﹀
— Calum. — Sonó tu voz a través del teléfono, tu suave súplica provocando que una sonrisa apareciese en el rostro del chico.
— ¿Sí, mi amor? — Murmuró Calum, adorando el sonido de tu voz contra su oreja.
— Necesito ir. — Suplicaste a través del teléfono, la sonrisa del chico ensanchándose al saber el puchero que se había formado en tus labios. — Quiero estar más cerca, Cal. — Dijiste casi sin aliento, desesperación derramándose en tus palabras. Calum mordió su labio inferior al notar tu tono de voz, sus cejas elevándose levemente.
— Entonces ven, cielo. — Murmuró, pasando una mano por sus rizos rubios mientras pensaba en los eventos que estaban a punto de suceder. — Quiero tenerte entre mis brazos. — Tu estómago se cerró por completo al escuchar su susurro, sabiendo la estúpida sonrisa que debía tener tu novio.
La llamada se terminó sin otra palabra más, el chico soltando una risa mientras dejaba su teléfono a un lado, poniéndose en pie sin dejar de pensar en la chica que estaba camino a su casa.
———
Calum sonrió abiertamente al abrir la puerta, perdiendo un poco el equilibrio al sentir como te tirabas sobre él, conectando vuestros labios inmediatamente. Las manos del chico se aseguraron alrededor de tu cintura, empujando tu cuerpo contra el suyo y cerrando la puerta detrás de vosotros.
Ambos reíste entre el beso, tus manos acunando sus mejillas y sintiendo como su barba pinchaba las palmas de tus manos.
— ¿Me has echado de menos, huh? — Se burló Calum, parándose a admirar la chica entre sus brazos, sus ojos llenos de deseo y admiración.
— Unos cuantos días sin ti son demasiados días. — Reíste, empujando de su cuello para volver a conectar vuestros labios. Calum te besó de vuelta sin pensárselo dos veces, sus manos viajaron hasta tus muslos cubiertos por la tela de tus tejanos.
El pequeño apretón que te dio fue suficiente para hacer que dieses un salto, tus piernas rodeando su cintura mientras sus manos te mantenían contra su cuerpo, sus dedos deslizándose en los bolsillos traseros de tu pantalón. Perdiendo un poco el equilibrio acabaste con tu espalda contra la pared, ambos comenzando a reír.
— Pareces un poco ansioso, ¿no crees? — Te burlaste, tus labios rozando los suyos mientras sus hermosos ojos marrones te observaban.
— No intentes culparme a mí, los dos estamos igual de ansiosos. — Murmuró Calum, sus labios viajando hasta la piel de tu cuello.
— Dice el chico que me tiene contra la pared. — Cal rodó los ojos, una sonrisa apareciendo en sus labios mientras apretaba su agarre, llevándote hasta su cuarto donde apagó las luces, la esencia de las velas que el chico había encendido llenando el ambiente. Una sonrisa apareció en tus labios, mirando a Calum.
— Como si esto no gritara lo ansioso que estás. — Comentaste, viendo como él sacudía su cabeza.
— Dice la chica que me ha llamado entre súplicas. — Espetó de vuelta, adentrándoos aún más en la habitación hasta llegar a la cama, vuestras bocas uniéndose mientras te dejaba con cuidado sobre el colchón.
— Te ha encantado. — Contestaste en un suspiro, tus manos hundiéndose en su cabello mientras os besabais dulcemente y sus manos viajaban por todo tu cuerpo.
— Cierto. — Murmuró contento, vuestras narices rozándose al separaros. — ¿Qué te parece si lo haces de nuevo, ángel?
Su tono sugerente te hizo poner los ojos en blanco, mordiendo tu labio inferior mientras observabas su sonrisa juguetona.
— Quiero estar más cerca, bebé. — Te quejaste, el gruñido exagerado proveniente de tu novio haciéndote reír, notando como te hacía sentarte con él y sus manos se movían hasta estar bajo tu camiseta.
— Fuera. — Murmuró, besándote hambriento a la vez que te ayudaba a deshacerte de la prenda. Tus manos se movieron hasta la goma de la cintura de su pantalón, vuestras prendas siendo rápidamente esparcidas por el suelo de la habitación mientras reíais levemente, tocándoos con suavidad y gentileza. — Me encanta cuando llevas el cabello suelto por encima del hombro. — Murmuró, colocando un mechón de pelo detrás de tu oreja, sus ojos moviéndose por todo tu cuerpo admirando el conjunto blanco de lencería que te habías puesto.
Te acercó más a él, besándote suavemente mientras recostabas tu espalda contra el suave material del edredón, sus manos continuando su acción de desvestirte. Sintiendo una ola de confianza tú misma te deshiciste de sus boxers, moviéndote para ahora quedar sobre él. Calum te sonrió, mordiendo su labio ante la vista de su hermosa novia sobre él, sus manos descansando sobre tus caderas desnudas.
— ¿Estás segura de que no eres tú la que está ansiosa? — Cal sonrió, viendo como rodabas los ojos una vez más antes de inclinarte para besarlo.
— Solo quiero estar más cerca. — Murmuraste, bajando para comenzar a dejar besos húmedos sobre la piel de su cuello y pecho.
— Eres la única que me hace- — Soltó un gemido al notar como lentamente hundías su miembro en tu interior y comenzabas a moverte, obviamente pillándolo desprevenido, sus dedos clavándose en tu piel. — Joder- cada vez que-
No pudiste evitar reírte ante sus jadeos, colocando tus labios sobre los suyos y moviéndote lentamente a propósito, suprimiendo los gemidos que amenazaban con salir de tu boca ante el placer que sentías. Calum soltó un gruñido, pegando su cabeza contra la almohada mientras gemía.
— Hmh, ¿te gusta, Cal? — Trataste de susurrar seductoramente, a pesar de que pudo notar un pequeño tono de diversión en tu voz. El chico abrió los ojos para mirarte con desaprobación, una sonrisa juguetona apareciendo en sus labios.
Gimió al sentirte moviéndote contra él, sus ojos volviéndose a cerrar con fuerza ante el placer. Agarró tus muslos, consiguiendo daros la vuelta con facilidad y provocado que soltases un jadeo de sorpresa al notar como tú ahora eras la que estaba abajo.
— Te voy a decir lo que me gusta. — Sonrió, su voz ronca y seductora, no como la que habías tratado de hacer tú hacía tan solo un momento. Os murmurabais cosas al oído mientras vuestros cuerpos trabajaban al mismo tiempo, riendo de vez en cuando entre besos. Se sentía como si fuerais vuestra propia droga.
— Te amo, mi hermosa flor. — Murmuró Calum contra tus labios, sus caderas aún moviéndose contra las tuyas mientras tú le obligabas a bajar la cabeza para besarle. Soltaste un gemido al notar como golpeaba tu punto g, una sonrisa triunfante apareciendo en el rostro del chico a la vez que volvía a repetir la misma acción.
— Mierda. — Gemiste mientras Calum admiraba tu cuerpo moviéndose bajo el suyo, tus manos agarrando con fuerza las sábanas.
— ¿Quieres volver a intentarlo, preciosa? — Murmuró el chico contra tus labios, tus ojos abriéndose inmediatamente al notar su tono burlón. Empujando de su pecho lo hiciste quedar debajo de ti, el nuevo ángulo provocando que soltases un jadeo.
Calum gimió al oírte, sus manos volviendo a tus caderas mientras tú comenzabas a mover tu cuerpo sobre el suyo, tomando el control de la situación. Inclinaste tu cabeza hacia atrás, no dándote cuenta de como tu novio se encontraba admirándote, pasando su mirada por cada parte de tu hermoso cuerpo.
— Dios, eres mi fantasía favorita. — Murmuró, tus gemidos sonando por toda la habitación pareciéndole una hermosa canción de amor.
Observó como tu cara comenzaba a enrojecer, una sonrisa algo tímida apareciendo en tus labios al notar como te estaba observando. Vuestros cuerpos comenzaban a temblar y a moverse de una forma más torpe ante el cansancio y vuestros labios juntos eran un completo desastre.
—Vamos, amor. — Animó Calum, sintiendo como tus paredes se apretaban a su alrededor y tus piernas temblaban. Soltaste un quejido, las manos de Cal agarrándote con más fuerza para ayudarte a moverte sobre él, tu frente presionada contra su hombro mientras comenzabas a llegar a tu clímax. — Eso es. — Gruñó, llegando él mismo al suyo.
Finalmente te dejaste caer junto a él una vez ambos habíais terminado, una sonrisa en vuestros rostros mientras tratabais de recuperar el aliento. Calum te animó a acercarte más a él, tu cabeza acabando sobre su pecho y las sábanas siendo colocadas sobre vuestros cuerpos desnudos. Tus ojos comenzaron a cerrarse, provocando que Calum soltase una risa el verte tratando de quedarte despierta. Colocó un mechón de pelo detrás de tu oreja y besó tu frente.
— Duérmete, hermosa. — Murmuró, riendo al ver como levantabas la cabeza para mirarle con un puchero. Él se acercó y te dio un beso, abrazándote contra su cuerpo mientras te oía susurrar un 'te amo'. — Yo también te amo. — Susurró de vuelta, sus manos acariciando tu cabello para ayudarte a dormir.
┉
Lo siento si es un poco mierda :( lo he traducido con las prisas ya que últimamente he estado bastante ocupada being ✨depressed✨ y no tenía muchas ganas.
Prometo actualizar lo más pronto posible para compensar.
🤠❤️