Capítulo 29

12.4K 890 39
                                    

Antes de que comiencen a leer este capítulo, quería comentaros algo. Si en algún momento yo pusiese título a los capítulos, este sin duda sería CONFESIONES. Es un capítulo difícil, en el que muchas cosas quedan a la luz y tuve que revisarlo varias veces porque no quiero ningún error. Tampoco ha sido fácil escribir confesiones, porque sabéis que Tyler es un hombre difícil y no expresa sus sentimientos tan fácilmente. Espero que les guste mucho, a mí sin duda es uno de los que más me gusta y más emotiva.

--------------------------------------------------------------------

— ¿Me vas a decir qué está ocurriendo? Creo que merezco una explicación.

Le miré, exaltada por la situación. Él, intentando controlar sus nervios aún, me miró y negó con la cabeza. No entendía nada, absolutamente nada. ¿Qué diablos habría pasado?

—Vamos a Nueva York.

— ¡¿Qué?! —Grité. —Estás muy equivocado si piensas que voy a ir a Nueva York. Tengo mis obligaciones, Tyler. Olvídalo. —Resoplé.

Tyler golpeó con fuerza el volante, tanto que pegué un buen salto del susto. Le pedí con la mirada que se tranquilizase, pero era imposible.

—Maldita sea, Julia, tienes que venir conmigo.

— ¿Por qué? Olvídame. —Me crucé de brazos y él me hizo mirarlo.

—Si no estás tú juro que la mataré. Necesito que me tranquilices.

— ¿A quién demonios vas a matar? ¿Me puedes explicar qué está pasando? No soy adivina.

—Allí te lo contaré, cuando lleguemos.

— ¿Tiene algo que ver con Tyler Amir Booth? —Solté de golpe. Quizás no debiese pero necesitaba saber la verdad de este asunto.

Tyler frenó el vehículo en seco y si no fuese gracias al cinturón de seguridad no sabría donde quedaría mi cuerpo. Le miré muy enfadada.

— ¡¿Te volviste loco o qué?! —Grité furiosa. — ¡Casi me matas, imbécil!

—Repite el nombre. —Ordenó.

— ¿Tyler Amir Booth?

— ¿Se puede saber cómo te has enterado?

— ¿Me he enterado de qué? Es sólo un nombre.

Tyler intentaba reprimir su enfado, quizás sorpresa también. Aparcó lo más cerca que pudo para intentar entablar conmigo una conversación de la que no sabía si esto acabaría bien.

Una vez paró el motor me miró esperando una respuesta. Sé lo que buscaba pero no creo que fuese bueno decirle que me había colado en su casa. Aunque para ser justos, yo necesitaba una explicación porque todo esto era ya un tormento. Tanto secretismo acababa abrumando.

Uno, dos, tres, cuatro... suspiros en señal de enfado por la falta de mis palabras. Le miré algo temblorosa. Tenía miedo.

— ¿Me vas a decir cómo te has enterado o no?

Silencio, silencio y más silencio. No me atrevía a hablar, y aunque me atreviese me temblaba toda la voz. Era imposible.

— ¡Habla de una jodida vez, Julia! —Gritó.

Mis labios temblaban y mis manos parecían que iban a separarse de mi cuerpo de un momento a otro. Le miré a los ojos, veía tanta furia que me daba pánico soltar una sola palabra.

— ¡Que me digas cómo te enteraste! —Volvió a gritar fruto de mi silencio.

Me armé de valor y...

BúscameWhere stories live. Discover now