Los rayos de sol entraron por la habitación de Janette molestando en sus ojos. Sin tener uso de razón, se despertó haciendo un gran bostezo y se refregó los ojos con las manos. Se encontró con la misma ropa de ayer y con los zapatos puestos.
-Bueno, pues... he vuelto... - murmuró al sentarse en la cama.
Janette se levantó y se fue al baño a darse una ducha. Al terminar, tomó la difícil decisión de ponerse ropa que Logan le compró. Escogió unos tejanos, una camiseta negra que le parecía bastante chula y las botas de siempre.
-Me faltan cosas que Logan no puede comprar... - murmuró refiriéndose a la ropa interior.
Janette abrió los ojos como platos al imaginar a Logan comprando ropa interior de mujer, y para ella.
-Cállate, deja de decir estupideces... - se murmuró.
Cuando se vistió, lo primero que decidió hacer es ir a desayunar. Si se encontraba con alguien, ya le daría explicaciones luego. Janette caminó hacia el comedor y, por su fortuna, no había nadie. Ella no sabía porqué, pero escogió y se comió rápidamente el desayuno. Al terminar se fue a su habitación de nuevo. Se sentía algo incómoda de sólo hacerse la idea de darle explicaciones a Charles. Al entrar y cerrar la puerta, escuchó que otra puerta se abrió. Guardó silencio rezando que nadie entrara en su habitación, pero nada.
-¿Janette? - era la voz de Logan.
-Eh... ¿sí...? - preguntó desde adentro.
-El profesor te llama a su despacho. - dijo Logan.
-Vale, gracias... - dijo Janette decepcionada con sus plegarias.
Janette esperó un rato y al salir, se encontró a Logan apoyádo en el marco de ka puerta.
-Oh, hola... - dijo Janette sorprendida de ver que aún estaba aquí.
-Hola. - dijo Logan con tono sereno.
-¿Vienes conmigo? - preguntó Janette confusa.
-Sí, nos llama a los dos. - dijo echando un suspiro.
Janette asintió, y ambos se dirigieron al despacho de Charles.
-Buenos días, Janette. - saludó Charles en cuanto els vio entrar. - Buenos días, Logan.
-Buenos días... - dijo Janette sentándose en una silla y un poco harta de decir siempre "buenos días".
-Bueno, os he traído porque quiero que me expliquéis qué pasó ayer. - dijo ya serio.
Janette miró el suelo pensando si quería decirselo, porque si ahora lo pensaba, parecía estúpido.
-Fue mi culpa. - dijo al fin Logan. - Yo... Estaba cabreado, ella preguntó qué me pasaba pero... le contesté mal, se enfadó, me enfadé y... ese fue el resultado.
Charles los miró a ambos, especialemente a Janette, quién estaba mirando al suelo sin decir nada. Charles no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa sin que Janette se diera cuenta, pero Logan si lo hizo, y por eso, le echó una mirada asesina. En seguida, Charles, borró esa sonrisa para que ella no se diera cuenta y garraspeó con el cuello.
-Bueno, está bien, pero procurad no haces más estos sustos. - dijo Charles. - Y.... Janette, agradecería que la próxima vez, me consultaras a mi antes de decir marcharte.
Janette asintió devilmente y se levantó de la silla.
-¿Ya está...? - preguntó Janette seria, y Charles asintió. - Entonces, ya nos veremos...
Janette salió del despacho y se dirigió de nuevo a su habitación. Mientras que ella se marchaba, Logan y Charles seguían hablando.
-¿Qué te dije, Charles? - marculló enfadado Logan. - Déjalo ya.
-Logan, tu sabes que yo intento ayudarte.
-¡¿Metiendote en mi vida privada?! - espetó levantándose de la silla.
-Logan... Tranquilo... - murmuró Charles.
-¡De tranquilo nada! ¡Primero Tormenta diciéndome que no hay futuro, y ahora tú! ¡Déjadme en paz! - espetó Logan, y se marchó.
Logan estaba realmente cabreado. Se fue a su habitación y se encerró ahí dentro. Se tiró en la cama mirando hacia el techo. Él sentía algo realmente fuerte por Jean, pero el problema es que ella está con Scott, y lo peor es que ella lo ama. El sentir esto por ella le hacía sentir frustración. Sentía como una llama dentro de él, pero... esa llama se debilitó, porque otra llama de fuego había crecido en él. Estaba totalmente confuso y frustrado. Por un momento se pensó en lo que Charles le dijo sobre Janette. ¿Y si esa llama... era por ella?
Al instante, Logan se dio una pequeña bofetada en la cara.
-"¡No!" - pensó Logan.
Logan estaba que no quería ver a nadie, si no, acabaría por destrozarlo todo.
-"¿Por qué...?" - pensó triste. - "¿Por qué no puedo ser como los demás y poder tener a alguien a quién amar...?"
Logan echó un suspiro cerrando los ojos y se colocó sus manos haciendo que fueran como almohadas.
-Vaya mierda... - murmuró.
Janette estaba en su cuarto leyendo el libro de poesía, tumbada en la cama. Ahora sentía algo extraño en el ambiente, como si le estuvieran ocultando algo, pero no le do demasiada importancia al asunto. Ya se había terminado el libro y decidió devolverlo a la biblioteca. Se puso sus botas de nuevo y salió de la habitación. Todo estaba en silencio, sólo se escuchaban sus pasos. Cuando llegó a la biblioteca, dejó el libro en la estantería sin decir nada porque no había nadie. Ya avisaría de que lo había dejado ahí. Volvió a su habitación para tumbarse un rato antes de comer. La verdad, sentía que estaba en un hospital abandonado de tanto silencio. Se tumbó y cerró los ojos, pensando en lo que le provocaba estar ahí. Lo que le ocurría con Logan. No podía quitárselo de la cabeza.
-"Creo que... cuando lleguen todos, me alejaré lo máximo que pueda de él..." - decidió, y entonces cayó en la cuenta.
-¡Llegan mañana por la mañana! - exclamó levantándose. - Bueno, pues... tendré que prepararme para las clases...
Janette miró la hora.
-¿La una y media? ¿Ya? - dijo extrañada.
Janette se levantó y se fue a comer. Llegó allí y no había nadie, pero comenzó a almorzar sola.
-En estos momentos echo de menos a Tormenta... - murmuró riendo.
-"¿Dónde estará Logan?" - pensó mientras comía.
Mientras Janette estaba en el comedor, Logan seguía en el cuarto meditando sobre la situación. No paraba de tener la vista entrance en el techo, pero en su mente veía imagenes sobre todo. Sobre los momentos con Jean y los momentos con Janette.
-"Maldito Charles..." - pensó Logan. - "Ahora me ha dado en qué pensar..."
De la nada, llamaron a la puerta.
-¿Sí? - preguntó Logan sin levantarse.
Alguien abrió la puerta. Era Janette, y consigo traía algo en la mano.
-Oh, hola. - se levantó Logan rápido de la cama.
-Hola. - dijo sonriente ella.
-¿Qué... pasa? - preguntó.
-Oh, nada es que... como no bajabas y se ha pasado al hora del almuerzo, te he traído esto... - dijo entregándole una hamburguesa envuelta con papel.
Logan cogió la hamburguesa sorprendido y con una sonrisa le dio las gracias.
-Siento no haber ido, pero estaba pensando en cosas. - se excusó Logan.
-No importa. - murmuró. - Bueno, pues... te dejo.
Janette estaba a punto de irse, pero se dio cuenta de que encima del escritorio de Logan, había un smoking. Se acercó a verlo y le dijo:
-Lo sabía. - dijo riendo.
Logan también se rio y le dijo:
-No me voy a presentar al baile con ropa deportiva.
-Pues era lo que esperaba. - bromeó Janette.
-Ya claro... Y tú supongo que irás con... el vestido. - dijo Logan extrañado de hablar sobre temas de ropa.
-No lo sé. - dijo desvaneciendo la sonrisa. - La verdad, no tenía pensado presentarme...
-¿Por qué? - preguntó Logan.
-No me van los bailes.
-Pero si la música... - observó Logan. - Además, lo has preparado tú, que menos que presentarte.
-Me lo pensaré... - dijo con una cara de superioridad, y Logan se rio. - Bueno, pues... hasta luego...
-Espera. - la detuvo Logan, y Janette lo miró. - Siento que... debo decirte algo....