Año 1098.
Día 07 del Primer Mes de Primavera.
Poblado de Fraise - Syver.
Narrado por: Alisha Hudson.
Hacía poco más de una semana desde el día en que Chris y yo nos conocimos, y desde entonces nuestras prácticas progresaban a formidable paso.
El día de hoy había programado una sesión de entrenamiento junto a una persona muy especial, evento que había mantenido a Chris ansiosa durante toda la semana.
Y llegado el tan esperado día, su energía y emoción por comenzar se hacía evidente.
-¡Apresúrate Alisha! -grita Chris desde la otra habitación.
-¡Ya voy! -grito mientras lucho para que me entre el pantalón-. ¡No me presiones y concéntrate en preparar las tostadas!
El tiempo que ahorro al prepararme en las mañanas al no usar maquillaje lo desperdicio luchando contra mis pantalones, pues soy una mujer esbelta de muslos muy anchos ¡Y es extremadamente difícil conseguir pantalones que me entren sin al menos algo de lucha matutina!
-¡Chris, huele a quemado! ¿Estás cuidando bien de las tostadas?
-Eemm ¡Sí! ¡Tranquila! -responde desde la cocina... No sé por qué, pero no me
despierta confianza.
Doy un último tirón y finalmente logro que el pantalón encaje.
Para el entrenamiento de hoy opto por usar una pechera de piel de gorgón teñida de blanco sobre mi malla haptica, y junto con esta mis guantes del mismo material con nudilleras de acero y protectores en los codos.
Luego de otros arreglos menores como ponerme pendientes en las orejas, peinar mi negra y lacia cabellera y ponerme mi característica diadema a modo de cintillo y luego mis anteojos, finalmente me puse mis botas flotteur y dispuse a seleccionar el arma que llevaría para el entrenamiento de hoy.
-Las tostadas están listas, ¿qué tal vas? -preguntó Chris tras entrar a mi cuarto sin tocar antes.
-Estoy casi lista -dije-. ¿Qué era lo que se quemaba?
-Uno de tus pañuelos de cocina -respondió como si nada, pero antes de que pudiera regañarla añadió-: Pero las tostadas están bien, descuida -terminó con una adorable sonrisa que me quitó todo ánimo de discutir.
Hoy Chris usa una hermosa vestimenta que yo misma conseguí para ella: Botas Flotteur negras, un elegante conjunto de pantalón, camisa y un chaleco negro, una linda bufanda roja alrededor del cuello además de su cadena colgando alrededor de la cintura, sus guantes de cuero blancos, sus pendientes dorados en las orejas y su boina roja, además de esto, ha optado por colocarse un lindo delineado rojo en los ojos, lo que la hace lucir algo "felina"
Ese conjunto encaja perfecto con el estilo de pelea de Chris, pues es ligero, no restringe el movimiento y le queda hermoso. Lo que no le he contado es que esa ropa solía pertenecerle a mi hermano, quien por cierto tenía un estilo de pelea muy similar al de ella.
-¿Qué es lo que te falta? -preguntó-. ¡Ya faltan quince minutos! ¡Vámonos!
-Descuida, él siempre llega tarde a todas partes, créeme, no hay prisa -dije mientras me ponía mi chaleco blanco favorito (¿Se nota mucho que me gusta el blanco?) -Ahora solo me falta escoger el arma que llevaré hoy.
Abrí el gabinete de armas que tengo en mi habitación y tomé mi favorita para la práctica de hoy: Un hacha de acero pulido y reluciente de color plateado, con hoja doble y mango hecho a mi medida con un cómodo agarre. Es el arma perfecta, es como si hubiera sido creada para mí.
-¿Un hacha? -Chris me miró con sorpresa y sonriendo-. Vaya, no es la clase de arma que imaginaba que usarías.
-Te dije que era algo "diferente" a lo que todos usan en esta tierra -dije, y dispuse a poner una funda alrededor de la hoja del hacha para evitar accidentes.
-Supongo que lo dijiste... Ni en un millón de años habría adivinado que usabas armas pesadas de Bárbaro.
-Lo son -dije-. Y en efecto, son armas originarias de Yimmure... Pero también son el arma con la que mejor provecho saco al resto de mis habilidades.
Chris solo se quedó en silencio observando mis brazos, probablemente analizándome como la enseñé y creando teorías, sin embargo, su mente se detuvo y de un sobresalto exclamó -: ¡Debemos irnos, Alisha! ¡No hay tiempo que perder!
-¡Oye! ¡Soy yo quien dice eso! Jajaja
Tras recoger nuestros bolsos, dispusimos a iniciar nuestro día de entrenamiento.
...
Era de madrugada y el sol aún no salía, por lo mismo, había muy pocas personas en la calle. Chris y yo caminábamos casi solas por las oscuras calles del aún despertante poblado de Fraise.
Yo puedo canalizar Albion de Luz o "Lumineon" en mis ojos para así aclarar un poco mi vista en la oscuridad. Y Chris bueno... No tengo idea de cómo se orienta Chris en la oscuridad o si solo caminaba a ciegas, pero sea cual sea su método parece ser muy eficaz.
El lugar donde nos esperaban no era lejano por lo que caminábamos sin prisa, y yo aprovechaba el camino para comprender un poco más lo que pasaba por la cabeza de Chris.
-¿Y dónde se conocieron ustedes dos? -pregunté.
-Crecimos en el mismo poblado cuando éramos niños, pero en aquellos días no coincidíamos mucho -contó-. Cuando teníamos 11 años fuimos recogidos de la calle y entrenados en una academia del distrito para luchar contra una banda de piratas invasores... Recibí mis primeros entrenamientos oficiales allí junto con otros 30 reclutados, casi todos contemporáneos con nosotros dos.
No le he contado a Chris que leí los reportes que narran su vida entera, pues me gusta que me vaya contando las cosas por sí misma. No soy muy buena mentirosa, pero de todos modos no necesito fingir sorpresa, da igual cuantas veces lo oiga, me sigue pareciendo una locura.
-Oh wow... Eso es... No tengo palabras -dije-. Quiere decir que llevan mucho tiempo entrenando juntos -dije intentando sacarle conversación.
-No diría que juntos... Creo que él me odia -dijo llamando mi atención.
-¿Por qué crees eso?
Ella sonrió mordazmente y bajó la mirada -: Cuando fuimos entrenados en la academia, me gustaba meterme con él.
-¿Qué tú qué?
-¡Él era un niño mimado y quejumbroso! Se la pasaba llorando porque no quería estar allí, que sus sueños, que si la comida era horrible, que si su insomnio, que tenía ansiedad... -explicó-. Y yo... yo era una niña ruda y cruel, y me gustaba hacerle maldades ¡Me daba risa que teniendo once llorara como un bebé tan a menudo!
Abrí mis ojos ampliamente al oírla decir eso -¡Eras muy mala! -exclamé a modo de pequeño regaño.
-Lo sé, lo sé -respondió y rió de nuevo-. Pasamos mucho tiempo separados, y cuando nos reencontramos no fue precisamente como amigos. Al verlo apenas lo reconocí, había crecido tanto y se había formado tan bien. Aquella vez tuvimos un combate, no precisamente amistoso, y me devolvió todos los golpes que le di en el pasado, y créeme que dolió muchísimo.
-Que te sirva de lección que no debes aprovecharte de la debilidad de un niño -dije-. Tarde o temprano el daño que haces, regresa a ti.
-Supongo... -bajó la mirada, tal vez por vergüenza, tal vez reflexionando-. Jejeje... ¿Cómo iba yo a saber que ese niño se volvería todo un hombre y además tan poderoso?
-Y hablando de... -interrumpí al avistar a nuestros compañeros de entrenamiento de hoy esperándonos bajo un árbol justo sobre una colina circundante.
Recostado al tronco se encontraba Brendan, uno de los jóvenes prodigio traídos de Skar'cia para ser entrenados aquí, y el motivo de mi conversación con Chris en el camino: Es un chico alto y de contextura delgada, su piel es tan pálida que incluso luce algo rojiza, y destaca en su rostro una ancha cicatriz que cruza sobre su nariz y mejilla derecha. Su cabello es largo y rubio, cubre uno de sus ojos con el largo mechón que cae en este. Sus cejas son finas y algo más oscuras, y sus ojos son grises y fríos. Viste un pantalón negro, zapatos blancos y una reluciente túnica azul, además de la funda de su espada, muñequeras de color negro y guantes sin dedos con hebillas (iguales a los de Chris)
Y recostado cómodamente al pie del árbol se encuentra el motivo por el que Chris me hizo levantarme temprano... Mi colega el Cavallier Grey Casper.
Grey es el más joven de los Cavalliers de este Reino, sin embargo, se ha ganado renombre por su enorme poder, y por su siniestra excentricidad; Le conocen como el "Segador purpúreo" pues su semblante a menudo se confunde con el de "La Parca" del folklore popular.
Haciendo honor al apodo que se le confiere, viste una chaqueta larga como capa de color negro, ahora no trae su capucha puesta por lo que cabello púrpura hasta sus hombros es completamente visible, su rostro ovalado, su perfecta nariz, y aquella perenne sonrisa que lo caracteriza. Además de esto, trae puesto un pantalón negro, rasgado y ajustado, una cadena en el cuello, pequeñas pulseras con pinchos y su máscara púrpura de demonio sujetada a su cintura con una cinta púrpura. Los ojos de Grey poseen un brillo natural al encontrarse en la oscuridad, igual que pequeños focos... Esto no sería tan inquietante de no ser porque sus ojos son rojos y grandes. A eso sumemos esas ocasiones en las que solo vemos su silueta encapuchada más su arma característica, la guadaña, y comprenden porqué más de una persona ha salido corriendo despavorida de él.
Me adelanté un poco a Chris y a paso rápido me acerqué a saludarlo subiendo la colina. Él hizo lo mismo y se acercó a mí. Nos encontramos ambos a medio camino.
-Buenos días, Alisha -dijo estrechando mi mano. Sonrió como de costumbre, cerrando los ojos tiernamente... Sin embargo, un pequeño detalle llamó mi atención, y lastimosamente lo noté muy tarde.
Pude vislumbrar por un instante cómo su piel oscurecía un poco y retomaba su tono habitual, fue tan veloz que por poco pasa desapercibido. En el momento en que nuestras manos se tocaron vi la ilusión disiparse en una nube de humo negro, y junto con ello, el cuerpo de Grey desapareció.
-¡¿Que...?! -Solo un instante, solo segundos fue lo que tuve para reaccionar, el sonido de una pisada y una oscura silueta tras de mi fueron mi única advertencia.
Me di la vuelta muy rápidamente y atrapé las muñecas de mi agresor antes de que pudiera ponerme las manos encima... Estuve solo a centímetros de ser alcanzada por sus zarpas.
Una siniestra sonrisa se vio dibujada en su rostro, remarcada por el piercing en su labio. Podía oírlo reír con los labios cerrados -: Tienes buenos reflejos, Alisha... Pero no los suficientes.
-¡Alisha! ¡Detrás de ti! -escuché decir a Chris mientras corría hacia mí.
Entonces sucedió de nuevo, el individuo ante mis ojos estalló en una nube de humo muy oscuro, pero esta vez no fui lo suficientemente rápida para reaccionar... él me atrapó.
Pude sentir cómo tiró de mi desde atrás rodeándome con sus brazos y finalmente colocando su dedo justo sobre mi cuello... Deslizó su dedo índice por mi garganta imitando el movimiento de una inmolación -: Te tengo -susurró justo en mi cuello.
De reojo pude ver a Chris de pie e impotente sin saber qué hacer, contemplando la situación con la mano en la empuñadura y evidentemente muy asustada... él solo rió una vez más e inclinándose... me besó la mejilla.
Pronto su siniestro agarre se tornó en un fuerte abrazo y mis tensos brazos finalmente se relajaron. Me sonrojé al sentir su cercanía a la vez que sentía herido mi orgullo... había logrado atraparme esta vez.
Chris parecía estar en shock, todo sucedió tan rápido que no pudo reaccionar. Brendan por su parte, solo rió en voz baja.
-Buenos días, Alisha -repitió Grey soltándome lentamente y riendo con los labios cerrados como es costumbre en él. En represalia le di un codazo al pecho que lo hizo tambalear-. Gaah -Grey nunca usa armaduras, por lo que herirlo es muy fácil.
-Este sí es el real -dije irónicamente.
-¡¿Qué demonios fue eso?! -preguntó Chris, cuyas manos no se separaban de la empuñadura de su espada, y aún parecía asustada por lo recién avistado.
-Te dije que Grey era el mejor ilusionista de sombras de estas tierras -respondí sonriendo y suspirando, tratando de calmarme del susto.
-Ella es Chris, ¿No es así? -dijo Grey, haciendo una reverencia-. Mucho gusto. Mi nombre es Grey Casper, Cavallier de Bronce e ilusionista de sombras, es un placer conocerte.
-U...un placer -dijo una intimidada y nerviosa Chris haciendo una leve reverencia igualmente.
-Ella estaba emocionada de conocerte, pero creo que la asustaste -dije.
-¿Te asusté? -preguntó Grey. Chris solo negó con la cabeza intentando ocultar lo que era más que evidente-. Perdón... Eso solo fue un juego que Alisha y yo practicamos desde hace mucho. De hecho, tu maestra me ha hecho cosas mucho peores.
-Siendo honesto, estoy sorprendido -dijo Brendan incorporándose a la conversación, y devolviéndole su guadaña a Grey-. No pensé que una trampa como esa funcionaría en una usuaria de la Luz... Si ese ataque hubiera sido real estaría muerta Srita. Hudson.
Al escuchar hablar a Brendan me sorprendió descubrir que su voz era muy grave y gruesa, desentonaba completamente con su apariencia.
-En mi defensa, tu maestro es muy buen ilusionista -dije sonriendo-. No mejor que yo, pero sí muy bueno.
-Espera... ¿Qué? -intervino Chris.
Brendan rió-: Eso me han dicho... Es un placer conocerla finalmente Srita. Hudson, mi nombre es Brendan Rose.
Sus buenos modales eran adorables, la modestia de su forma de hablar y su voz grave eran el complemento perfecto.
-Es un placer conocerte igualmente -respondí-. Supongo que eres el motivo por el que Grey llegó temprano a un sitio por una vez en su vida.
-No me dejó dormir, Alisha. Estaba muy muy ansioso de conocerte -respondió Grey entre risas.
-Es curioso porque Chris estuvo igual esta mañana -nuestros alumnos demostraron curiosidad en el maestro del otro... qué irónico-. Y bien... ¿Listos para el recorrido de hoy?
-Deberíamos irnos de inmediato si queremos llegar temprano a la cima. Así que andando.
...
El sol comenzaba a asomarse en el horizonte a través de las colinas, y su brillo irradiaba a través de las colinas justo delante de nosotros. Esta mañana primaveral la naturaleza despertaba más enérgica de lo habitual; fuertes corrientes de viento sacudían nuestra ropa y acariciaban nuestros rostros.
Colinas verdes y no muy altas rodeaban el camino de grava que transitábamos.
Alrededor podíamos ver vallas de madera delimitando algunos campos, ovejas y liebres corriendo y rodando por las pendientes, y uno que otro Kiddo pastando las cercanías.
-¡Necesito explicaciones, Alisha! ¡¿Cómo es que eres una ilusionista y no me lo habías contado?! -insistió Chris.
-Por supuesto que te lo dije, solo que tú no prestas atención cuando te hablo. Si me escucharas más a menudo recordarías que incluso te dije como burlar a un ilusionista de luz -respondí.
-¡Por supuesto que te escucho! -afirmó Chris-. Solo que hablas tanto que simplemente no puedo seguirle el paso a todo lo que me dices.
Mientras Chris intentaba justificar su falta de atención, yo dibujé alrededor de su cuello una delgada serpiente de luz, y canalizando Lumineon a mis ojos realicé una proyección visible.
-¡Aaaahh! -chilló al ver al reptil en su cuello y de inmediato comenzó a darse palmadas para quitárselo de encima, sólo para notar que la serpiente nunca estuvo allí.
Grey y Brendan rieron al ver que Chris había caído tan fácilmente en mi trampa... Ella me observó con una mirada entre asombrada, asustada y confundida. No tardó en
adivinar que fui yo quien creó esa serpiente.
-Ja ja -dijo sin nada de humor-. Muy chistosa. Bien jugado...
-Me toca -dijo Grey levantando la mano.
El sol salía en sentido opuesto a Grey estando de espaldas, por lo que con la oscuridad que su sombra daba, hizo aparecer del suelo una serpiente de gran tamaño, que en solo instantes dio un veloz ataque al brazo de Chris y la pellizcó.
-¡Aaaahh! -chilló aún más fuerte que antes haciendo que Brendan carcajeara... Tal parece que a Chris le asustan un poco las serpientes-. U... Un momento, ¿Me mordió?
-Solo fue un pellizco, no te asustes -dijo Grey.
-Dolió mucho -dijo Chris frotando su brazo-. ¿Cómo puedes dañar a alguien usando ilusiones? -Y sigue preguntando cosas que ya le expliqué... Se nota lo bien que me escucha.
-Es porque las ilusiones del Maestro Grey son de Scyllion -explicó Brendan adelantándose a mí-. El Scyllion es energía densa y por tanto adquiere masa cuando se condensa; Grey sabe crear estructuras con ella y a través de esto hacerlas capaces de interactuar con otras cosas, como golpear, apuñalar, lanzar cosas...
-Pero al ser tangibles, son destructibles -dije tomando la serpiente que Grey había creado y tirando de su cabeza para destruirla, haciendo que se desintegrara en un oscuro humo.
-En efecto, por otro lado, las ilusiones de Lumineon, como la que demostró la Srita. Hudson hace un momento, son de hecho una descarga de energía propulsada directo al cerebro a través de los ojos, y si bien solo son imágenes que por sí solas no poseen el poder de herir a la víctima, el hecho de poder bloquear o manipular su vista pone a los usuarios de luz en una absurda ventaja al luchar. Eso sumado a que no es tan sencillo notar que estás bajo efecto de una ilusión, es también difícil escapar de ellas -explicó Brendan.
-En efecto... Veo que Grey te ha enseñado muy bien -dije y volteé a verlo.
-Aunque ya conocía un poco sobre el tema, entrenar con Grey me ayudó a afianzar lo que ya sabía -respondió Brendan-. Y claro, a diferencia de "alguien" yo sí presto atención a lo que me dicen.
-¿Sabes? Tal vez es cierto que no escucho, porque ahora que lo pienso no recuerdo haber preguntado tu opinión al respecto -dijo una enojada Chris.
-¿En serio esa es tu respuesta? ¿Tienes trece años acaso? -inquirió Brendan.
-¿Pueden callarse los dos? -dijo Grey con bajo, pero a la vez muy profundo-. Se supone que este es un paseo amistoso. No toleraré que peleen por cualquier tontería en esta ocasión... ¿Vale? -añadió tan serio como antes... Supongo que Brendan le habrá contado de su rivalidad con Chris también.
Ambos permanecieron en rotundo silencio. Incluso yo me quedé callada por la intimidación. Había olvidado lo amenazador que Grey podía ser.
Uno o dos minutos de rotundo silencio transcurrieron llenos de rotunda incomodidad. Minutos donde el recelo entre Chris y Brendan se hicieron notar... Minutos que me hicieron preguntarme si Chris me había contado toda la historia o había algo que aún debía saber.
-Y bueno... ¿Qué es lo que más os ha gustado de Syver hasta ahora? -pregunté intentando romper el tedioso silencio con una conversación afable. No tenía intenciones de soportar todo un camino lleno de malas vibras.
-La comida, sin duda -dijo Chris, quién también parecía aliviada de finalmente romper el tedio-. Creo que hacía mucho tiempo no probaba tanta buena comida... Incluso... Creo que estoy aumentando de peso.
Grey carcajeó bulliciosamente al punto de casi quedarse sin aire -Jajaajaajaaja, Aaaahh, Alisha adora comer mucho, no dudo que te mantendrá bien alimentada.
Chris ha pasado hambre la mayor parte de su vida, por eso me prometí a mí misma mantenerla bien alimentada al menos en su estadía en este lugar, y al mismo tiempo llevarla a comer a diferentes lugares para que su paladar pruebe muchos buenos sabores.
-Eso he notado, es como si ella siempre tuviera hambre. Cada que comemos devora la comida en instantes -añadió Chris entre risas.
-¡Chris, no me expongas de esa forma! -dije riendo... Creo que todos ya saben de mis hábitos alimenticios-. Además, tú tampoco te quedas tan atrás cuando se trata de devorar comida.
-Solo los postres -aclaró ella-. ¡Y es que las malteadas, chocolates y pasteles de este lugar son simplemente divinos!
Todos volvimos a reír, el ambiente se aligeró un poco de nuevo y podíamos transitar con normalidad.
-En lo personal, además de los postres, creo que lo que más me gusta de este lugar es la tranquilidad -dijo Brendan-. El poder dormir sin miedo a que alguien te asesine o robe todas tus cosas, el cómo las personas viven en paz y seguras sin tener que correr por sus vidas cada cierto tiempo... Me hubiera encantado que mi familia y yo creciéramos en un lugar como este.
-Uh, perdón ¿Estás hablando de Syver? -preguntó Grey-. Porque Syver no es nada de eso que dijiste... Syver es probablemente uno de los Reinos más peligrosos de Mastema.
Chris y Brendan inclinaron sus cabezas casi en simultáneo al oír semejante afirmación.
-¿De qué hablas? -preguntó Brendan-. Desde que llegamos aquí lo más "peligroso" que ha sucedido, ha sido ese Kiddo que corría desbocado por la calle.
-Bueno... Socialmente sí es seguro -expliqué comprendiendo su duda-. La delincuencia es moderada, y los Rangers se encargan de ella casi siempre sin nosotros... Pero esto no lo convierte en un lugar seguro, ya que estas colinas son conocidas por el salvaje y destructivo ecosistema que conforma y las mortales criaturas que aquí habitan; Desde Saurios acorazados, Gorgones, Dragones con cuernos de cabra, Raptores, Aves rapaces, serpientes que escupen Scyllion, lobos, Osos, Ectoplasmas, etc. Y por lo grandes y terribles que son, muy a menudo basta con unos cuantos para hacer estragos...
-Oh vaya.
-Sigo sin entender -continuó Brendan-. ¿Por qué si es tan peligroso no hemos visto nada de eso en todos estos días? ¿Y por qué las personas parecen tan serenas y despreocupadas?
-Por el invierno -dije-. En invierno la mayoría de cosas peligrosas hibernan, por lo que estamos a salvo mientras este dura... Sin embargo, la primavera ha comenzado así que muchas de esas cosas que hibernan comenzarán a aparecer en los alrededores... Y nuestra ajetreada rutina comenzará de nuevo.
-Entonces ustedes... ¿Tienen que pelear contra dinosaurios, y otros animales salvajes como principales especialidades?
-En efecto. En otros Reinos los Cavallier están entrenados para combatir a otros Tenshis, mientras que aquí en Syver, estamos entrenados para enfrentar animales salvajes en su mayoría de gran tamaño -explicó Grey-. Es por ello que somos tan respetados en toda Mastema; puede que los Tenshis sean muy listos, pero muy pocos tienen el poder para destruir calles enteras de un solo ataque. Y es la clase de cosas que aquí enfrentamos.
-¡Asombroso!
-Claro, asombroso -suspiré-. Aunque... no es como que siempre seamos capaces de dar la talla... Al fin y al cabo, estamos a merced de un ecosistema mucho más poderoso que nosotros, por lo que puede que podamos defendernos en algunas ocasiones, pero no siempre somos suficiente -continué relatando-. Y el ejemplo de ello es precisamente la ciudad que visitaremos hoy: Gardenia, ciudad Jardín, solía ser uno de los paraísos más hermosos de toda Syver hasta que un par de "Wyverns lenguados" decidieron atacarla y arrasaron por completo con ella. Los Wyvern son la especie más peligrosa de dragón de todo Syver, y en particular los lenguados son los peores de todos. No se sabe qué los hizo bajar ni porqué se ensañaron de tal forma contra la ciudad, pero se aseguraron de destruir los campos de flores, el palacio central, las hermosas casas, y masacrar a todos los que se encontraban en la ciudad.
-Oh cielos... Recuerdo que lo mencionaste temprano -dijo Chris-. ¿Y qué sucedió con ellos? ¿Los derrotaron?
-No, no fue posible. Destruyeron todo, y tan rápido como llegaron, se fueron -conté-. Los tres Cavalliers más poderosos de Syver trataron de derrotarlos, y solo uno de ellos sobrevivió... Actualmente ese sobreviviente es el General del ejército de este Reino, mi padre, Grand Hudson. Pero la mayoría de los pueblerinos murieron calcinados, devorados o aplastados por las rocas... Y las Fuerzas de todo el Reino no
fueron capaces de evitarlo.
-Solo dos de esos dragones fueron suficiente para hacer estragos... Suenan terriblemente fuertes -añadió Brendan-. Definitivamente las bestias están a otro nivel de poder en este lugar.
-¿Y cómo saben que una de esas cosas no nos aparecerá mientras exploramos Gardenia? -preguntó Chris.
-Puessss... Se supone que los Wyvern habitan en las colinas más altas y desoladas de Syver. No sabemos con exactitud qué los hizo bajar aquella vez, pero eso fue hace ya catorce años, y desde entonces nadie los ha visto en las cercanías -expliqué-. Las personas no han tenido confianza de volver a la ciudad por el mismo temor de que la catástrofe se repita. Pero se han recogido algunos de los escombros, y las flores han vuelto a crecer por lo que en ocasiones especiales el lugar es sede de festivales.
-Aunque si estás asustada podemos dar la vuelta y regresar a Fraise -sugirió un sarcástico Grey.
-¿Asustada? ¿Es un chiste? ¡Ahora siento más ganas de ir allá!
-¡Ese es el espíritu! Me gusta que avances sin miedo... Y más te vale que mantengas ese buen ánimo porque estamos llegando al primer escalón de dificultad en este viaje.
Grey hacía el comentario pues ya a lo lejos veíamos los "Pináculos Oryza". Una asombrosa formación geológica producto de millones de años de erosión a aquella gris y rocosa montaña, y que a su paso había dejado montones de restos de grava sedimentada (la cuál había sido usada para crear el camino de grava que transitamos antes) y había formado en la colina cientos de colosales y agudos pilares, algunas cuencas y demás formaciones que volvían el lugar un rocoso y fascinante laberinto natural que como no, ubicándose en Syver, albergaba entre sus pasajes algunas de las criaturas furtivas más peligrosas.
-Mantengan los ojos bien abiertos y no se separen ¿Entendido?
...
-Este lugar es asombroso -dijo Brendan mientras caminaba por el accidentado camino de grava
-Y también bastante peligroso. Estas grietas, canales y colinas son un sencillo escondite para muchas cosas -dijo Grey-. Especialmente de serpientes ángel así que tengan cuidado.
-¿Serpientes ángel?
-Son serpientes blancas y enormes, escupen Scyllion y son terriblemente venenosas -expliqué-. Se les conoce como "ángel" porque desde su espalda salen un conjunto de largas escamas que a menudo se asocian a alas o a las plumas de un pavo real. Las usan para concentrar Lumineon y aturdir a sus presas antes de matarlas.
-Wow, no bromeaban al decir que en este lugar todo trata de matarte -dijo Chris.
-Agradezcan que no estamos en verano. Cuando hay mucho calor, hay gusanos carnívoros que salen de la tierra y succionan tu sangre si pasas cerca de ellos o los pisas.
-Ok, eso es muy aterrador -dijo Brendan-. ¿Cómo viven en este Reino con todos los peligros?
-Igual que en otros Reinos con sus respectivos problemas -dije-. Las personas se adaptan. Aprenden a vivir con el peligro y descubren cómo evadirlo o enfrentarlos.
-Es como en los juegos de supervivencia; aprendes de los peligros que hay, aprendes como evadirlos, enfrentarlos, y vives con eso.
-¿Y qué es lo más peligroso que podría aparecernos en este recorrido por la zona? -preguntó Brendan.
-Lobos.
-De hecho, no Chris. Los Lobos no son tan peligrosos -dije-. En realidad, el mayor peligro podría ser...
-¡No, Alisha! ¡Lobos! -repitió en un grito y finalmente pude verlo.
Licántropos, o Lobos bípedos. Originarios de Lukar, fueron usados como armas en esta tierra durante de la guerra del origen y luego de que esta terminó se asentaron aquí como especie invasora. Se diferencian de los Kamis (lobos del rayo, autóctonos de este lugar) en el hecho de que esta particular raza camina sobre sus dos patas traseras y usan sus patas delanteras como garras.
Son señores del lugar en esta época pues su pelaje se vuelve más denso para cubrirse del frío, por lo que no necesitan hibernar a diferencia de la mayoría de criaturas. El salvaje invierno hace que las presas escaseen por lo que nos ven con ojos hambrientos y sus hocicos babeantes. Sus grandes colmillos se asoman y erguidos por completo se levantan para lucir sus largas garras y atemorizarnos.
Era más que obvio que nos los cruzaríamos pues tienen todo el perímetro vigilado en busca de presas, por lo que era más que obvio que yo estaría preparada para algo como esto. En mi bolsillo hay un silbato especial que los hace correr aterrados si lo hago sonar... Pero... No pienso hacerlos huir.
-¿Qué debemos hacer, Grey? -preguntó Brendan al notar que estábamos rodeados.
Eran al menos doce, quizá más. Y aullaban celebrando que el plato estaba servido.
-Son especie invasora, como un cáncer que devora y destruye, y ya que no tienen presa natural, debemos regular su población por nosotros mismos -dijo Grey-. Tuvieron todo el invierno para engendrar crías... Creo que es tiempo de que depuremos un poco estas colinas -me miró y sonrió-. Mátenlos a todos, y cuiden mantenerse juntos.
Chris desenfundó su espada, Grey tomó su guadaña y yo mi hacha. Brendan por su parte sacó un pequeño tubo de ensayo lleno de un líquido azul y lo bebió en segundos.
El primer Licántropo se acercó por la derecha, intentando tomar a Grey por sorpresa, pero siendo Grey uno de los Cavallier más rápidos de Syver, eso es imposible. Al primer salto del Lobo, Grey giró su guadaña sobre su cabeza y propició un veloz y certero corte de garganta que asesinó al instante al Lobo.
Acto seguido todos los demás saltaron sobre nosotros y el caos comenzó.
Grey tiene práctica realizando depuraciones, por lo que cada movimiento de su guadaña equivalía a otro Licántropo que caía. Era habilidoso con sus cortes de tal modo que parecía bailar, solo un paso tras otro mientras el reluciente filo de su
guadaña atravesaba otro cuello y seguía adelante.
Brendan realizó una maniobra bastante familiar para mí; concentró energía en sus manos y la canalizó a través de las hebillas de sus guantes, creando estrellas y arrojándolas... ¡Era el mismo movimiento que Chris hacía todo el tiempo! Ahora que lo pienso, tuvieron el mismo primer maestro así que tiene sentido que tengan trucos parecidos.
Y hablando de Chris, ¡Ella lucía muy cómoda en esta situación! Con tantos pilares de roca para saltar, sus pies ni siquiera tocaban el suelo. Como un gato que salta, lanza estrellas y luego entierra su espada en el cráneo de un lobo para luego rodar, saltar de nuevo y repetir... Tan habilidosa y rápida como la recuerdo.
Y yo... La Cavallier de Plata, sufría algunos problemas. Tantos enemigos tan cerca me impedían atacar con precisión, y el reducido espacio, las abundantes columnas de roca y mi ancha hacha no eran buena combinación. Hacía lo posible por valerme lo suficiente de mis ataques, pero cada vez perdía más espacio, no podía seguir así.
Tomé una medida drástica soltando mi hacha y optando por valerme de mis puños.
Cuando uno de los Licántropos acercó sus zarpas hacia mí, atrapé su brazo y lo utilicé para golpear al resto y abrirme paso de nuevo entre las hordas.
Ellos intentaron lanzarse sobre mí y en represalia conduje Eolion a mi brazo y di un puñetazo al suelo condensando un remolino a mi alrededor que los expulsó lejos.
-¡Wow! -escuché decir a Grey-. ¡Eso es, Alisha!
Sonreí y dispuse a luchar. Uno de ellos dirigió una bofetada a mi rostro, pero yo esquivé agachándome y devolví una poderosa patada hacia él.
Instantes luego dos de ellos saltaron a mi espalda, por lo que yo tiré de ellos por sobre mi hombro y propicié poderosos golpes a sus cabezas.
Con cada puñetazo podía sentir sus huesos quebrarse sobre mis nudillos y sentía esa poderosa e instintiva energía que me ayudaba a luchar.
-¡Son demasiados! -dijo Chris-. Y siguen viniendo.
Era cierto. Los cadáveres se apilaban y no dejaban de llegar más y más Licántropos... Tal parece que de verdad tenían hambre.
-¿Cómo los detendremos? ¿Grey? ¿Srita. Hudson? -preguntó Brendan.
La mejor alternativa ahora era espantarlos con el silbato (o eso creí) por lo que lo tomé de mi bolsillo y lo hice sonar, deseando que se alejaran.
Los Licántropos aullaron y gruñeron fuertemente ante el irritante sonido y todos los de alrededor se abalanzaron sobre mí. Tal parece que su hambre era mayor que su miedo.
-¡Aaaahh! -en solo segundos fui rodeada de dientes, cubriéndome solo por el cuero de mi chaleco y protegiendo mi cabeza con mis brazos... No tengo idea como no rompí mis anteojos.
Solo instantes después escuché un poderoso impacto profundo y escuché chillidos, de inmediato sentí el peso sobre mí reducirse. Con un último tirón de energía me levanté de golpe arrojando lejos a todos los perros sobre mí.
Según me contó Chris después; al verme en peligro, Grey condujo Scyllion a su guadaña y propulsó una poderosa descarga de energía oscura contra los Licántropos haciéndolos huir lastimados y salvándome la vida.
El Scyllion es de forma incuestionable una de las armas más letales que existen. Además de tener mucha potencia de corte, reduce la coagulación de sangre haciendo que la herida demore en sanar, y aún peor, ablanda la piel alrededor de la herida a tal punto que incluso puede que esta se abra aún más con el movimiento.
Los Licántropos de alrededor aún adoloridos y enojados no se daban por vencidos, por lo que no había otra opción -¡Retirada! -dije.
Chris, Brendan y Grey voltearon a verme. Ellos estaban rodeados, era difícil conseguir una abertura en la ola de Licántropos por la que pudiéramos escapar.
Retomé mi hacha sabiendo que era tiempo de volverme algo más destructiva -: ¡Abran paso! ¡Fuera abajo! -Conduje Thundrion sobre el Hacha y condensando electricidad sobre sus filos, la hice caer como una guillotina evocando un poderoso rayo que además de electrocutar a varios Licántropos, me permitió fracturar uno de los pilares de roca.
Grey comprendió al instante lo que pensaba hacer y condujo más Scyllion a su guadaña produciendo olas de oscuridad que se clavaban y derribaban a los Licántropos de las cercanías, abriendo el campo a Brendan y Chris -¡Andando!
Chris y Brendan corrieron hacia mí y Grey hizo lo propio.
Ubicando una brecha que podíamos utilizar para escapar, repetí el proceso con mi hacha y descargué otro poderoso rayo que finalmente fracturó la columna de piedra hasta que colapsó bloqueando el camino y aplastando a varios lobos en el proceso.
Corrimos tanto como pudimos. El camino que escogimos era bastante difícil de transitar pues los pilares estaban muy cerca los unos de los otros.
Entre las sombras podía avistar las siluetas de algunos Licántropos que habían logrado colarse y perseguirnos, pero sabía que poco más adelante se encontraba el río y que sin duda no querrían cruzarlo por su profundidad.
Grey y Chris tomaron la delantera pues eran los más rápidos del grupo, Brendan por otro lado moderó su ritmo para mantenerse cerca de mí, que soy la lenta del equipo.
-¿Está herida? -preguntó.
-No, solo soy lenta -dije-. Y no puedo usar las botas flotteur porque el suelo es demasiado irregular.
Adelante pude ver otra descarga de oscuridad y supe que Grey estaba peleando de nuevo.
-¡Esas cosas no se rinden! -dijo Brendan.
-Se rendirán pronto, no podrán cruzar el río.
Sin previo aviso, desde un costado un Licántropo intentó morderme y con inmaculada destreza, Brendan desenfundó su espada curva y la clavó en el cuello del animal...
-¡¿Están bien?! -preguntó Grey-. ¡Apresúrense! ¡Están tratando de rodearnos de nuevo!
Como dije, no soy tan rápida, pero debía hacer un mayor esfuerzo sino quería comprometer al resto, o en su defecto, ganarle tiempo al resto.
-Adelante, Brendan, yo les daré tiempo.
-¿Segura? -dijo. Asentí y él se fue.
No soy usuaria del Stonion, si fuera capaz de controlar las rocas, mi velocidad probablemente no sería un problema. Pero debo ser ingeniosa si quiero sacar ventaja de esta complicada situación, por lo que concentrando Eolion a mis manos, realicé un empujón con mucha energía concentrada y logré derribar los pilares de mi alrededor, causando un efecto dominó que hizo colapsar algunos de los pilares de piedra y a su vez detuvo el avance de una gran parte de la Manada de Lobos.
Es por esto que a menudo se me llama "Rompe murallas". Mi velocidad escasa es compensada por mi enorme fuerza y equilibrada forma de pelear y pensar. Provocar un derrumbe solo con los brazos y algo de Eolion no es algo que todo el mundo pueda hacer.
Corrí hacia el río Oryza, una corriente profunda de agua, que proviene de las altas colinas, y hace una forma en S dentro del complejo de pináculos de esta montaña.
-Oh no, ¡Ahí vienen! ¡Crucen ahora! -dijo Grey.
-¿Solo saltamos? ¿No habrá pirañas o algo que nos mate ahí dentro? -preguntó Brendan.
-Usen sus botas Flotteur -dije-. Con la corriente de Eolion de las botas, podrán caminar sobre el agua.
-¿En serio? -preguntó Chris, y decidió probar.
Después de una semana, Chris y Brendan controlan las botas Flotteur como si las manejaran desde siempre, pues su control es similar al patinaje y ambos tienen práctica en ello. Ambos cruzaron y yo lo hice después.
-¡Grey! ¡apresúrate! -dije. Él no usa botas Flotteur pues no es usuario del Eolion, pero aún con eso, su velocidad es tan alta que iguala a quienes sí las usan... El problema es que, en esta clase de situaciones, depende de su capacidad de salto para cruzar, y los enjambres de lobos se acercaban a gran velocidad.
Mientras las fieras estaban cada vez más cerca, Grey se impulsó y dio un veloz salto a los casi 4mts que conforma el ancho del río.
Y por muy poco, logró cruzar...
Los lobos gruñeron un poco del otro lado del río, pero al notar que ya no había caso en perseguirnos, finalmente se retiraron...
...
-¿Están bien? -pregunté.
-¡estuviste increíble! -dijo Chris.
-Ah... Uuff, eso fue mucho más complicado de lo que esperaba -dijo Brendan de un suspiro.
-Desde que llegué esperaba una situación como esta -dijo Chris-. ¡Fue muy divertido! Jajaja
-¿De verdad disfrutas esas cosas? -preguntó Brendan limpiándose la sangre que había salpicado en su rostro.
-Es divertido si lo ves como un juego -dijo Chris.
Así es la forma de ser de Chris. Prefiere tomar las batallas como juegos desafiantes para no sucumbir al miedo, pero por lo mismo no se toma los riesgos en serio.
-Bueno... como sea -dijo Brendan ignorando a Chris-. Ahora... ¿Cómo sabremos cuál es el camino? Dimos tantas vueltas que no tengo ni idea de dónde estamos.
Grey miró hacia arriba buscando el sol entre los pilares de roca -Alisha, ¿Puedes decirme la hora?
-Son las 10:30A.M. -dije, entendiendo lo que Grey pensaba hacer.
Él caminó alrededor de uno de los pilares de roca, fijándose en la sombra lineal que éste reflejaba -diez, treinta... Es... Aquí -se detuvo en un punto frente al pilar-. Eso quiere decir, que, si el sol sale al Este, y se esconde por el Oeste... El Este es hacia allá -señaló con su mano derecha-. Y el Oeste está allá -señaló con su mano izquierda-. Lo que significa que debemos ir... Allá -indicó detrás de sí.
-¿De verdad? ¿Cómo lo sabes? -preguntó Chris.
-Los pilares de roca bajo el sol, funcionan como la aguja de un reloj solar. Sabiendo la hora real, puedes saber desde qué ángulo observarlo. Con el ángulo correcto ubicado en la curva correcta, es fácil ubicar el Este y el Oeste pues sabes desde donde salió el sol y adónde va -explicó Grey-. Cuando apuntas con tu mano derecha al Este, y con la izquierda al Oeste, inevitablemente estarás de frente al Norte, y el Sur estará detrás de ti. Con esto claro, y sabiendo que Gardenia se encuentra hacia el Sur del Río Oryza, estoy seguro de que debemos dirigirnos hacia allá -volvió a
señalar el Sur.
-Oh... ¡Wow! -Chris y Brendan aplaudieron un poco.
-Eso es muy ingenioso, ¿Cómo aprendió todo eso? -preguntó Chris.
-Fue Alisha quien me enseñó -afirmó y volteó a verme.
-Y me siento feliz de lo bien que lo pones en práctica -dije sonriendo-. ¿Saben? Cuando tienes fama de ser la tonta que se pierde en todas partes, tienes que inventar otros métodos para orientarte...
-Es muy lista, Srita. Hudson -dijo Brendan... inevitablemente me sentí conmovida.
-Es justo por eso que Alisha es Cavallier de Plata y no Sander o yo -dijo Grey-. Ella es la lista del grupo, y siempre encuentra la forma de adaptarse a los problemas y hallar una solución -añadió... Estos chicos quieren hacerme sonrojar.
Con el destino marcado y procurando no encontrarnos con otro enjambre de lobos, nos encaminamos nuevamente hacia la Ciudad Jardín.
...
-Creo que por fin veo la pendiente -dijo Grey-. Nos ha tomado mucho más de lo que esperaba.
-Nos alejamos mucho del sur cuando corríamos -dije-. Pero ya casi llegamos.
-Ya puedo ver los campos de flores.
-Oh cielos...
Cruzamos la última columna y finalmente llegamos a aquella inclinada pendiente que a lo lejos dejaba ver los restos de lo que alguna vez fue Gardenia, y en el paisaje pudimos contemplar un poco de aquella antigua belleza que aún residía en ella.
Los campos de flores que habían sido quemados hace años, luego de tanto tiempo habían florecido nuevamente, y brillaban aún más por la recién iniciada primavera; miles de flores de sorrow y flores de euragi entremezcladas en el ventoso valle, daban la sensación de ser un océano rosa y púrpura. A lo lejos lo que quedaba de las antiguas edificaciones de Gardenia era consumido por enredaderas floreadas. Las blancas torres y los restos de las blancas casas, ahora adornadas por verde musgo y flores de botón blanco... Y para dar aún más ternura al paisaje, montones de Lanudas pastaban en la colina.
-Es... Es bellísimo -dijo Brendan.
-Huele increíble -dijo Chris... La entremezcla de Sorrow y Euragi es simplemente divina, no lo dudo.
-¿Qué están esperando? -preguntó Grey-. ¡Vamos!
La pendiente era de hecho muy empinada, por lo que si bajabas rápido la gravedad te haría acelerar muchísimo. Grey había bajado esa colina corriendo muchas veces, y Brendan y Chris no parecían tener problemas para seguirle el paso a la velocidad de carrera que requería (los tres son rápidos). Yo por otro lado, debía bajar lento y con cuidado porque si intentaba correr me tropezaría y rodaría el resto del camino hacia abajo.
Aunque un poco más lento que el resto, finalmente bajé la pendiente y pude reunirme con ellos... Y como buena niña de casi veinte años que soy, lo primero que hice fue tratar de atrapar una lanuda para abrazarla.
-Ven aquí animalito bonito -dije acercándome lentamente a la camada y cargando con cuidado al primero que pude alcanzar.
-maaahhh -baló la lanuda cuando la sostuve y abracé. El balido de las Lanudas es diferente al de las ovejas, de hecho, hay quienes lo comparan más a un maullido extraño.
El viento aún frío propagaba el perfume de las flores y hacía volar sus pétalos alrededor de nosotros. El cielo despejado que daba calor al ambiente luego de otro helado invierno, y el sonido de las Lanudas alrededor volvía nuestra estancia aún más placentera. Era este un día perfecto, podría decirse.
-Ven, ternurita -abracé a la Lanuda que tenía en brazos y acaricié su suave lana. Abrazar una Lanuda es probablemente una de las experiencias más placenteras que existe, y siendo mi animal favorito, no puedo resistirme a abrazar una cada que puedo.
-maaahhh -baló.
-Creo que quiere que lo sueltes -dijo Chris-. Está suplicando ayuda.
-Nunca había visto ovejas tan pequeñas y lindas -dijo Brendan cargando una en sus brazos.
-Es porque no son ovejas. A menudo las personas las confunden por la lana, pero estas lindas criaturas de hecho están más emparentados a los conejos -expliqué-. Las ovejas tienen pezuñas, estas criaturitas tienen patitas con almohadillas -dije tomando la patita de la lanuda y levantándola para que Chris y Brendan las vieran.
Las Lanudas son peculiares, e incuestionablemente el ser vivo más adorable de toda Syver (y en mi opinión de toda Mastema). Las adoro tanto que tengo una tatuada en el muslo: Son poco más grandes que un perro caniche, cubiertos de lana que los hace lucir aún más redondas esponjosas. En los laterales de sus cabezas caen dos "trenzas" grises, y sus orejitas largas y negras. Sus rostros descubiertos revelan caritas de piel oscura y naricitas rosadas en forma de corazón, y grandes y brillantes ojos que casi siempre son dorados. Entre la lana de sus cabezas, se asoman pequeños cuernitos que sirven como frenos cuando ruedan por las colinas y como no, tienen colitas de algodón como los conejos.
-Son muy lindos -dijo Brendan al verlas-. Oh miren, vienen más para acá.
¿Qué es más lindo que una lanuda? ¡Un rebaño de Lanudas! Ver ese montón de bolitas de lana amontonarse y venir corriendo con sus patitas cortas hacia nosotros... El paraíso debe ser igual a esto, sino, no es paraíso. Las Lanudas además de ser adorables son útiles para el ecosistema, pues su pelaje refleja luz y emana éter, que, en combinación, permite que el pasto, las plantas y flores, crezcan más rápido... Todo
florece cuando hay un rebaño de Lanudas cerca.
-Maaahhh
-Tienen que ver esto que hacen ellas muy a menudo -dijo Grey y corrió a tomar una.
Con Lanuda en manos, Grey subió hasta la mitad de una de las inclinadas colinas para mostrarle a los chicos una de las prácticas más divertidas que las Lanudas practican.
Luego de llegar a una pendiente considerable puso a la Lanuda en el suelo -: Anda, haz lo tuyo -le dio una suave palmada y atendiendo al estímulo la lanuda recogió las patas y se enrolló dentro de su lana volviéndose una bolita y rodó rápidamente cuesta abajo para luego detenerse y sacudirse.
-Maaahhh -baló.
-Maaaaahhhhh -balaron las demás en respuesta e inició la reacción en cadena.
Cuando una Lanuda rueda por la colina, todas quieren hacer lo mismo. Así que corrieron y subieron la pendiente para luego enrollarse y rodar cuesta abajo una tras otra.
-Jajajaja -rió Chris-. Son tan lindaaas.
-Eso no es lo más asombroso de ellas -dijo Grey-. Observa esto... -Poniéndose su guante con garras, concentró una esfera de Scyllion en su mano.
-¡¿Qué estás haciendo?! -preguntó un asustado Brendan al notar que Grey descargaría un Pulso Oscuro contra las inocentes Lanudas.
Grey arrojó el Pulso umbrío contra el rebaño, pero estas ni se inmutaron. El Orbe se desintegró al contacto con su lana sin hacerles ni un mínimo de daño.
-¿Cómo...? ¿Son inmunes?
-En efecto... Su lana refleja Lumineon -dije-. Por lo que repele por completo el Scyllion.
-Y no es lo único que pueden soportar -añadió Grey-. Les mostraré.
Grey tomó a una Lanuda y en un veloz movimiento la arrojó muy alto hacia arriba.
Pude ver la preocupación de Brendan y de Chris al ver lo alto que estuvo y la velocidad con la que cayó. Se estrelló contra el suelo estrepitosamente, pero de igual forma que antes, sólo tocó el suelo, se sacudió un poco y se puso de pie.
-¡¿Son inmortales estas cosas?! -preguntó una asombrada Chris.
-No. Pero su suave lana es de hecho como una armadura esponjosa. Ellas suelen rodar mucho, y a veces ruedan por pedregales afilados o incluso caen por enormes acantilados. La naturaleza les dio una de las mejores defensas de un hervíboro -dijo Grey-. Y como son medio tontas, no se asustan con nada así que viven despreocupadas, felices y rodando.
-Qué envidia -dijo Brendan-. Vivir rodando e ignorando todo porque tu pelaje te protege.
-Es más o menos el estilo de vida de Grey -dije entre risas.
-¡Brendan, atrapa! -exclamó Chris y arrojó una lanuda hacia Brendan.
-Aaaahh -Brendan la atrapó y ésta baló tiernamente. No parecía para nada asustada.
-Aquí, Brendan -gritó Grey desde la distancia levantando los brazos.
Brendan arrojó a la Lanuda hacia Grey y éste la devolvió hacia Chris. Podía ver como ella movía la cola de diversión y se me hacía gracioso lo despreocupadas y poco asustadizas que son.
Viendo a los chicos lanzar una lanuda como si fuese una pelota, me tomé mi primer descanso del día. Era mucho más tarde de lo que esperaba por lo que comenzaba a tener hambre.
Me senté en el suelo y cerré mis ojos por un instante para disfrutar el delicado aroma de las flores, y de las risas de Chris... Oírla reír se había convertido en uno de los placeres más grandes para mí como maestra. Hacerla sentir confiada y a gusto donde se encuentra, motivarla a aprender y que por lo menos en nuestros ratos juntas pudiera ser feliz era para mí un enorme regocijo.
El día de hoy habíamos pautado un "Entrenamiento Especial" pero ahora mismo prefería comer y verlos jugar un rato más.
Sólo un rato más...