Capítulo 4. Parte 2.

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A la mañana siguiente, llamé a mis padres para comunicarles la noticia de que  ahora trabajaba para una buena empresa. Se alegraron por mí. Aunque yo no sabía cuánto duraría esto.

Me puse algo más elegante de lo que solía vestirme para ir a la burger.

Para mi gusto llegué a buena hora. Entré en las oficinas y allí se encontraba una mujer de color.

-Buenas, me llamo Julia.

-Sí, me informó el señor Blue que llegarías hoy.

¿Señor Blue? ¿Tyler Blue? Hasta ahora ni siquiera sabía realmente en qué trabajaba, ni cómo se apellidaba.

-Mira Julia, esa es tu mesa. Te encargarás de la administración de esta oficina y aceptarás mis órdenes, las cuales vendrán predestinadas por el señor Blue. Yo soy Helen, su secretaria personal.-Me estrechó la mano con una sonrisa.- Pero aquí somos pocos y no podíamos con todos los papeles de la administración.

-De acuerdo. Hice un cursillo de contabilidad, no creo que tenga ningún problema.

-Me alegro.-Sonrió.- Si necesitas algo solo tienes que decírmelo, mi mesa es esta.-Señaló una mesa de al lado.

Asentí y me puse manos a la obra. La verdad es que estaba todo patas arriba.

Estaba un poco perdida entre los números de los papeles cuando escuche...

-Señor Blue, no le esperaba hoy.-Miré y vi que Helen se había levantado para tomar su abrigo. Llevaba la misma ropa que ayer. Él aún no se había percatado de mi presencia.- ¿Quiere un café?

-No. Acabo de llegar de Nueva York y lo único que quiero es descansar en el despacho.

-Claro, ¿puedo hacer algo por usted?

-Llama a mi esposa e indícale que he llegado.-Dijo ya un poco más cerca. Cuando pasó por mi lado me vio.- Me alegra de que haya tomado la decisión correcta, señorita Thompson.

Hice un gesto con la cabeza y él se marchó sin decirme nada más.

Tras varias horas de organizar un poco eso estaba ya algo cansada.

-Helen, ¿la máquina de cafés?

Ella me señaló hacia una sala al final. Asentí y me dirigí hacia allí.

Tras comprarme un café, suspiré y cerré mis ojos.

-¿Te cansa este trabajo más que limpiar mesas? –Escuché ahora en un susurro cerca de mi oído. Abrí mis ojos y me vi a Tyler muy cerca y con una sonrisa poco corriente en él.

-No, solo es que hoy no descansé bien.

Tyler me miraba, me miraba y seguía mirándome.

-¿Y?-Pregunté para romper el silencio.

-Nada, señorita Thompson.

-Somos amigos, Tyler, háblame de tú.

-Estás trabajando para mí, y eso cambia nuestra relación aquí.-Dijo algo serio ahora.

-Bueno, no te entiendo, fuera me hablas frío y aquí me sonríes.-Dije intentando no perder la cabeza.

-¿Te molesta que te sonría?-Preguntó, sonriendo pícaramente y acercándose a mí.- ¿O te incomoda?

Tragué saliva para poder controlarme.

-Tengo que volver al trabajo, señor Blue.

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