SeokJin podía recordar con exactitud aquellos días en los que vivía junto con su tía y JungKook. Vivían relativamente cerca el uno al otro, y siempre que terminaban las clases, Jin iba directamente a aquella casa a pasar la tarde a lado de su primo. Prácticamente, vivía ahí.
JungKook siempre fue un niño cariñoso y travieso, disfrutaba de jugarle bromas a SeokJin, así como también disfrutaba de jugar junto a él y ayudarle a "cocinar", JungKook solo le pasaba los ingredientes y para el menor eso era lo máximo. En ese entonces, ninguno de los dos se había presentado aún, pero sus familiares sospechaban que serían al presentarse.
Todos tenían el conocimiento del amor y admiración que el castañito le tiene a SeokJin, a donde quiera que los vieran, estaban juntos. Otro recuerdo que no puede olvidar es la manera de actuar de JungKook al estar enfermo. Su sistema inmunológico es muy fuerte, pero cuando se enferma —comúnmente por comer mucho helado o jugar bajo la lluvia— realmente se pone mal, y se chiquea de una manera incontrolable. Posiblemente sea culpa de SeokJin, siempre que Kook enfermaba él lo cuidaba y le cumplía todos sus caprichitos.
—¿Puedes poner alguna película de Marvel? —susurró, su rostro apenas viéndose entre las mantitas que se puso encima. Afortunadamente, la fiebre bajó, pero hacía demasiado frío.
—Mhm, ¿Cuál quieres ver?
—¡Iron Man!
SeokJin asintió a la par que se levantaba del sofá. Agarró el control remoto y buscó en Netflix la película, escuchando de fondo las gotas de lluvia caer e impactando contra la ventana. Ya localizada la película, le puso play y fue a sentarse junto a JungKook, acomodándole las mantas de nuevo pues se estaban resbalando.
El bolsillo del pantalón de SeokJin comenzó a vibrar a causa de su celular, lo sacó del interior y visualizó la pantalla que avisaba de una llamada entrante.
—Kookie, tengo que contestar, es tú mamá. —después de avisar se levantó y caminó a la cocina, contestando la llamada. Minutos más tarde regresó a la sala. —Quiere hablar contigo... —el menor tomó el celular y comenzó a hablar con su madre.
—Adiós, mamá... sí, sí... también te quiero.
SeokJin tomó de nuevo su celular y se acurrucó junto al alfa. JungKook no parpadeaba mientras veía la película, se le veía muy entretenido.
—¡Hyuuuung! ¡SeokJinnie hyuuung! —su mejilla se restregó contra el brazo ajeno, el cual era apresado por los fuertes brazos del alfa. —Quiero leche de plátano.
—Iré a la tienda entonces.
—¡No! —aumentó la fuerza en el agarre del brazo.
—Kook, no tenemos leche de plátano, si quieres voy a tener que ir a comprar. —habló con paciencia, ya experimentado con aquella actitud. JungKook también se ponía muy protector con él y no le gustaba separarse ni un segundo.
—Pero no quiero que te vayas.
Aquellos ojitos redondos y brillosos lo miraron con tristeza, suplicándole que no le dejara solo. SeokJin sonrió de lado y alzó una de sus manos para dirigirla hacia la cabeza contraria y acariciar los cabellos alborotados.
—Será rápido, lo prometo. —el omega le mostró una dulce sonrisa, aquella sonrisa que siempre le daba seguridad.
Poco a poco fue haciendo de su agarre menor fuerte, permitiéndole levantarse y caminar a la puerta. Se colocó sus tenis y su abrigo, guardó en su bolsillo sus llaves y se aseguró de llevar dinero.
—No tardo. No le habrás la puerta a nadie y si sucede algo márcame.
—Hyung, ya no soy un niño.
Jin detuvo sus movimientos y giró para ver al alfa. —Para mí siempre serás mi pequeño primito.
JungKook soltó una risita y le pidió al omega que fuera con cuidado. Soltó el aire de sus pulmones y recargó su cabeza en el respaldar del sillón, poniendo toda su atención a la película.
[...]
Sus cabellos castaños brincaban con cada paso que daba, humedeciéndose por las pequeñas gotas de lluvia que comenzaban a caer en la ciudad. Cubría con sus brazos la cajita decorada que tenía en manos, una de ellas vendada. Al visualizar su destino, sacó la llave que llevaba en su bolsillo y con su mano sana abrió la puerta, entrando y cerrando con velocidad.
—Hola, Nam. ¿Por qué tanta prisa...?
—Dime que SeokJin no se ha ido. —jadeó mientras hablaba, mostrando lo apurado y cansado que estaba.
—...Hoy no vino.
—¿¡Eh!?
—Me llamó en la mañana para decirme que no vendría. —Chan explicó.
NamJoon lloriqueó y posó sus ojos en la caja que llevaba. —¿Te dijo por qué no vino? ¿Él está bien?
—No me dijo, y no estoy seguro. —respondió a cada pregunta, ganándose una mirada preocupada del alfa moreno. —Se escuchaba muy cansado, le pregunte si todo estaba bien pero me dijo que sí.
El moreno suspiró, pensativo de la situación. Chan notó su rostro lleno de preocupación y palmeó su hombro, sacó su celular y comenzó a teclear. Segundos después, el celular de NamJoon sonó. Al prenderlo encontró un mensaje de Chan.
—¿Qué es esto? —cuestionó confundido.
—La dirección de SeokJin. —NamJoon abrió sus ojos, ingenuo a lo que Chan dijo. —Ve a verlo. No sé si esté en su casa pero puedes intentarlo.
Una bonita sonrisa apareció en el rostro de NamJoon, le hacía ver feliz y emocionado.
—¡Gracias, amigo! ¡No se me había ocurrido antes! —abrazó al rubio velozmente y salió corriendo de la casa.
Corrió unas cuantas calles sin rastro de agotamiento, fue como si la pila se le hubiera recargado. Tomó un taxi y le indicó que lo llevara a aquella dirección. Sus manos temblaban un poco por la emoción y la mezcla de nervios, acariciando torpemente con su mano vendada la superficie de la caja.
Afortunadamente, a pesar de la lluvia no había mucho tráfico y pudo llegar rápido a la dirección que Chan le mandó, encontrándose con un gran edificio el cual ya había visitado antes. Se maldijo mentalmente por no haber pensado en visitarlo antes. Pagó lo del taxi y salió, caminando a la entrada del edificio. Subió hasta el piso que Chan mencionó en el mensaje y buscó el número del departamento, sintiéndose nervioso cuando estuvo frente a la puerta.
Comenzó a sentirse inseguro, temía que a SeokJin le incomodara o desagradara su presencia, de todos modos, ellos no eran muy cercanos como para tener la confianza de visitarse de esa manera. Varios minutos después de pensarlo, se decidió a tocar la puerta, tenía que arriesgarse.
Si ponía atención, podía escuchar el sonido de algún video o programa adentro, señal de que sí estaba, pero lo extrañaba que tardara tanto en abrir. Cuando estaba a punto de tocar de nuevo, la puerta comenzó a abrirse y lo que recibió no fue el aroma que tanto amaba, sino uno de un alfa.
Parpadeó aturdido y con un sentimiento de enojo brotando en su interior, enojo estúpido pues no eran nada para estarlo. Se tranquilizó cuando frente a él unos tiernos ojos lo miraron. El chico tenía los cabellos revueltos y una manta colgando de sus hombros. Empezó a dudar si era el departamento correcto.
—Eh... hola. —sonrió mostrando sus hoyuelos.
—...
—¿Aquí vive SeokJin?
—...
NamJoon sonrió incomodo, pensando que el chico frente a él era muy tímido para contestar, pero le resultaba extraño la mirada que estaba recibiendo, lo ponía nervioso.
—¿Vive... aquí? —el contrario asintió. —¿Está adentro?
—No.
—Oh... ¿Crees que tarde en llegar?
—No.
—¿P-puedo pasar a esperarlo? —el alfa mayor se sorprendió de sí mismo por tartamudear, pero realmente sentía que el chico lo mataba con la mirada.
JungKook se hizo a un lado y abrió más la puerta, dejando entrar a NamJoon pero sin quitarle la mirada de encima. NamJoon observó a su alrededor; el lugar no era muy grande pero se sentía acogedor. La decoración se veía muy sencilla pero era bonita.
El menor se sentó en el sofá, la luz de la televisión impactando en su rostro, la diferencia esta vez es que no estaba poniendo atención a la película.
—¿Eres su hermanito? —preguntó NamJoon, colocando a su lado la cajita.
—Soy su primo. —respondió cortante.
—Oh... —frotó sus manos en su pantalón y miró hacia la televisión. —¿Te gustan las películas de Marvel? ¿Qué superhéroe es tu favorito...?
No recibió respuesta, pues la puerta fue abierta abruptamente. —¡Kookie, ya vine! Conseguí la leche- ¿NamJoon? —el omega parpadeó repetitivamente al ver al alfa sentado junto a JungKook.
—H-hola, Jin hyung. —saludó, sintiéndose repentinamente tímido.
—¿Qué haces aquí? —cuestionó, acercándose a él.
—Y-yo... No fuiste hoy a la tutoría y vine a ver si estabas bien. —sonrió y SeokJin le regresó la sonrisa. JungKook gruñó lo suficientemente alto para que Jin lo escuchara.
—Oh... es que mi primo enfermó y me quedé a cuidarlo. Él es JungKook, —presentó. —y Kookie... él es NamJoon un... amigo. —el corazón de NamJoon comenzó a latir, saber que lo consideraba un amigo era algo bueno para él.
—Traje galletas. —tomó con sus manos la caja que dejó a un lado y la extendió a SeokJin.
—Gracias. —recibió la caja, notando la mano vendada del moreno. —¿Qué te pasó en la mano? —dijo con tono preocupado.
—No es nada, me corté cuando preparaba las galletas, soy muy malo en la cocina. —contestó avergonzado.
JungKook se sentía como un mal tercio ahí pero por nada del mundo iba a dejar a su primo solo con ese alfa. Se levantó de su lugar y caminó hacia el omega rubio, abrazándolo con cariño.
—Jinnie hyung, tengo hambre. —pronunció con voz infantil.
SeokJin ya sabía que estaba celoso y por eso actuaba así, por lo que solo sonrió y acarició los cabellos del menor.
—Ten la leche, prepararé algo de comer. ¿Ya comiste, Nam?
—No te molestes, hyung.
—No es molestia. Cocinaré algo rápido, hazle compañía en lo mientras Kookie. —indicó sonriente, dándole una rápida mirada al alfa mayor.
JungKook no se quejó, solo se sentó de nuevo en el sillón, está vez mirando la televisión. NamJoon tragó saliva, sin saber cómo formar una conversación con JungKook.
—Así que tú eres NamJoon. —habló de repente el menor. El mencionado lo miró. —SeokJin hyung me habló de ti.
—¿E-en verdad?
—Sí, me dijo que eras un tonto muy molesto. —volteó para ver al moreno, quien parpadeaba por lo antes dicho.
—¿E-eso creé? —agachó la cabeza y JungKook no pudo evitar sentirse culpable. Realmente no le parecía que NamJoon fuera alguien malo, solo que quería proteger a su primo.
—Estoy jugando. —contestó con una sonrisa ladeada. —¿Te gusta mi hyung? —el moreno tragó saliva. —Tiene novio.
—¿Q-qué? —una risita salió de la boca del menor.
—También es broma.
NamJoon dejó salir un suspiro.
—Verás, el podrá ser mayor que yo pero eso no evita que lo proteja. —cruzó sus piernas y sus brazos, mirando fijamente al NamJoon, quien sudaba nervioso.
—No pretendo hacerle daño. —murmuró seguro, dando un vistazo a la cocina esperando no ser escuchado.
—Eso espero. —entrecerró sus ojos, analizando el rostro del alfa contrario.
En silencio, JungKook puso su atención en la televisión, la película ya estaba avanzada por lo que se quejó bajito. NamJoon miró su perfil, intentando encontrar parecidos con SeokJin, pero el sonido de su celular le interrumpió con su ringstone de la canción de Friends. JungKook lo miró mientras hablaba por teléfono, esperando a que terminara.
—¿Te gusta Friends? —preguntó, mirando como el castaño mayor guardaba su celular.
—Sí, me gusta, aprendí inglés viendo esa serie.
—¿En verdad? ¡Eso es genial! Mi inglés es muy malo. —puchereó y NamJoon sonrió.
—Puedo ayudarte cuando quieras, me dedico a dar tutorías de inglés.
—¿Estudiaste para dar clases? —se acercó al mayor, interesado en él.
—No, mis estudios aún no los acabo. —lamió sus labios y se acomodó de mejor manera en el sillón.
—¿Qué estudias?
—Producción musical, lo estudio por un curso online, es por eso que trabajo dando cursos, mi amigo y yo estudiamos juntos. —explicó, feliz por ver el interés en JungKook.
—¡Hyung, eres genial! ¡Tu amigo también! Sería genial conocerlo.
—Puedo presentártelo algún día. —sus hoyuelos aparecieron junto con su amigable sonrisa.
—Debe ser difícil estudiar y trabajar al mismo tiempo, yo no podría. De solo ver a SeokJin hyung yendo de un lado a otro apurado entre el trabajo y las tareas me da cansancio.
—Se esfuerza mucho ¿No? —giró la cabeza hacia la cocina, apenas pudiendo ver una parte de la silueta del omega.
—Hyung trabaja mucho, siempre lo veo cansado pero nunca se queja. Me siento mal por causarle problemas, le hice faltar a clases y al trabajo. —también miró hacia la cocina, con una expresión entristecida.
—Se ve que te quiere, no creo que le moleste.
—Eso espero, yo lo quiero mucho, pero no le digas que te dije, me gusta molestarlo. —rió junto con NamJoon, el ambiente sintiéndose extrañamente cómodo. —NamJoon hyung, me caes bien. —sonrió tiernamente por primera vez hacia el alfa moreno, permitiéndole apreciar sus bonitos dientes.
—Es mutuo, JungKook. —palmeó su hombro y continuaron hablando de diferentes temas, casi olvidando que SeokJin se encontraba en la cocina. Tan sumidos en la plática se encontraban que no notaron que el omega terminó de cocinar, y que los estaba mirando a unos cuantos metros de distancia.
SeokJin mentiría que no le extrañó aquel cambio tan drástico en la actitud de su primo, primero actuando indiferente hacia NamJoon y ahora siendo amable y conversando animadamente con él. Bastante extraño pero, de alguna manera, le causo un sentimiento de tranquilidad en su interior. Y no se diga de su lobo, estaba tan feliz que su cola no dejaba de menearse de un lado a otro.
Finalmente les habló para comer, siendo la primera vez para NamJoon en probar la comida del rubio omega. Y vaya que se llevó una sorpresa; era tan delicioso que quería llorar de felicidad. Se preguntaba si había algo que SeokJin no hiciera bien.
Y SeokJin sepreguntaba por qué se sentía tan feliz en ese momento.
[🌵]
¡Happy Kookie Day!
No es el especial que esperaba hacer pero es lo que pude y creo que no está mal (?
Quería hacer algo más bonito pero no tuve tiempo sjdhs, además es de acuerdo a la trama xdxd, espero que les haya agradado.
Muchísimas gracias por leer, nos leemos pronto. 💜