cojas tus cosas y vayas al aula de tutoría.

Mi primer pensamiento fue que el profesor de computación me había reportado y que ahora me iban a castigar.

Antes de ir, me aseguré de propinarle una nalgada a Zhuo Cheng, tan fuerte que rozonó en todo el patio.

—¡Hijueputa! —exclamó él llevándose las manos al trasero.

Como respuesta, le enseñé el dedo medio y después me fui a tutoría, victorioso.

Cuando entré al aula, me sorprendió ver a mamá ahí. La sonrisa se me borró enseguida y ya estaba esperando los regaños por parte de ella, pero no fue así.

Mamá estaba llorando y el tutor académico le había extendido su cajita de pañuelos con figurillas.

—¿Mamá? —pregunté. Mamá nunca lloraba.

—Podéis iros, señora Wang. Lo lamentó mucho. Si hay algo en que os pueda ayudar, no dude en buscarnos. Yibo tiene el teléfono de la oficina —el tutor se levantó y ayudó a mamá a ponerse de pie, después, le hizo una inclinación de respeto.

—Gracias, profesor. Le estaré informando todo —cogió su bolso y después se giró hacia mí —vamos, A-Yi.

Mamá salió del aula y yo lo seguí, confundido.

—¿Qué pasa? —le dije a mamá —¿Por qué nos vamos?

Ella no habló y llegamos hasta el coche. Una vez dentro, se soltó a llorar.

—Hubo un corto circuito en el trabajo de papá. Todo se incendio y lamentablemente... —sus palabras estabas rotas —, él no pudo... No pudo...

No hizo falta que continuara. Lo entendí todo.

Abracé a mamá lo mejor que pude. Ella se aferró a mí y se desahogó. Su llanto inundó el coche y rompió mi corazón.

▶︎ ●────

Recordar la muerte de papá siempre me pone triste (¿a quién no?).

Después de sacarme de la escuela, fuimos al centro funerario de la ciudad. Los restos de papá los iban a velar junto con sus compañeros caídos del trabajo.

Los difuntos llegarían a las cinco de la tarde, mientras tanto las familias estábamos en una incómoda sala de espera, murmurando muy bajito para que nadie nos escuchase.

Yo creí que sería fuerte. Que ver a papá en una caja no me iba a doler más de lo que me dolía en ese momento... Pero todo fue una mentira que yo mismo me cree.

Cuando metieron los ataúdes a la sala de velación, me acerqué al de papá. Me bastó un segundo mirarlo ahí dentro para terminar de decirme que papá se había ido. Nos había dejado.

Y ese fue el peor golpe. El más doloroso. Perder a papá.

No puedo ni siquiera pensarlo porque todo me regresa a la mente como si hubiese sido ayer. Pero esto pasó hace siete años.

Después del velo, mis colegas se enteraron de lo sucedido y acudieron al entierro de papá al día siguiente.

Falté algunos días al cole. Tenía el permiso del director para hacerlo. No me presenté hasta una semana después.

Para entonces, tenía un montón de tarea y cosas que entregar, más a aparte comenzar el trámite de ingreso a la universidad.

En la semana que había faltado, gente de la universidad de Pekín había ido a dar informes sobre sus carreras y también había dejado una invitación para visitar la escuela y conocer mejor su plan de estudios.

Mi duelo por la perdida de papá me tenía mal y rechacé la invitación. Me empecé a retrasar con los trabajos actuales con tal de entregar los pasados. A veces no hacía las tareas y terminaba pidiéndolas a los demás.

Zhuo Cheng se enojó conmigo porque, según él, andaba distraído. Había dejado de reunirme con ellos después de clases, ya no jugaba en los ratos libres y tampoco hacía bromas o me llevaba pesado con ellos. Pasaba la mayor parte del tiempo en el salón estudiando o llorando.

Quizá tenía razón en que estaba dejándome caer mucho. Pero creo que era normal, ¿Que no? Habían perdido al hombre que me dio la vida, me crió y que amó a su manera. Yo era el que no entendía por qué Zhuo Cheng no pudo comprender eso.

Romper mi amistad con él en ese momento me demostró algo: los amigos son contados.

Antes yo me decía lo mismo, pero mi grupito siempre me demostraba lo contrario. Creí que por tener a más de cinco chicos jugando a los besos en medio de las clases era algo guay y sentía tener los mejores amigos. Pero Zhuo Cheng me demostró lo contrario. No todos son reales.

Li Kaixin intentó hablar con él, pero Zhuo Cheng simplemente se alejó. Y con las semanas Cheng Xiao también hizo lo mismo.

Al final mis únicos buenos colegas fueron Kaixin y Xujia. Ellos me ayudaron y lloraron conmigo en las horas de descanso. Iban a casa a ayudarme con las tareas y Kaixin me ayudó al proceso de admisión a la universidad.

Cuando llegaron los exámenes de admisión, llevé a papá en el bolsillo y sentí su espíritu acompañarme. Suena cursi, lo sé. Pero así lo hice y me fue bien. Tuve un buen resultado y logré entrar a la facultad de ingeniería que tanto deseaba.

Seguramente, a este punto, os estaréis preguntando por susodicho tío de hermosa carita y dientitos de conejo.

Porque, para qué negarlo, Xiao Zhan  y papá se habían llevado muy bien. Tenía derecho a saber lo que le había pasado.

Pues vale, que poco antes de la graduación, volví a activar la cuenta falsa dónde le seguía en secreto.

Aquella vez mi estómago estaba muy nervioso. Me dolía incluso.

Entré al inicio y la primera persona que me apareció fue Wang Dalu.

Había publicado una fotografía de una habitación en blanco y negro.
Bien dicen que quien busca encuentra. Y ahí va, Wang Yibo a ver el perfil del compadre.

No había mucha información y las fotografías eran mínimas. Eso fue lo que llamó mi atención.

No había fotografías.

La última vez que lo había espiado, compartía de todo y en todo etiquetaba a Xiao Zhan. Y aquí no había nada.

Salí del perfil de Dalu y entré al de Xiao Zhan. Pero aquí pasó algo. La cuenta que seguía anteriormente ya no existía y el perfil que me apareció era nuevo.

Entré a espiar y me bastó ver la descripción para enterarme que Xiao Zhan y Wang Dalu habían terminado.

Si hubiese sido el Wang Yibo de un año atrás, esa noticia me habría puesto a brincar de alegría, pero sinceramente no sentí nada.

Ya ni siquiera tenía ganas de continuar stalkeando su perfil y mucho menos de decirle lo de papá.

Cambié la contraseña del perfil falso y cerré la cuenta. Era definitivo.

Después llegó la graduación. Me despedí de algunos compañeros que me caían más o menos bien. Me despedí de Wen Han y seguí en contacto con Yan Xujia y Li Kaixin.

Con ésta última seguí hablando por más tiempo y le veía más seguido que a Xujia. Íbamos a la misma universidad y a veces nos encontrábamos en el campus.

Cuando cumplí los dieciocho, quise aprovechar el poco tiempo libre que tenía y decidí apoyar económicamente a mamá.

Encontré un empleo que ayudaba a los estudiantes con horarios flexibles y una buena paga. Era en una tienda departamental. Algo jodido, pero me convenció lo de los horarios.

Presenté mi solicitud de trabajo y fui llamado a una entrevista al día siguiente. Lo que yo no sabía, era la sorpresa que el destino me tenía guardado.

Al llegar al área de RH de la tienda, lo vi. Era Xiao Zhan.

Mi corazón se aceleró muchísimo cuando vi que él también se acercaba a la fila de reclutamiento.

«Esto no puede ser real» pensé mientras me giraba a mirar a otro lado.

Pero sí fue real. Era él.

Y estoy seguro que él me vio. Cuando la reclutadora me mandó a llamar, gritó mi nombre. Era obvio que me tuvo que haber visto.

En fin, el punto es que pasé a la entrevista y, no sé qué tipo de suerte tuve aquel día, pero el trabajo fue mío.

Salí casi brincando de felicidad. Incluso me olvidé que Xiao Zhan andaba por ahí.

Regresé a casa y le conté a mamá del empleo. Ella se puso contenta y festejó conmigo preparándome mi comida favorita.

Después, encendí inciensos a papá y finalmente, comí con mamá.

La tarde hubiera sido perfecta si mamá no hubiera sacado cierto tema a relucir.

Mientras comíamos, ella dijo:

—Adivina a quién me encontré hoy —su tono de voz era divertido.

—Ni idea. ¿A quién? —aunque ya me empezaba a hacer la idea.

Ella se rio bajito y antes de hablar, bebió agua.

—A Xiao Zhan.

Dejé de masticar enseguida y la miré. Mamá tenía los ojos alegres y su sonrisa me decían que no sólo lo miró de lejos. También habló con él.

—Está de regreso. Me contó que no le fue bien en la universidad de Cantón y volvió a pedir su cambio aquí a Pekín, aunque repetirá el último semestre.

—Pues... Qué bien, ¿No?

Mamá estiró la mano por encima de la mesa y me dio un sape.

—¿Cómo que qué bien? Deberías buscarle. Arreglen cualquier mal entendido que tengáis y si se puede... deberíais ser amigos de nuevo.

Había olvidado que mamá no sabía mi historia con él. No quise darle explicaciones de más y simplemente le mentí y dije que así lo haría.

Llegó mi primer día de trabajo y me enviaron al área de descarga. Podía cargar bultos pesados y esa fue mi tarea: bajar las cosas traídas en los camiones de distribución.

Lo pesado de ahí no era cargar, era manejar con cuidado las cajas y asegurarme que no vinieran abiertas o maltratadas.

Dos semanas después, mi cuerpo y mente ya se habían acostumbrado al trabajo duro y comencé a cobrar mi primer salario.

Aquí fue donde conocí al nuevo Yibo.

Después de recibir mi primer sueldo, fui al centro comercial y compré una despensa para mamá, pagué la luz y el dinero sobrante, lo guardé dentro de una caja de galletas, para cuando mamá las abriera, se encontrase con esa sorpresa.

A los quince años, siempre creí que cuando tuviera mi primer salario, lo gastaría en una fiesta o comprando cosas inútiles. Pero nada me enorgulleció más que dárselo a mamá.

Ese día, después de las compras, pasé al sanitario del centro comercial. Me lavé las manos después de usar el inodoro y de un segundo a otro, Xiao Zhan salió de un cubículo.

Nuestros ojos se encontraron en el espejo y mi corazón palpitó muy rápido.

Quizá lo había "superado", pero no estaba listo para verle todavía. Y menos con lo bueno que se había puesto.

Antes de que alguno hiciera un movimiento, mis ojos se centraron en un punto específico de él. Llevaba un gafete. Uno igual al mío. Pero el suyo era del área de almacén.

Xiao Zhan sonrió cuando notó que miraba su gafete, y con esa sonrisa tan única que él tiene, me habló.

—Es una coincidencia enorme, ¿No crees? Jamás creí encontrarte aquí.

—Sí. Yo menos —dije con bastante seriedad.

Sequé mis manos con las toallitas de papel del dispensador y las arrojé al cesto de basura. Antes de salir, Xiao Zhan me detuvo.

—Yibo... Has cambiado —enarqué una ceja. Estaba bastante serio —fisícamente, quiero decir. Luces... Wow.

Sonreí a medias antes de coger las bolsas del súper.

—Soy un hombre, Xiao Zhan. No iba a tener quince toda la vida.

—Me doy cuenta.

—Tengo que irme.

Abrí la puerta del baño y nuevamente le escuché hablar:

—¿Crees que podamos empezar de nuevo? —me detuve en seco —me refiero a ser amigos. Como antes.

Suspiré y sólo dije:

—Lo pensaré.

Finalmente salí de ahí y me marché. Orgulloso de mi mismo por no caer en brazos de Xiao Zhan en cuanto lo tuve al frente.

Al menos no tan rápido.

· · • • • ✤ • • • · ·

Decidí dividir esta capítulo en dos partes para explicar aquí lo que sucedió con Yibo todo el año que estuvo son Xiao Zhan.

La segunda parte sí tiene acción y la traeré mañana 'ღ´-

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