Yuli
Camino con Lucía por el pasillo del internado en dirección a la cafetería, nuestro estómago habló y tenemos mucha hambre. Mientras le devuelvo el saludo a varias personas que me saludan, se podría decir que gracias a ser una Black soy popular, aunque jamás estaré a la altura de los verdaderos.
Aún recuerdo cómo terminé siendo parte de esta peculiar familia.
Desperté en medio del bosque, la lluvia mojaba mi vestido bañado en manchas de sangre. Mi respiración era cada vez más pausada, lenta y el latido de mi corazón era cada vez más y más lento.
—Ayúdenme... —susurré con la esperanza de que vinieran a ayudarme.
Cuando pensé que terminaría ahí, muerta, de repente escuché un aullido, se trataba de un lobo.
El miedo me invadió, estaba en ese estado por las mismas criaturas y ahora vendrían a terminar lo que empezaron. ¿Tan mala suerte tenía?
Intenté arrastrarme para esconderme, pero sorpresivamente, la criatura de pelaje negro como la noche me vió fijamente mientras me acorralaba. En sus ojos vi un hermoso gris con amarillo brillante, para luego caer en la inconsciencia.
Y al despertar, me encontraba en una de las muchas mansiones de la familia ante la atenta mirada de Skyler. Desde la primera vez que la vi me pareció una mujer increíblemente hermosa, y deseé tener esa belleza descomunal. Mi asombro creció al conocer a cada miembro de la familia, todos con grandiosos genes.
Yo era huérfana, estaba jugando con mis poderes en el bosque y fui atacada por dos grandes lobos que intentaron matarme, pero misteriosamente desaparecieron y, cuando creí que moriría, apareció Azael, salvándome. Nosotros tuvimos una conexión instantánea que muchos confundieron, creyendo que eramos mates o almas, pero solo estábamos destinados a ser los mejores amigos que somos hoy en día.
Pasaron tres meses, los suficientes para que Sky quedara encantada conmigo y le rogara a Lucifer, mi ahora papá, para que me adoptaran. Y como él nunca le puede negar nada a mi mamá, se lo concedió. De esa forma terminé siendo la primera maga elemental en llevar el apellido de unos demonios. Aunque jamás he presumido aquello, para mí es más que suficiente el haber encontrado una familia que me amara y cuidara, así dejando de estar sola.
Por esa razón soy capaz de dar hasta la vida por proteger a los que amo ye brindaron apoyo cuando más lo he necesitado. Aunque Azael me rogó que no me metiera en este asunto, me negué porque soy parte de la familia y prometí ayudarlos, así como ellos me brindaron ese apoyo alguna vez. Así que de mi cuenta corre que ellos no terminarán muertos.
Soy una chica que a simple vista aparenta ser fuerte, pero a veces siento que soy todo lo contrario. Después de la experiencia vivida en mi infancia, se me ha dificultado ser valiente y no tener miedo cuando se requiere, sí es muy patético. Por eso reacciono con temblor, temor a lo peligroso, ya sea para mí o para los que me importan.
Esta aventura es un desafío, no solo para ellos, sino también para mí misma.
—Apresurate, Yuli —dice Lucía interrumpiendo de manera abrupta mis pensamientos—. ¿No ves que quiero llegar rápido a comer?
—Tú solo piensas en comer. —Sonrío.
—Es que es lo mejor que hay —se justifica alzando la barbilla—. Además, en hora de almuerzo ¿a quién no le da hambre? Sería ridículo si eso no pasara, ¿no?
—No encuentro fallas en tu lógica.
Lucía es una chica con una energía muy activa y habla mucho, pero la adoro así tal y como es ella. Es divertido ver cómo la pequeña saca de quisio a Atena por ser tan parlanchina.
🗝
Por fin llegamos a la cafetería en busca de saciar mi hambre voraz. A lo lejos vemos a Henrik teniendo una conservación con Alejandra. Ella me cayó muy bien, se nota que tiene un carácter realmente fuerte. Es dominante, pobre de mi hermano.
Con Lucía nos sentamos en una de las mesas del comedor. Ella se ofrece a buscarnos unos bocadillos y yo acepto. En su ausencia busco mi teléfono para distraerme un poco en mis redes sociales, pero en medio de la búsqueda, mi mano alcanza a tocar un trozo de papel que no tardo en sacar.
«Maldición.»
Querida Yuli... Tan fuerte como patética. ¿Crees que no tengo conocimiento de tus patéticos miedos? Pero qué equivocada estás. Sé más de lo que crees... Un ejemplo de ello es: Conozco el porqué esos lobos te atacaron esa noche.
¿Qué? ¿Quién escribió esta nota y sabe eso sobre mí? Lo que me pasó solo lo sabe mi familia... ¿Será la misma persona que desea matarlos? Dejo de pensar en posibilidades y sigo leyendo para conseguir respuestas.
Ahora debes estar interesada en saber cada una de esas cosas... ¿Quieres saberlo? Ve a la parte norte del internado y ahí encontrarás la respuesta.
Sé lo mucho que te importa tu familia... No me hagas cometer una locura más grande de la que ya tengo planeada.
Una amenaza. Es una jodida amenaza.
—¿Yuli? ¿Por qué estás tan pálida? ¿Ocurrió algo? —Lucía pregunta sin parar, pero no tengo cabeza ni voz para responder.
Según sus palabras estoy pálida, ¿y cómo no estarlo? Con eso no se juega, con mi familia no se juega. El miedo se expande y comienzo a temblar. Una decisión tengo que tomar.
Oh, eso rimó.
De acuerdo, la paranoia me pone más patética, ¿bien?
Tomo varias bocanadas de aire y trato de buscar desesperadamente mi teléfono, esto deben saberlo de inmediato los del grupo. Coloco el aparato contra mi oreja y espero ansiosa a que Atena responda mi llamado.
Cuando por fin contesta no espero ni dos segundos para soltar la bomba.
—¡Atena! —exclamo en un tono asustadizo—. ¡Debes venir pronto! Estoy con Lucía y acabamos de recibir una nota... ¡Una amenaza!
Al soltar la bomba, Lucía frente a mí abre su boca y me mira sorprendida, comprendiendo el por qué mi extraña palidez al leer aquella nota. Pero para empeorar la situación, Alejandra comió una manzana, Gael está desaparecido y mi tía Lucy le ha pasado algo muy grave.
«¿En qué momento todo se fue al carajo?»
Pienso en tantas cosas. Atena debe estar muy presionada, todos la buscamos por ese liderazgo innato y valentía que ella posee, pero por una vez debería enfrentar uno de mis miedos y no dejar que alguien más me venga a resolver cada problema que se me cruza por el camino.
—Escuchénme todos —habla Atena a través de la línea—. Debemos conservar la calma. Yuli y Lucía, las quiero en la habitación en aproximadamente, media hora. Dean, busca a Liv, y habla con Biron para que entre los tres busquen a Gael y quiero que me mantengan informanda del avance por mensajes, ¿de acuerdo?
¿Ir a su habitación? De seguro debe pensar que al ser la más asustadiza me quiere ayudar a mí primero. ¡Ya basta! Cuelgo la llamada y empiezo a recoger todas mis cosas con rapidez.
—¡¿Por qué no me contaste lo de la amenaza?! —reclama Lucía con lágrimas saliendo poco a poco de sus ojos verdosos que me miran con preocupación.
—Es muy reciente, encontré la nota en mi bolso. —respondo poniéndome el bolso.
—¿Y qué dice?
—Una amenaza. —Aparto la mirada y comienzo a caminar, dejándola atrás, pero ella logra seguirme el paso.
—¿Pero a quién amenazan Yuli? —Rueda los ojos con obviadad mientras camina detrás de mí.
Nadie puede saber lo que dice la carta, ya que iré justo a la boca del lobo a enfrentarme a quién sea que sabe mi pasado y ni Atena ni Lucía me van a detener.
—¡Hey! —Me detiene Lucía de forma abrupta—. Nuestra habitación queda por allá, ¿a dónde piensas ir?
—A enfrentar al desgraciado que intenta arruinarme la vida —respondo con tanto rencor que es nuevo para mí.
Cierro mis ojos y al abrirlos estoy en la parte norte del internado. Tuve que hacer un hechizo de teletransportación que me enseñó mamá cuando era pequeña, no podía traer a bruja en entrenamiento y además, mucho más asustadiza que yo que el pánico no la dejaría concentrarse para defenderse.
Suelto un suspiro y empiezo a caminar con cautela. El pasillo curiosamente está desolado y algunos bombillos no funcionan, dándole una oscuridad que contrasta con el atardecer y poniéndome los pelos de punta. El corazón me late sin parar, aumentando el ritmo con cada paso que doy y el ambiente se siente pesado. Me siento observada y me estoy asfixiando, todo a causa del miedo que me carcome.
Pero el miedo debe ser un impulso para acabar con lo que te causa tal sentimiento.
El rechinido de la puerta de un salón a lo lejos me exalta y de repente un pedazo de papel cae a mis pies, el cual no tardo en tomar.
Bienvenida al pasillo de la verdad, recuerda que esta duele más que cualquier cosa.
¿Pasillo de la verdad? ¿Qué mierda sucede? El rechinido regresa, pero con el también un fuerte portazo que me obliga a subir la mirada para encontrarme a unos ojos familiares para mí y que jamás pensé en encontrarme aquí.
—Bienvenida, Yuli —dice con esa voz tan angelical que no pareciera que fuera hacerte algún daño—. O debería decir: Chica patética.
Sus ojos azules como el cielo me miran con una gran sonrisa malévola, su cabello rubio cae en ondas detrás de ella y el uniforme del internado se ciñe a sus grandes pechos, cintura pequeña y curvas envidiadas por medio internado, exceptúandome claro. Cejas pobladas acentúan su mirada, sus finos labios y cachetes regordetes en ocasiones le daban toques de inocencia, una claramente fingida.
—Clara —pronuncio su nombre, poniéndome en posición de ataque—. Clara Ford... ¡¿Quién te contó mi maldito secreto?! Habla si no quieres que te mate aquí mismo.
Clara suelta una pequeña risa y niega con la cabeza, como si le hubiera contado el mejor chiste de su vida.
—¿Tú? ¿Amenazándome a mí? ¡Dios, pero qué gracioso! —Suelta otra risa y me tenso por completo—. Cariño, ambas sabemos que no matarías ni a una mosca.
—A las personas que le hacen daño a mi familia dan más asco que una mosca —continuo—, por esa razón es más fácil matarlos.
—Dejemos que tu teatro haciéndote la valiente te dure solo un poco más, y eso porque es divertido. —Sonríe.
—¿Con quién trabajas? ¿Quién es la mente principal en todo esto? ¿Cómo saben sobre los Híbridos? —suelto un montón de preguntas al azar—. ¡¿Cómo tú sabes mi maldito secreto?!
Nunca mi voz había sonado con tanta potencia, gracias a la rabia consumida. De repente la luz se apaga por completo y siento que me dan un golpe tras otro. Por un momento me quedo desorientada, hasta que reacciono y activo mi visión nocturna, cortesía de mamá.
En la plena oscuridad comienzo una batalla cuerpo a cuerpo con Clara, dándonos golpes en partes claves del cuerpo, como ya sean los senos, costillas, rodillas, abdomen, etc. Hago maniobras para esquivar cada uno de sus golpes con agilidad, esa si es una gran ventaja que poseo. Cambio de lugar con la teletransportación y voy lanzándole elementos diferentes.
Me ayudo más con el elemento tierra, aire y fuego, pero Clara también, es como si ambas nacimos con esa agilidad con todos los elementos y se nota que tuvimos una gran preparación para este combate. Llevo varias partes del cuerpo lastimadas y sangrantes, pero eso no me detiene, aunque sí admito que poco a poco me estoy agotando más y más. Y en un punto de la pelea, esquivo la gran roca que me lanza, lo cual ella aprovecha para tomar mi brazo y someterme en una llave. Sube mi mentón para que la observe, y lo hago, pero con odio.
—Solo hay una forma de responder a todas tus preguntas, chica patética —expone con suficiecia—. Y esa es... llevándote conmigo.
Forcejeo para separarme de ella y cuando estoy a punto de separarme, siento un pinchazo fuerte en mi brazo que hace que suelte un grito tan grande, que el vidrio de las ventanas se rompan por el impacto.
—Todos los que lleven tu apellido son unas ratas —digo soltando un fuerte jadeo.
—Ay, cariño, entonces debes ser la misma rata que nosotros Yuli Black —responde mientras me desvanezco poco a poco en su agarre—, o debería decir... Yuli Ford, mi querida hermana.
¿Qué?
La verdad me golpea tan fuerte que caigo en los brazos de morfeo.
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Nota de autora: ¡Hasta que por fin Alex se digna a actualizar! Sí, chamas, por fin.
De acuerdo, últimamente he estado algo desanimada porque pienso que no recibo mucho apoyo y por un momento dudé de mí, de Lucy, de la trilogía... Pero ahora vengo más animada y con muchas ganas de seguir y seguir escribiendo.
Estoy pensando en hacer un especial de Navidad con nuestros Híbridos cuando eran unos niños, ¿qué les parece? Y como regalo de Navidad les daré actualizaciones y el 31 de diciembre se viene algo fuerte.
¿Qué les pareció Yuli? ¿Y la bomba?
Este capítulo va dedicado a SDreamygirl te agradezco cada comentario y voto hermoso que me dejas y ese apoyo incondicional. ♥
Chicas, pienso hacer un grupo en Facebook y WhatsApp para mis bellas lectoras. En el podemos compartir memes sobre mis historias, daré exclusivas y muchas cositas más. Si quieren entrar solo manden un mensaje a mi instagram @alexdimarncr y les daré el enlace del grupo.
Pronto actualizaré.
Alex fuera. ♥