Jug y Ronnie llegan a la casa que de casualidad se encontraba Madi mirando la televisión con todos los chicos dormidos a su lado.
Ambos pelinegros miran confundidos, ya que Madi se quedaría en casa de sus abuelos.
-Hola mami, hola papi. -sonrie Madison, notando la presencia de sus padres-. Los abuelos estaban muy cansados, la tía JB estaba ocupada con un chico, entonces llame al tío Fangs para que valla a buscarme. Ahora todos están dormidos.
-Ok... ¿cómo estás, princesa? -pregunta Jug, acercándose a cargar a su hija-.
-Bien, no hice nada malo, papi. -responde Madi-.
-Oooh, son tan tiernos que me dan ganas de llorar. -dice Ronnie, empezando a secar sus lágrimas-.
-¿Por que lloras? Si tu lloras, yo también lloro. -suelta Madi haciendo un puchero, caminando hacia donde está su madre para llorar juntas-.
-Lo que me espera... -murmura Jug mirando hacia arriba-. Hola Dios, soy yo de nuevo.
Una vez que Madi y Ronnie terminan de llorar juntas. Los tres pelinegros se encontraban en su habitación, porque los dos mayores querían decirle primero a su hija, para que entienda la situación en la que ahora estarían.
-Bien... no se como vas a tomarte esto que vamos a decirte, pero ambos esperamos que te ponga feliz. -comienza Jug-. Hace un tiempo tu mami se encontraba un poco extraña, entonces fuimos al doctor para ver que era y...
-¿tendrán un bebé? -pregunta Madi de repente y los dos pelinegros asienten-.
-Si, tendrás un hermanito o hermanita. -sonrie Ronnie, pero Madi no parecía nada contenta-. ¿Que pasa?
-Oh... nada. -dice Madi, fingiendo una sonrisa-.
-Madi, puedes decir las cosas, no te guardes nada. -habla Jug, entendiendo el silencio de su hija-.
-¿Van a dejarme? Ese bebé va a ocupar mi lugar, tendrá toda la atención y amor de ustedes y de mis tíos. -reclama Madi, dejando ver sus ojos cristalizados-.
A veces la noticias caen como un balde de agua fría, tal vez esperábamos algo parecido pero nos negamos a verlo o a creerlo. Algo así es lo que le pasa a Madi, la pequeña siempre tiene ese miedo de que en algún momento puedan dejarla y encontrarse sola, aunque todos le hacen saber que nunca estará sola, que todos estarían siempre para ella, ese miedo todavía no se va y menos ahora que se entera que va a tener un hermanito o hermanita.
Ella sabe los jodidos que son los bebés y los cansadores que pueden llegar a ser ya que toman mucho de tu tiempo.
Lo sabe porque ella fue un bebé.
-Madi, no... -niega Vero-. Que venga un nuevo integrante en la familia no significa que te dejemos de lado a tí, siempre serás nuestra princesa, nuestra pequeña mariposa.
-Cuando era pequeño también pasé por lo mismo, no quería que tu tía Toni venga a casa porque pensaba que se llevaría la poca atención que tenía y el amor de mis papás. Pero luego entendí que sería divertido tener una cómplice de travesuras. Mírame ahora, tu tia Toni es parte de mi vida y siempre estamos uno para el otro. -explica Jug y Madi sonrie-. Nadie dejará de amarte, porque eres una parte especial en todos nosotros, es imposible que alguien te olvide, porque eres una personita maravillosa. ¿Entiendes?
-Entiendo. -asiente Madi-. ¿Se puede llamar hamburguesa? -pregunta y el ojiazul choca los cinco con su hija-.
-Esa es mi niña. -festeja Jug-.
-no se llamará Hamburguesa, los nombre los discutiremos luego, pero nada de nombres con comida. -avisa Ronnie, acostándose en la cama-.
-¿y cuando va a nacer? Ahora quiero que nazca ahora. -dice Madi con entusiasmo-. Pero al mismo tiempo no quiero que nazca.
-En nueve meses más va a nacer. -le responde Ronnie-. Pero tengo que ir a hacerme controles seguidos.
-¿y es una niña o un niño? Yo quiero que sea varón, si no, lo metes de nuevo dentro de tí. -asegura la pequeña-.
-Todavia no sabemos que es, lo descubrimos pronto. -asegura Ronnie, con emoción ante esa idea-. Ahora quiero ir a comprar muchas cosas...
-¡Igual yo! ¿Podemos ir mañana a comprar las dos? -pregunta con ternura-.
-Por supuesto. Pero ahora debemos dormir un poquito, porque mami está cansada y papi... -ambas miran como el ojiazul está dormido en el sillón-. Y papi también.
-¿Cuando le diremos a los tíos? Quiero ver su reacción. -susurra Madison con maldad, haciendo que Vero ría-.
-En estos días le diremos, ahora duerme. -asiente Ronnie, abrazando a su pequeña hija y quedando ambas dormidas-.
El silencio en esa casa era tranquilizante, dormían todos y al parecer ni una mosca pasaba. Por fin había algo de silencio.
Bueno, eso hasta que:
-Mierda. -murmura Ronnie, levantándose rápido hacia el baño para vomitar-.
-Eso mami, escupe todo. -festeja Madi desde la cama-.
-Ahi voy, amor. -se levanta Jug, para ayudar a su novia y sostenerle el cabello-.
-mientras mami vomita, yo voy a bailar al ritmo de su vomito. -rie Madi a carcajadas empezando a bailar al rededor de la habitación entre risas-.
-Odio vomitar... ya me cansé. -dice Ronnie cansada-.
-Nos queda mucho tiempo todavía y Hamburguesa parece que no va a colaborar. -sonrie Jug-.
-Me puse a pensar que ojalá el bebé sea algo así como un asesino y yo sea el cerebro de todo, eso sería genial. -suelta Madi mientras seguía con su baile-.
-¡Yo pensé lo mismo! Nuestras mentes están conectadas. -festeja Ronnie, antes de vomitar nuevamente-.
-Por suerte solo es la mente. -susurra Jug-.
Disculpen la tardanza, es que ayer tuve que hacer muchos prácticos, que no me sirven de nada, pero bueno, son órdenes de la jefa ✋🏻😔.
Hola mis amores, como están?💕
Bueno, Madi se lo tomó bastante bien, pero eso no quita que sus celos se fueran ¿no?
Cuídense mucho y vallan hoy a misa, mis bebés 👊🏻😳❤
JAJSSJ yo digo que vallan a misa si estamos en cuarentena y yo ni siquiera voy a misa, en fin de la hipocresía🤣💕