Jimin terminaba de comer un bote de helado, sus antojos y el hambre se habían multiplicado. Aunque no se se sentía del todo bien se podría decir que trataba de ignorar el dolor que estaba en su corazón.
Habían pasado 5 días desde la pelea con Jungkook y todo se sentía igual, el sentimiento de rechazo estaba ahí y las palabras del pelinegro no dejaban de dar vuelta en su cabeza. Se preguntaba ¿De verdad Jungkook creía que estaba con él por dinero? No sabía la respuesta pero si sabía que eso no era cierto, no conocía de nada a la familia Jeon ni de todo el dinero que los padres de Jungkook tenían, o al menos no los conocía anteriormente. Fue Taehyung el día de ayer que empezó a buscar en Google a la familia de su novio por curiosidad.
Pero aún con todo el dinero del mundo nada cambia que para sus ojos el pelinegro era alguien sencillo, un padre soltero que lucho por su hijo, Jimin hubiera hecho cualquier cosa por él y aún lo haría, aunque ahora no sabía si quería volver con Jungkook, las palabras que dijo fueron realmente hirientes.
Aún así no dijera las palabras en voz alta el estaba realmente herido, después de la pelea con Jungkook, Taehyung y Jimin llegaron al departamento del pelirosa y este lloro toda la noche, al día siguiente se despertó tratando de ignorar todo lo que sentía y así había sido todos los días que siguieron después.
El pelinegro lo llamó desesperadamente, no sabía si era por el impacto de la noticia del embarazo o por qué se dio cuenta de todas las palabras que dijo estuvieron mal. No quería verlo y tampoco hablar con él, y algo aún más triste no había visto a su pequeño Jungmin y eso hacía doler más su corazón.
Por otra parte Jungkook estaba en el borde de la locura, no quería ir e interrumpir en el departamento de Jimin, aunque ya lo había intentado pero Taehyung no se lo permitió.
Había hablado con Namjoon y como siempre él lo apoyo y trato de darle consuelo, quería ir y buscar a su padre, quería contarle todo lo sucedido pero no sabía cómo ellos se iban a tomar la noticia del nuevo embarazo y a parte las fotos de la supuesta infidelidad.
—Cariño, tienes que comer.
—No quiero.— hijo un puchero— quiero a papi esta noche.
Su hijo casi lloraba, sus ojos estaban brillantes por las lágrimas que trataba de retener. No quería ver más a su pequeño así, él merecía todo el dolor y la culpa pero su hijo, no.
—Podemos ir con papi— una lagrima de derramó por las mejillas de su hijo.— Por favor.
Jungmin se acercó a él y se acurrucuco en los brazos de su padre, el pequeño sentía que algo malo estaba pasando y había confirmado cuando escucho llorar a su padre pidiendo al teléfono que su papi Jimin contestara.
—Cariño ya hablamos sobre eso, papi esta muy ocupado con su trabajo— dijo el mayor, acariciando el cabello de su pequeño.
Aquello hizo molestar a su hijo, pues él sabía que eso no era verdad.
—No quiero mas mentiras— dijo sorprendiendo a Jungkook— ¿Papi ya no me quiere?
Un poco desconcertado por la pregunta de su hijo, rápidamente habló.
—No, mi amor, Papi Jimin te ama, te ama mucho.
Ahora su pequeño no dejaba de llorar, entre los brazos de Jungkook pedía ver a su papá, quería una familia, quería a sus dos papás. Pues Jungmin habia luchado tanto por ganarse el derecho a que Jimin fuera su papá que no quería perderlo, o al menos eso es lo que pensaba él.
La agonía de Jungkook sólo fue en aumento, tenía que arreglar las cosas con Jimin, no sólo se trataba el hecho de la felicidad de padre e hijo también se trataba del embarazo del pelirosa, quería que su hijo creciera junto a sus dos padres y su hermano.
Sin pensarlo más cargo a su pequeño y se dirigió a fuera de su edificio, ni tan siquiera tomó la molestia de saber que iba a necesitar el día siguiente, su hijo estaba en pijama y él con ropa cómoda, consistía en un chandal gris y una camisa negra.
Sin más salieron del departamento.
📖📖📖
—¿Seguro estarás bien?
—Tae— le lanzó una mirada— deja de preocuparte y disfruta tu noche, estaré bien.
Jimin miraba un poco nervioso a su mejor amigo, pero no sabía si se trataba por él o por qué tendria una cita con el doctor. Le daba gusto ver que su amigo se estaba dando una nueva oportunidad, aunque sabia que Hoseok seguía en su corazón.
Taehyung cada dos segundos pasaba sus manos por su cabello y sostenia una cuchara para utilizarla como espejo.
—Tae hueles muy bien y te vez hermoso.— dice, quitándole la cuchara y llevándola a la cocina.
Regresó a la sala de estar y le dio un abrazo a su mejor amigo, este se despidió prometiendo llegar temprano pero a Jimin no le preocupaba que tanto tardará el castaño o si quisiera regresar a casa, solo quería que su mejor amigo se divirtiera.
Cuando el castaño salió por la puerta él se dirigió de nuevo a la cocina, ahora con el embarazo y sus antojos no había mal hora para comer helado así que con el en las manos camino a la sala de estar de nuevo. Sin siquiera lograr sentarse el timbre sonó y poniendo los ojos en blanco se dispuso abrir.
—Tae te dije que estaría b...
Esto no era lo que esperaba, Jungkook con su pequeño entre sus brazos. Estaban frente a él, con su ropa desalineaba un poco de ojeras y el cabello alborotado. Si bien se notaba que el pelinegro no se había esforzado por arreglarse aun así se veía sexy, sus brazos se marcaban perfectamente por la fuerza utilizada al cargar a Minmin.
Miró al pequeño y este tenía su carita enterrada en el cuello de su padre, ni tan siquiera lo había regalado una mirada y eso se hizo un poco extraño.
—Perdón si estoy aquí ahora, Minmin no ha parado de llorar, quería verte.— dijo con voz cansada.
Jimin no prosteto se hizo a un lado para que Jungkook se adentrara a su departamento, no podía ser cruel, al menos no con su pequeño.
Cuando el pelirosa llegó a la sala su pequeño aún no habia dicho ni una sola palabra y Jungkook efectivamente estaba nervioso lo notaba por la forma en la que jugaba con sus manos.
Jimin se acercó a ellos y fue directamente donde se encontraba Jungmin, tenía su cabeza gacha y un puchero en sus labios, estaba a punto de llorar.
—Hola cariño— hablo dulcemente.
—Hola— contesto el pequeño en un hilo de voz.
—¿Puedes hablar con papi y decirme que sucede?
Bien eso hizo que el pequeño pelinegro se hechara a llorar.
—Papi ya no me quiere.
—¿Por qué dices eso?— preguntó, tomando las manitas de Minmin entre las suyas.
—Porque papi esta enojado con Papá Jungkook y no quiere verme a mi, pero prometo que no he hecho ninguna travesura.
Esto estaba mal, habian arrastrado a su pequeño en su pelea, que se suponía era de adultos. Estaba claro que no quería hablar con Jungkook pero su hijo no tenía la culpa de todo lo malo que sucedía al rededor de ellos.
Jimin formó un puchero igual o más grande el de su pequeño, se quería hechara a llorar igual pero su hijo necesitaba fuerzas.
—Cariño mírame— Jungmin levantó la cabeza con sus ojitos llenos de lágrimas y sus mejillas rojas— Yo no estoy enojado contigo y sabes yo te amo, eres mi pequeño y eso nada lo cambiará. Aunque papá y yo peleemos, siempre, pero siempre voy amarte.
—¿De verdad?— preguntó con ilusión y Jimin asintió— Me lo prometes.
—Te lo prometo.
Jungmin se le abalanzó a sus brazos y Jimin no tardó ni un segundo en responder al abrazo. Amaba a su pequeño y eso no lo cambiaría nada.
Después de unos segundos de mimos y besitos en sus mejillas, Minmin se sentía mejor, pero Jimin estaba un poco incómodo Jungkook no había dicho ni una sola palabra solo se dedicaba a observar al pelirosa cargar a su pequeño.
—Papi tengo mucha hambre.
—¿Quieres que te prepare algo de comer?
—¡Si!
—Creo que yo debería irme— hablo por fin Jungkook.
Jimin asintió pero al parecer su pequeño no opinaba lo mismo.
—Yo quiero cenar con mis dos papás, quiero cenar en familia— pidió con un puchero y sus ojitos de cachorro.
—Jungmin creo que no debería qued...
—Esta bien si te quedas— interrumpió el pelirosa.
—No quiero ser una molestia.
—Solo quedate Jungkook— dijo simplemente para levantarse del sofa, tomar la mano del pequeño y dirigirse a la cocina.
Y así pasó el tiempo, despues de que Jimin terminará de cocinar se dispusieron a comer, los mayores en completo silencio mientras que Jungmin decía lo feliz que estaba por que se encontraban en familia y luego...
—Mark tiene un hermano pequeño— dijo, refiriéndose a su compañero de clases—Yo también quiero uno. Quiero ser un hermano mayor.— después de oír aquello Jungkook casi se ahoga con el arroz.
Jimin lo miró y uso todas sus fuerzas para no soltar una carcajada. No sabía en qué momento se lo dirían al menor pero ahora estaba seguro que lo haría muy feliz.
—Muy pronto cariño— hablo el pelirosa.
Jungkook recobro la postura y se mantuvo concentrado en su comida, después de unos minutos todo terminaron la cena y era hora de que Minmin fuera a la cama.
—¿Supongo que vas a que darte a dormir conmigo?— se dirigió Jimin hacia Jungmin.
—¡Si!
—Puede dormir en el cuarto de invitados— sugirió Jungkook— No quiero que te incomode.
Jimin le lanza una mirada que casi le atravesaba un pulmón, si las miradas mataran...
—¿Papi puedo dormir contigo?
—No tienes que preguntarlo cariño, claro que puedes dormir conmigo.
—Papá, tu puedes quedarte en la otra habitación o si quieres puedes acompañarnos a mi y a papi Jimin.— dijo el pequeño pelinegro inocentemente.
Bien, esto para Jimin era un poco demasiado. Primero quería hablar con Jungkook.
Minmin sabía que sus padres estaban enojados uno con el otro, así que quizá, si dormían los tres juntos a la mañana siguiente todo estaría bien.
—Vamos a la cama— lo cargo entre sus brazos y antes de caminar giro sobre sus talones y miró a Jungkook darse la vuelta con intenciones de irse— Necesito hablar contigo, sabes a lo que me refiero.
Dicho eso desapareció por el pasillo.
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Se imaginan la familia Jeon