|22|

44 13 12
                                    

Así como caes, te vuelves a levantar

Atena

Todos estamos conmocionados por el ataque de hace rato y con el corazón en la mano rogando a que los chicos estén bien. No hemos salido del hospital del internado, sí, tampoco me creí que éste lugar tuviera un centro de recuperación para este tipo de ataques. Mi tío Jaden pensó en todo cuando creó este internado.

No he comido nada en las cuatro horas que hemos estado en la sala de espera, Livy tampoco, aunque por fin dejó de llorar, está en una especie de transe y por eso no habla con nadie, sólo se ha quedado viendo fotos en su celular. Mamá ha intentado ser un soporte de fortaleza para mí y Liv, pero sé que la está pasando muy mal. Ha intentado no llorar mucho ni desmoronarse porque quiere transmitirnos fuerzas y sé que eso es inútil; es de su hijo y sobrino de quien estamos hablando, además de que nos enteramos de que Lucy está en una especie de coma, gracias a que la pinchó una flecha de la misericordia.

«Esos malditos pagarán el haberse metido con mi familia»

Es como si todo fuera de mal en peor, me siento impotente y con ganas de matar a alguien, específicamente a Vega y a Trent. No paro de sacar teorías y planes en mi cabeza para distraerme y no pensar en que mi hermano está en una situación lamentable. Se supone que somos los seres más fuertes que existen y no aguantamos ni un enfrentamiento. Eso me hace sentirme decepcionada de todos y de mí misma. ¿Tantos años de entrenamientos duros por parte de papá para esto? ¡Yo no fui preparada ni física ni mentalmente para ser derrotada! Tengo un maldito deber que cumplir. Ese mi puto destino... Y el no poder cumplirlo solo me hace tener un peor humor.

De repente, sale una de las enfermeras con una libreta en mano. Ella es una maga elemental con el poder de la curación, como todos los que están acá. Se acerca a nosotras con una sonrisa, eso me da una buena señal. Mamá es la primera en hablar.

—¿Cómo está mi hijo? —pregunta esperanzada.

«Es tan raro que no le haya dicho bestia...»

—El joven Black está estable, no sufrió tantas heridas y a su vez, se han curado por sí solas —responde la enfermera de forma amena y cálida—. Claro, tuvimos que darle un poco de ayuda para que terminaran de sanar y el que su mate nos apoyara, ayudó a su recuperación.

Alejandra llegó antes que nosotras al hospital, supo que su mate estaba mal y decidió seguir su aroma hasta que lo encontró. Ella se veía más destrozada que mamá y yo juntas. La entiendo, me sentí así de mal al solo ver a Belcebú mal, claro que mi conexión con él es más poderosa, pero se asemeja bastante.

—¿Y podemos verlo? —pregunto a la enfermera.

—Por supuesto. —Asiente—. Pero solo dos personas pueden pasar a verlo.

Mamá y yo nos vemos al mismo tiempo, ambas sabiendo que no podemos dejar sola a Liv.

—Vayan tranquilas, yo me quedaré acá —dice Liv sorprendiéndonos a mamá y a mí. Llevaba más de dos horas sin hablar después de todo.

—Yo creo que lo mejor es que me quede, no me gustaría dejarla... —intenta explicar mamá.

—Yo me quedaré con ella —Entra Jordan al salón.

Híbridos #3Where stories live. Discover now