Janette fue al comedor sin encontrarse a nadie por el camino. Cuando llegó se limitó a esperar a Logan sentada en la mesa de siempre. Janette comenzó a pensar cosas obre el baile, sobre si iría o no. Además, no tenía nada que ponerse para ese tipo de cosas, ni nada para arreglarse el pelo. Solamente tenía la misma ropa de siemore y de recambio, y siempre con sus viejas botas. Siempre se dejaba suelto el cabello, a excepción del entrenamiento con Logan. A Janette le parecía estúpida la idea de aparecer en un baile, sería extraño, y más ver críos deanvulando por el gimnasio, adolescentes bailando, e incluso profesores. Extraño. Janette salió de sus pensamientos cuando se dio cuenta que había pasado una hora.
-"¿¡QUÉ?!" - pensó al ver la hora.
Janette se levantó y fue a buscar a Logan por todos sitios. Hasta que lo encontró, pero no estaba solo.
-Ella no ha sido, Jean... - le murmuró Logan. - ¿Y por qué debería haberlo echo?
-Pues... no lo sé, pero tú no has sido, ¿verdad? Entonces solo queda ella. - dijo Jean.
Janette se percató de que estaban hablando de ella. Ahora mismo sentía rábia. Tenía ganas de plantarle cara a Jean, y era loq eu tenía pensado hacer después de escuchar un poco más la conversación.
-Puede que haya sido idea del profesor. - le dijo exhasperado.
-Estás de su lado. - dijo fríamente.
-"¡¿DE SU LADO?!" - pensó Janette. - "Cuando te pille verás, pelirroja."
-Jean, ¿qué lado? ¿Es que esto es un partido de fútbol? ¿Tú te oyes? - preguntó Logan algo molesto.
-No, pero parece que vaya en contra mía. - murmuró.
-"¡HIJA DE PUTA!" - pensó ardiendo.
-Lo dudo, Jean. - dijo serio Logan. - Lo dudo mucho, puede que el profesor haya cambiado de idea y pensó que te necesitarían más los alumnos.
Jean miró a Logan con exhasperación, y luego le dijo:
-No me cae bien.
Janette se rio por dentro y decidió actuar.
-Veo que eres de las que lo dicen todo a las espaldas. - apareció Janette, y Logan se sorprendió. - Logan, habíamos quedado hace una hora, pero no importa.
-Janette, yo... - se iba a disculpar Logan, pero Jean lo interrumpió.
-Tú no me conoces.
-No, no te conozco, pero acabo de ver cuanto vales. - dijo fríamente.
Logan estaba impresionado del carácter de Janette, pero no dijo nada.
-A ver si la próxima vez tienes lo que hay que tener para decir las cosas a la cara, pero yo de ti, cerraría la boca si no sabes nada. - le dijo Janette con un tono de superioridad.
-¿Te piensas que eres mejor que yo? - le preguntó vacilante Jean.
-No lo creo, lo soy. - se acercó a Jean.
Janette le sonrió en frente suyo y le dijo:
-Piensa antes de actuar. - fue lo último que dijo Janette antes de irse con paso decidido hacia algun lugar tranquilo.
Jean se había quedado con la furia dentro, pero no le dijo nada más.
-¡Janette! - la llamó a lo lejos Logan, pero Janette corrió.
-Está bien, me voy de una vez. - dijo indignada Jean a Logan.
-Jean... Sabes perfectamente que lo que has echo está mal.
-¡¿Que está mal lo que YO he echo?! - espetó. - Eso díselo a la nueva.
Logan no dijo nada más, se fue a buscar a Janette. Esta estaba escondida entre material del gimnasio, sentada en el frío suelo.
-Que bien... - dijo exhasperada Janette. - Y que asco... La has cagado pero bien. Aunque ha sido u culpa...
Janette suspiró de angustia. Ahora mismo sentía rábia de Jean, de ella misma y de Logan, pero sobre todo con Jean.
-¡¿Janette?! - apareció Logan en el gimnasio.
Janette intentó esconderse, pero Logan, al ver dónde y cómo estaba Janette, le dedicó una mirada con un poco de pena.
-Janette... - murmuró Logan acercándose a ella.
-¿Qué? - dijo cortante sin mirarle.
Logan se sentó a su lado y le preguntó:
-¿Por qué has reaccionado así?
-¿¡Qué porqué?! - espetó. - ¡La pregunta es: ¿Por qué ella se ha comportado así?!
Logan suspiró porque sabía que Janette tenía razón, pero sentía que debía defender a Jean, porque sentía algo por ella.
-¡¿Es que no puedo tener una vida tranquila?! - espetó aún sin mirarle, encorbando su espalda. - ¡¿No puedo de una puta vez estar bien sin que nadie me fastidie el día?!
Logan la miró apenado y sorprendido, sentía la necesidad de consolarla, pero no sabía cómo hacerlo. Entonces recordó lo que Janette le hizo cuando él estaba mal. Logan dejó escapar una pequeña sonrisa y poco a poco, dejó su mano en la espalda de Janette, y así haciendo giros lentos y calmantes. Janette sintió la mano en su espalda, pero no dijo nada porque hacía tiempo que no se sentía así de bien con alguien.
-Gracias. - le dijo Janette aún sin mirarle.
Logan sonrió, pero no dijo nada. Janette se levantó repentinamente dejando a Logan confuso.
-Bueno, eh.. me voy. Te veo dentro de poco. - dijo Janette sin mirarle.
-Oye, espera. - se levantó rápido Logan. - Primero, tu no te vas, tenemos un aluerzo pendiente y segundo, ¿podrías mirarme a los ojos?
Janette seguía se espaldas a Logan, pero poco a poco se giró. Logan volvió a ver esos ojos cristalizados y una lágrima recorró el rostro de Janette. Logan se quedó sin habla al verla.
-Tranquila. - le dijo apartando esa lágrima de su rostro. - Ahora vamos a comer.
-¿Ahora? - dijo Janette desviando la vista de la vergüenza que sentía al ver que Logan se comportaba tan bien con ella. - Es tarde.
-¿Y qué? - dijo Logan andando hacia la salida.
Janette sonrió y lo siguió.
Pasaron horas. Janette y Logan habían almorzado, y Jean ya no estaba. Janette había vuelto a practicar sus poderes con Logan, pero esta vez intentó hacer que Logan viera los suyos, cosa que consiguió. Ahora Logan comprendía un poco más a Janette. La noche llegó. Logan y Janette habían cenado. Ahora ella estaba alegre, pero debía aprovechar esos momentos porque podrían ser lo últimos si Jean y ella se peleaban siempre.
-Bueno Logan, me voy a dormir. - dijo levantándose de la silla.
-Yo también me voy a la cama. - dijo recogiendo la botella vacía de refresco que se había bebido antes.
Ambos fueron hacia el pasillo de las habitaciones y, antes de que Janette se marchara, Logan le dio un beso en la mejilla a Janette. Ella se lo quedó mirando confundida y él dijo:
-Alguien, un poco peleona, me dijo que va bien para ir a dormir.
-Entonces debe ser muy sabia... - bromeó, y Logan se fue hacia su puerta riendo. - Adiós, Logan.
-Adiós. - dijo Logan sonriendo, pero Janette sabía que esa sonrisa era de esas que sabía que aquello era una amistad.
Janette cerró la puerta y aguantó la respiración.
-"Por favor, para o me alejaré de ti..." - pensó.
Se cambió por el pijama, y se fue a dormir. Mañana sería otro duro día, y cuando Janette pensaba duro, se refería a aguantar las ganas de darle un beso a Logan, pero no en la mejilla.