── 「❀」 ──
── ¿Seguro es aquí? ── pregunté algo temerosa y soñolienta aún.
Jungkook asintió, volviendo a tocar la puerta con insistencia haciendo un sonido en seco con sus nudillos sobre la madera. La casa era grande y parecía estar totalmente abandonada, y no lo decía por la falta de personas, si no por lo descuidado que se veía el jardín delantero.
El césped estaba demasiado alto, casi nos llegaba a las rodillas cuando pasamos por el camino de piedra, habían hierbas indeseadas a los lados de la casa, y el porche se veía algo polvoriento.
Jungkook volvió a tocar la puerta al ver que no recibía respuesta, haciendo un sonido de eco en el interior. Parecía abandonada sin duda.
Todo se oía sepulcralmente silencioso.
── ¿Seguro está en casa? ── pregunté en un susurro al ver que pasaban los segundos.
Jungkook me miró con la intensión de contestar, pero la puerta de madera por fin había sido abierta, haciendo que me sobresaltara levemente. Tan sólo fue abierta unos centímetros, por lo que no podía ver quién se hallaba tras la puerta.
── Padre... ── susurró Jungkook, haciéndome entender que era el señor Jeon quién estaba tras la puerta, y seguido de eso hizo una pequeña y rápida reverencia en modo de saludo.
── Jungkook... ── oí la voz del señor Jeon, una voz madura ahogada en evidente sorpresa ante la visita de su hijo ── Pasa...
Entonces Jungkook me miró, y tomando mi mano, empujó la puerta para hacerme pasar junto a él.
Sentía mis mejillas arder ante su agarre, pero todos mis pensamientos se dispersaron cuando observé el interior de la casa. Oscuridad, todo estaba oscuro, la única luz parecía provenir del patio. Olía a polvo y humedad, pero no tanto como para llegar ser desagradable, era como el resultado del encierro.
Me sentí mal al pensar en el como viviría el señor Jeon allí, completamente solo.
── Espera aquí ¿Si? Te llamaré ── susurró Jungkook en mi dirección y yo inmediatamente asentí.
Entonces lo vi alejarse hacía donde provenía la única luz de la estancia, dejándome allí entre la descuidada propiedad. Decidí caminar un poco en derredor, observando con detalle lo poco que la luz exterior me dejaba ver.
Un cuadro llamó mi atención sobre una mesa polvorienta, me acerqué tomándolo entre mis manos para después limpiar un poco el polvo con mi mano, dejándome ver a un pequeño niño de tal vez unos tres años, mejillas abultadas y hermosos ojitos grandes.
Inmediatamente supe quién era, y la sonrisa que tenía en mi rostro fue simplemente inevitable.
Era tan hermoso como ahora de grande, sus dientitos delanteros como los de un conejito me hacían morir de ternura, su cabello azabache, sus ojitos inocentes y brillantes.
Suspiré con una sonrisa estúpida en mi rostro.
── Min Ki ── sentí la voz de Jungkook tras de mí y rápidamente volví a colocar la foto en su lugar para voltear a verlo ── ¿Qué estás haciendo?
Ladeó la cabeza mirándome con una ceja enarcada.
Es tan hermoso...
── N-Nada... ¿Tu padre está bien? ── pregunté cambiando de tema.
── Si, le dije que viniste conmigo, quiere verte ── dijo.
── 「❀」 ──
── Padre, es bueno verte bien ── dije cuando lo ví recostado en su vieja y confiable hamaca colgada en el porche de su patio. En efecto se veía bien, aunque tenía más canas que la última vez que lo vi, aún se veía saludable.
Me miró por unos segundos que parecieron eternos y decidí cortar el silencio.
── Perdón por no haber venido antes... El trabajo me a mantenido ocupado ── dije observando su rostro inexpresivo mirarme con indiferencia.
Iba a volver a hablar pero él me interrumpió.
── ¿Trajiste a alguien? ── preguntó frunciendo el ceño.
── Si, una de las razones por la que quise venir a verte...
Lo vi reincorporarse, sentándose en el borde de la hamaca, mirándome con el ceño fruncido.
── Sabes que no me gustan los extraños Jungkook ── dijo severo.
── Lo sé, pero también sabes que no vendría si no fuera importante ── contesté rápidamente con el ceño fruncido, observando como su rostro se suavizaba y por un momento, sólo un momento me pareció ver un brillo de tristeza en sus ojos, haciéndome sentir mal y al igual que él, suavizar mi expresión ── Yo... Bueno, es un tema delicado, padre... Este chico es... Raro y diferente... Y tal vez tú podrías...
── Dile que venga ── me interrumpió, volviendo su vista a su pequeño patio.
Asentí y me dirigí dentro de la oscura casa otra vez. Estaba más descuidada de lo que la recordaba, haciéndome pensar que a mí padre poco le importaba su mantenimiento. No me sorprendía.
Cuando encontré a Min Ki este tenía un tierno color rojo en sus mejillas y me miraba tan fijamente que me sentí expuesto ante él. Pero no le tomé importancia y volví a tomar su pequeña y suave mano entre la mía para llevarlo conmigo hacía el patio donde mi padre aún se hallaba con la vista perdida en el cielo azul, inmenso y despejado.
Solté la mano de Min Ki cuando me di cuenta que nuestros dedos se habían entrelazados, sintiéndo un extraña sensación.
Este chico me hacía cosas raras sin duda...
No hizo falta llamar la atención de mi padre, pues este volvió su mirada hasta nosotros con la misma expresión de desinterés y aburrimiento de siempre.
Oh, pero todo su rostro se transformó cuando pasó su mirada de mí a Min Ki.
El pequeño chico a mi lado que a penas me llegaba a los hombros me miró con confusión cuando la expresión de mi padre cambió a uno de sorpresa examinando con la mirada a Min Ki como si se tratara de la optaba maravilla del mundo.
Sus ojos se abrieron a más no poder, su boca levemente abierta en modo de incredulidad. La expresión de sorpresa en su rostro nos ponía de alguna forma ansiosos y confundidos.
Miraba a Min Ki como si no asimilara que estuviera alli. ¿Lo conocía?
Sus ojos viajaban desde sus pies a su cabeza, como si no pudiera creer lo que veía. Entonces me encontré a mi mismo también observando a Min Ki como si nunca lo hubiese visto.
Miré a mi padre, totalmente confundido, y yo me sorprendí cuando oí un quejido de incredulidad salir de sus labios.
Y antes de poder hacerle alguna pregunta, el se acercó a pasos rápidos y claramente eufóricos hacía Min Ki, quién se tensó levemente ante la emoción de mi padre de verlo más de cerca, tomando mi brazo como si fuera un escudo.
Miré a mi padre con el ceño fruncido. Una sonrisa había aparecido en sus labios en medio de su expresión de sorpresa y ¿Emoción?.
── ¿C-Como es... Es posible? ── preguntó en un susurro con la impresión contenida en su voz.
Parecía eufórico y eso me hacía sentir tan curioso. Era obvio que sabía algo.
── Padre... ¿Qué...
── ¡Jungkook! ¿Dónde la encontraste? ── exclamó eufórico y pronto se arrodilló frente a Min Ki quién parecía atónito ante el raro comportamiento de mi padre ── No tengas miedo linda... Déjame verte...
Aquello último se lo había dicho a Min Ki, mirándolo con una dulzura y cariño que me pareció desconcertante. Min Ki, quién se escondía detrás de mí tomando mi brazo para cubrirse, me miró confundido.
Ver a mi padre así me tomó como un shock. Él jamás sonreía, él jamás mostraba sentimientos así de exagerados... Pero allí estaba, frente a nosotros de rodillas, con una sonrisa que jamás había visto en su rostro y sus ojos brillando de esperanza y felicidad. Hasta me parecía irreconocible, en buena manera.
¿Qué ocurría?
Entonces le asentí a Min Ki, asegurándole que estaría bien. Entonces él pareció tomar confianza y se despegó de mi para acercarse a mi padre.
Observé con atención como mi padre tomaba con una extrema delicadeza las mejillas de Min Ki, y lo observaba más de cerca. Pronto, se levantó mirándome a mí con un brillo indescriptible en sus ojos oscuros.
Miró a Min Ki otra vez.
── ¿Cómo te llamas linda? ── le preguntó mi padre con la misma dulzura de antes.
¿Linda?
Entonces me daba cuenta que todo esté tiempo se a estado dirigiendo a Min Ki de una manera diferente.
── M-Min Ki, señor Jeon, un placer ── susurró él, tan tímido como la primera vez que lo vi.
Mi padre volvió jadear en sorpresa, como si la voz de Min Ki fuera la cura para el cáncer.
Entonces volvió a mirarme.
── Padre, ¿Qué está pasando? ¿Porque actúas tan raro?... ── pregunté con el ceño fruncido.
Mi padre pareció pensativo de repente y luego de lo que parecieron minutos nos miró a ambos.
── Siganme, les mostraré algo ── dijo y comenzó a adentrarse en la casa.
Min Ki y yo le seguimos hacia dentro de la casa, subiendo las escaleras y haciendo crujir la madera bajo nuestros pasos. Miré a Min Ki no entendiendo la reacción de mi padre, Min Ki conectó su mirada conmigo, pareciendo tan confundido al igual que yo.
── Nunca abrí este lugar desde la última vez... ── las palabras de mi padre nos hace voltear a verlo.
Está parado sobre un pequeño banco, buscando a tientas algo en el techo. Fruncí mi ceño, analizando las acciones de mi padre. Estábamos en medio del pasillo de las habitaciones.
¿Acaso la soledad lo había vuelto loco?
Entonces pareció encontrar algo que estaba pegado del techo blanco y jaló de una pequeña cuerda blanca que antes ni se hacía notar. Se bajó del banco jalando más de la cuerda, haciendo un poco más de presión para hacer que una pequeña compuerta en el techo se abriera, sorprendiéndome en sobre manera.
Jamás había notado una puerta allí.
De la pequeña puerta se desplegó una escalera de madera que bajó hasta tocar el suelo. De allí un leve manto de polvo descendió dejando entender que ese lugar jamás había sido abierto hasta ahora, y en efecto, yo jamás había sido testigo de un lugar oculto en el techo de la casa.
Mi padre seguía con una pequeña sonrisa en su rostro. Esta vez mirándonos a ambos.
Juro que jamás lo había visto así, y sentía que algo importante nos iba a revelar cuando comenzó a subir por la pequeña escalera, indicándonos que lo siguiéramos.
Min Ki me miró y yo asentí para luego hacerlo subir primero, dejándome una buena vista de su trasero mientras le seguía.
Ahora no, porfavor ── reprendió mi subconsciente.
Ya arriba el lugar estaba iluminado por la intensa luz del sol que entraba por una pequeña ventana circular en medio de lo que parecía un ático.
Estaba lleno de cajas y objetos viejos y empolvados. Oí un tierno estornudo de parte de Min Ki que me hizo sonreír de lado.
Miré a mi padre sin entender.
── Verás Jungkook, ¿Jamás te preguntaste como se reproducen los humanos? ── preguntó y yo abrí ligeramente mis ojos.
── Por supuesto ── respondí en obviedad, sintiendo una corriente de curiosidad azotarme.
Mi padre miró a Min Ki.
── Es debido a ella, a su género más el nuestro: hace que la reproducción en los humanos sea posible ── dijo haciendo que me confundiera totalmente cuando señaló con la mirada a Min Ki.
¿Ella?
── ¿Ella? ── pregunté.
── Si, ella. Min Ki no es un hombre Jungkook, es una mujer ── dijo con seriedad pero con un tono de apreciación que no pasó desapercibido.
Una... ¿Mujer...?
── 「❀」 ──
UNA MUJERRRRR WEEE~~
Uy, en verdad ya quería llegar a esta parte de la historia, y me imagino que ustedes igual xdxdxd...
¿Qué más le contará el señor Jeon sobre el pasado?
¡Nos leemos preciosuras! 💜