Búscame

By laumor_

728K 42.4K 1K

Julia Thompson vuelve al pueblo del que nació, evitando todos aquellos problemas que la atormentaban. Restaur... More

¡Hola de nuevo!
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2. Parte 1
Capítulo 2. Parte 2.
Capítulo 3. Parte 1.
Capítulo 3. Parte 2.
Capítulo 3. Parte 3.
Capítulo 4. Parte 1.
Capítulo 4. Parte 2.
Capítulo 4. Parte 3.
Capítulo 5. Parte 1.
Capítulo 5. Parte 2.
Capítulo 6. Parte 1.
Capítulo 6. Parte 2.
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9.
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12.
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 34
Agradecimientos.
Epílogo

Capítulo 33

13.4K 775 28
By laumor_

Hacía algunos días que habíamos llegado a Bristol. Cada uno vivía en su vivienda, aunque al final él acababa visitándome todas las noches.

—Tienes a este tipo majareta por ti, ratoncita. —Decía mientras pasaba a mi casa con una sonrisa de oreja a oreja.

—Tú estabas loco de antes. —Contesté divertida.

Tyler soltó una carcajada y tomó mi rostro para besarlo. Me subió a su cadera, y tomándome encima de él, me llevó hasta mi cama.

[...]

Habíamos decidido contarlo a nuestros amigos, al fin y al cabo ahora íbamos en serio. Todos, excepto Matt y Rob, se sorprendieron pues era la primera noticia que tenían de nuestro romance. Rob parecía decepcionado, lo que me hizo entender que nunca se alegró y que en la fiesta los celos sólo eran una excusa para estar cerca de mí. Matt, sin embargo, se  alegró de corazón, me abrazó con fuerza tanto a mí como a Tyler y en sus ojos se veía ese brillo de ilusión.

—No saben lo contento que me ponen. —Decía mi gordo favorito. —Pero como le hagas daño, te partiré todos tus huesos. —Amenazó de la mejor manera que supo, pero en un instante todos explotamos en carcajadas. —Eres mi hermana, gorda.

—Ay, pues que hermano más cascarrabias tengo. —Dije sacándole la lengua.

—No me digas, ratoncita. —Contestó Matt removiendo mi pelo, como lo hacía siempre mi padre.

— ¡Eh! ¿Qué ha sido eso? —Pregunté sorprendida mirando a Tyler.

Él con una sonrisa se encogió de hombros.

— ¿Cómo te has podido callar ese mote, gorda? —Preguntó riendo Matt.

—Me gustaba más cuando pensabas pegar a Tyler, no ahora que parece que se cuenten todo.

Me crucé de brazos intentando enfadarme, pero mi rubio favorito me tomó por los hombros para que lo mirase. Elevé mi vista hacia su rostro y él me sonreía con ternura.

—Me encanta cuando te enfadas, pequeña. —Besó con ternura mis labios.

¿Y a quién quería mentir? Era imposible enfadarse.

Escuchamos algunos canturreos de nuestros amigos que presenciaban el beso, lo que hizo que rápidamente nos separásemos algo avergonzados.

[...]

Observé por quinta vez la pantalla de mi ordenador. Pestañeé, intentando encontrar el error del asunto, pero no lograba ver más allá del nudo. No encontraba la solución por más que lo intentaba y estaba comenzando a desquiciarme.

Mi mano derecha se encontraba entre mis cabellos, mientras algunos suspiros de quejidos salían de mi boca.

Un ruido procedente de la puerta hizo que despertase mentalmente y observase que Sarah entraba con una buena sonrisa, la cual pronto se esfumó al ver mi cara.

—Ay nena, no me digas que aún estás liada con la planificación de medios. —Se quejó dejando una carpeta llena de folios sobre mi mesa.

—No encuentro la mejor alternativa, todas me parecen malas y grandes derroches. —Suspiré y tomé algo de mi ya frío café. Solté un quejido al notar el sabor frío y dejé la taza en la mesa de mala gana. Sarah bufó ante mi reacción.

—Pues si todas son un derroche no hagamos publicidad.

—Peor es nada, pero no sé por qué todos se aprovechan de nosotros cuando nuestros recursos son limitados.

—Bueno, dejemos a un lado el trabajo. —Sonreía Sarah. ¿Por qué esta chica siempre era tan feliz y yo tan amargada cuando trabajábamos? —Tengo buenas noticias.

—Sorpréndeme. —Sonreí y la miré expectante.

—Lo hemos hablado Matt y yo, y bueno, hemos pensado que quizás podrían... si no os importa...—Sarah miraba sus manos nerviosa y estaba consiguiendo ponerme nerviosa a mí.

— ¿Sarah? —Pregunté ante su tartamudeo y silencios repentinos.

—A ver. —Suspiró. —Si Tyler y tú quieren ser los padrinos del bebé. —Soltó de golpe.

Me levanté de sopetón y llevé mis manos hacia mi cabello. Sarah me miró sorprendida y algo confusa. Le sonreí para tranquilizarme y parecía que funcionó porque suspiró con fuerza.

— ¡Me encantaría! —Exclamé y fui hacia ella para abrazarla.

—Pensé que me dirías que no. —Dijo cuando pudo separarme de mi gran abrazo. — ¿Puedes preguntarle a Tyler? Tú sabes tratar mejor con él. Ya sabes...—Me miró y se mordió el labio inferior. —Es un poco complicado. —Asentí sonriente.

—No te preocupes que yo se lo digo.

Sarah tomó su carpeta y salió dando saltitos de la emoción. Sonreí para mí y volví a mi silla para volver a mis asuntos. Sin embargo hoy no era día de trabajar, o eso parecía, cuando recibí una llamada que no esperaba recibir.

—Dime, Gerard. —Dije tras descolgar el teléfono y habérmelo puesto en la oreja.

—Princesa, necesito un favor. —Pidió su voz con su acento francés tan peculiar.

—Ay, ya sé. —Respondí mirando un mechón de mi cabello. —Y sí, será mejor que quedemos cuanto antes para formalizar el divorcio.

Hasta ahora me había dado igual, pero ahora que las cosas iban bien con Tyler no podía arriesgarme a estropearlo. Ahora sería yo quien necesitaría el divorcio con urgencias.

—Eso está bien, pero necesito otro favor, preciosa.

— ¿Qué favor? —Pregunté frunciendo el ceño. ¿A qué favor se refería exactamente ahora?

—La semana que viene serán los premios VBT, necesito que seas mi acompañante. —Soltó de golpe lo que hizo aparecer un nudo en mi estómago.

¿Acompañante de Gerard? No, por supuesto que no. ¿Qué pensaría Tyler de todo esto? Que su novia sea la acompañante de su ex marido, o bueno marido aún, a unos premios al que él también irá. Y claro, luego está el asunto de que él no sabía que todavía seguía casada con Gerard.

—Que te acompañe tu novia. —Respondí ante su propuesta. Escuché un suspiro como respuesta por su parte.

—Preciosa. —Me llamó calmadamente. —Nadie sabe que nos vamos a divorciar, hemos esperado tanto tiempo para formalizar el divorcio debido a tu trabajo y para no estropear tus negocios, solo te pido lo mismo, espera una semana más y tras los premios nos divorciaremos.

— ¿Por qué no puede acompañarte ella? —Pregunté alterándome. —No lo entiendo, ¿te avergüenzas de ella?

—Julia, te lo repito, nadie sabe del divorcio. —Suspiró algo más nervioso ahora. —Si suelto esta perla justo antes de los premios mi empresa saldrá perjudicada. Espera una semana, yo esperé por ti.

Miré mis manos algo temblorosas. Elevé la vista hacia la pantalla de mi ordenador en la que aún se encontraba mi planificación de medios y luego miré la puerta de mi despacho.

— ¿Julia? —Preguntó Gerard ante mi silencio. — ¿Sigues ahí?

—Sí. —Respondí rápidamente, aunque tuve que aclarar mi voz. —Verás, Gerard, estoy saliendo con un hombre que irá a los premios. —Admití. —No creo que sea buena idea que él me vea con mi ex marido. —Suspiré angustiada y él suspiró como respuesta, aunque su suspiro era frustrado.

—Somos mayorcitos, preciosa, creo que sabemos diferenciar las cosas. No tiene por qué enfadarse tu pareja.

Y eso era verdad, no tenía por qué enfadarse si confiaba en mí, ¿o no?

—Déjame pensarlo.

—Está bien, esperaré tu llamada pero hazlo antes de mañana. —Dijo y colgó.

Miré la pantalla de mi teléfono móvil y cerré los ojos. Dos de mis dedos fueron a parar en mis ojos y los froté en respuesta a mi frustración. No quería problemas con Tyler, no ahora después de todo lo que habíamos pasado. Pero sería una última vez y tendría el divorcio, para siempre.

Decidí apagar mi ordenador y dar por imposible la ejecución de la planificación de medios. Tomé mi bolso y di por finalizada mi jornada laboral. Miré la hora en mi reloj de pulsera, ya en la calle, y saqué la llave para abrir mi Astra. Dejé mi bolso sobre el asiento del copiloto y tomé dirección hacia la casa de Tyler. Sabía que hoy estaría allí, me lo había dicho en una llamada esta misma mañana. Mañana volvería a Nueva York para continuar trabajando.

Tyler había comprado otro apartamento en Nueva York. Tras el divorcio, Amanda se había quedado con el apartamento de Nueva York, varios coches y un gran pastizal de dinero. Tyler quería la casa de Bristol, porque según él le unía a mí y a sus amigos, y algún que otro coche, además de su inconfundible cuenta de ahorros. Por lo que irremediablemente había tenido que comprar otro apartamento en Nueva York para poder trabajar.

Aparqué justo en frente de su hogar y bajé sonriente hacia la puerta. Cuando él abrió esta, me sonrió y besó con firmeza mis labios.

—Dijiste que saldrías antes. —Se quejó dejándome paso para que entrase.

—Y aún dejé trabajo por hacer, pero bueno, aquí estoy. —Dejé el bolso sobre un perchero cercano a la puerta y seguí detrás de Tyler hacia el salón. —Tengo buenas noticias.

—Todo lo que sale de tus labios son buenas noticias. —Sonrió y se sentó a mi lado en el sillón.

—Qué tonto. —Me quejé algo avergonzada. —Bueno, Sarah y Matt quieren que seamos sus padrinos, los dos.

Miré a Tyler, esperando una respuesta, pero él se quedó en silencio. ¿No querría ser padrino junto a mí? Mis cejas se tornaron en confusión y sus labios se curvaron en una sonrisa.

—Me encantaría. —Terminó de sonreír y yo suspiré aliviada. —Esto merece un brindis. —Se levantó y fue hacia la cocina a por algo de beber.

En ese momento mi móvil comenzó a sonar. Me levanté y fui hacia la entrada de la casa a por el bolso que dejé en el perchero. Saqué exaltada el móvil y fruncí el ceño al ver en la pantalla el nombre Gerard.

—Dime. —Respondí al descolgar.

— ¿Lo pensaste? —Preguntó el francés.

—Está bien, te acompañaré en los premios VBT, pero al día siguiente dejaremos finalizado el divorcio.

—Por supuesto. —Contestó y pude jurar que estaba sonriendo en esos momentos. —Gracias por el favor, Julia, mi empresa te lo agradece. —Finalizó y colgó la llamada.

Dejé el móvil en el bolso y este en el perchero, me giré para volver hacia el salón pero mi cuerpo se paralizó al ver a un Tyler serio mirándome con dos copas y una botella de vino en las manos.

Miré la botella y sonreí, para intentar esquivar el asunto de llamada.

—Vino, qué buena elección. —Sonreí y me acerqué a él, pero este me ignoró y caminó hacia el salón. Le seguí algo incómoda y me senté a su lado.

— ¿A quién acompañarás en los premios? —Preguntó serio, mientras miraba la botella.

—A Gerard. —Confesé mirando yo también la botella, pero entonces sentí cómo Tyler dejaba de mirar la botella y me miraba, por lo que yo también volteé para mirarlo. — ¿Qué? —Pregunté algo confusa.

— ¿Gerard? ¿Tu ex marido?

—Mi marido. —Le corregí. —Digamos que el divorcio se alargó.

—Me has mentido.

— ¡No! —Exclamé alzando la voz. —Nunca te he mentido, Ty.

—Me has ocultado la verdad, que a fin de cuentas es lo mismo. —Se levantó y se acercó hacia la chimenea.

— ¿Y qué querías que hiciese? —Pregunté algo exhausta. —Si te lo digo, te enfadas, porque siempre te enfadas. —Me crucé de brazos y le miré. Él seguía mirándome serio.

—O sea, es mejor ocultarme la verdad para que no me enfade, pero a mí me has recriminado varias veces que me guardaba secretos. —Dijo y me sentí muy idiota al ver que él decía la verdad. Pero mi enfado estaba recobrando demasiado lugar dentro de mi cabeza como para darle la razón.

—No es lo mismo, tus secretos me hacían daño, me estabas ignorando.

—Ah, porque a mí no me hace daño verte cogida del brazo de tu marido. —Levantó una ceja y rió cínicamente. Miré mis pies y sentí que la furia iba a recorrer por todo mi cuerpo.

—Mira, Tyler, lo siento. —Dije con la voz elevada. —No te lo dije, sé que tuve que hacerlo pero no te lo dije. Lo siento.

—Eso no soluciona nada, Julia. —Me miró serio. —Te he contado todo sobre mí, absolutamente todo, incluso lo de mis padres, porque ha llegado el punto en el que confío en ti más que en mí. ¿Y a ti se te olvida contarme algo tan importante como es que aún no estás divorciada? —Negó con la cabeza. —No confías en mí.

—Eso es mentira. —Le miré. —Si confío en ti, y lo siento, tuve que hacerlo pero jamás encontré el momento.

—Todo eso que tuve que tragar, sobre que ya no confiabas en mí, sobre que te ocultaba cosas, sobre que mi matrimonio estorbaba nuestra relación y tú eras la otra. —Decía. —Todo este tiempo he sido yo el otro.

Abrí mis ojos ante su afirmación y me levanté para acercarme a él rápidamente.

— ¡No! —Grité. —Por supuesto que no. Maldita sea, claro que no.

Me acerqué y acaricié su brazo, pero él seguía enfadado por lo que rechazó el contactó y se dirigió hacia la ventana. Dudé si seguirle o no, pero caí en la cuenta de que si me volvía a acercar volvería a rechazarme, por lo que sería mejor permanecer de pie justo donde estaba.

—Y luego está el asunto de que le acompañarás a él. —Decía. — ¿Qué soy para ti, Julia? Lo lógico es que me acompañes a mí.

—Aún no sabe nadie sobre el divorcio, tú mismo sabes que si se enteran los proveedores justos antes de los premios será un caos.

Se giró para mirarme, aún permanecía serio.

—Quieres salvarle el culo a él que no te das cuenta del daño que haces. —Dijeron sus fríos labios, y esas palabras se clavaron directamente dentro de mí.

Bajé mi vista, la cual se comenzó a nublar levemente debido a las lágrimas.

—Eres una egoísta, Julia. —Decía. —He sacrificado todo por ti, y ni siquiera merezco sinceridad. Me he divorciado semanas antes de los premios, ¿crees que no causará un efecto negativo sobre mi empresa? Por supuesto que sí, pero para mí eras más importante tú. ¿Crees que no tuve que discutir con el resto de la junta directiva? Porque es mi empresa, pero mis acciones también les afectan a ellos. —Se calló por unos segundos y suspiró. —Para mí eras tú más importante, pero no sé donde me encuentro yo en tu lista de preferencias.

Elevé levemente la mirada y limpié algunas lágrimas que luchaban por salir de mis ojos. No quería escuchar nada más, todas sus palabras me habían dolido porque no eran ciertas y él lo sabía.

Le miré a los ojos, los suyos se mostraban fríos, parecían odiarme. Miré mis zapatos y negué con la cabeza. Me dirigí hacia el perchero de la entrada, tomé mi bolso y sin decir una sola palabra salí de su casa. Podía sentir su mirada a través de la ventana, aunque me prohibí echarle un vistazo. Tomé mi Astra y me marché lejos de allí, lejos de él.

Maldita sea, eran unos estúpidos premios y se acabó. A fin de cuentas, había trabajado para la empresa de Gerard durante varios años, quizás no lo hiciese por él, pero sí por la empresa, y Tyler debía aceptarlo.

--------------------------------------------------------------------------------

Estos dos son muy testarudos, ¿no creen? Ay me da pena deciros pero el siguiente capítulo será el último, en los premios :(

Espero que os haya gustado este y pidan el siguiente, intentaré publicarlo hoy mismo!!

Un beso, Lau.

PD: En multimedia Gerard :)

Continue Reading

You'll Also Like

154K 9.9K 58
Su corazón tendrá que dividirse en dos pero a quien escogerá ¿Al bueno o el malo? Un mensaje de Whatsapp lo cambio todo.
39.6K 4.5K 7
-AU donde Yuji y Sukuna son gemelos. -Donde Satoru es "Una madre sobreprotectora" que ve telenovelas. -Donde Toji se fue a comprar cigarros y regreso...
1K 59 5
-Necesito que hagas esto por mi, necesito que dejes esa mierda atrás y vuelvas a empezar de nuevo conmigo. Portada: raimbowpie♡
82.4K 10.3K 44
ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴏ 🦋Segundo libro de la Saga: FAIRY TALE En donde San ama a las hadas y en un viaje a la casa de su abuela, algo dentro de el le dice que va...