—Quita esa cara. —la voz resonó en su cabeza, regresándole a la realidad.
Giró la cabeza hacia el lugar de donde la voz venía y parpadeó, una expresión de confusión en su rostro.
—¿Qué cara? Es mi cara de siempre. —NamJoon respondió, apilando una gran cantidad de hojas sobre su mesa.
—Mi más sentido pésame. —el pálido caminó hacia el moreno, siendo seguido por la mirada molesta del alfa castaño. —Estás muy extraño, traes cara de idiota.
Chasqueando la lengua, NamJoon se levantó de su lugar y caminó hacia la puerta, una decena de hojas en sus manos. YoonGi se apresuró a seguirlo, riendo por la reacción del alfa. —Ya~ solo bromeo. ¿Qué te sucede? —colocó su mano en el hombro derecho contrario para detenerlo. NamJoon volteó enseguida.
Suspiró y jugó con las hojas en sus manos. Después de un momento en silencio que dedicó a acomodar sus ideas, habló.
—Lo pensé bien... Bastante bien y me di cuenta que quiero ir muy en serio con SeokJin. Me gusta mucho y creo que intentarlo es buena idea.
—¿Osea que lo vas a cortejar? —cuestionó con brazos cruzados.
—¡No! Bueno, aún no. ¿No sería muy pronto? Primero quiero que deje de despreciarme.
—Dejarás de actuar como idiota. —NamJoon ladeó la cabeza y frunció su ceño, se sentía ofendido. Pasados unos segundos, suspiró resignado y asintió.
—Sí, dejaré de comportarme como un idiota. —YoonGi sonrió y palmeó su espalda, incitándolo a continuar su camino. —Ahora solo tengo que esperar a que SeokJin llegue para...
—¿Para qué? —los músculos del cuerpo del alfa castaño se tensaron al escuchar aquella voz del otro lado del pasillo. Su rostro se giró, encontrando a SeokJin parado a principios del pasillo, dedicándole una mirada atenta.
—Yo... Y-yo... Hola Jin hyung. —sonrió con nerviosismo. El alfa pálido tuvo que tragarse su risa.
—Hola... —dijo dudoso, sin comprender el extraño comportamiento del moreno. —¿Me ibas a decir algo? Me mencionaste hace un momento.
La sonrisa de NamJoon se congeló, al igual que su cerebro que tardó en reaccionar. Miró de reojo a YoonGi quien seguía parado a su lado sin decir nada, suplicándole con la mirada que lo ayudara, sin embargo, no hizo el intento de echarle una mano.
—Sí... Yo quería... —en un movimiento rápido jaló del brazo al pálido y lo arrastró hasta SeokJin. YoonGi no tuvo tiempo para quejarse. —Quería presentarte a mi mejor amigo. YoonGi, él es SeokJin, hyung él es YoonGi. —forzó una sonrisa.
Muy confundido, SeokJin saludó a YoonGi y recibió un saludo también. —Un gusto, SeokJin. He escuchado mucho de ti. —enfatizó la palabra, poniendo nervioso a NamJoon.
—¿Ah? —el omega abrió sus ojos y parpadeó tres veces, mirando al alfa de hebras castañas.
YoonGi se estaba divirtiendo mucho con la situación, aún más al ver la faceta nerviosa y tímida de NamJoon. Nunca había tenido la oportunidad de verlo así, tenía que aceptar que era gracioso.
—Nam habla mucho de ti, puras cosas buenas. —sonrió amistoso, notando como las mejillas del omega se teñían de rosa.
NamJoon en ese momento quería que la tierra lo tragara vivo y lo escupiera en cualquier parte del mundo, pero muy, muy lejos de Kim SeokJin.
—Oh, b-bueno... —el rubio mordió su labio tímidamente, no esperaba que NamJoon le hablara a alguien sobre él y no sabía cómo debía reaccionar. —...Mi clase ya casi empieza, ¿Chan está en el salón de siempre? —NamJoon no tenía voz para hablar así que solo asintió. —Bien, nos vemos luego. Fue un gusto YoonGi. —con un ademán de mano se despidió de cada uno, alejándose lentamente por el pasillo.
Su lobo, como era costumbre, comenzó a molestarlo. «Nuestro alfa habla bien de nosotros.» El lobito meneaba su cola con entusiasmo, incapaz de controlar la emoción.
SeokJin rodó los ojos y suspiró. —No es nuestro alfa. —murmuró con pesar.
Por otro lado, NamJoon seguía con la mirada clavada por dónde SeokJin se había marcado, escuchando las risas y burlas de YoonGi.
—Así que él es el famoso Kim SeokJin. —alzó sus cejas con burla, riendo por los bufidos del menor. —Creí que exagerabas al decir que es muy hermoso, pero realmente lo es.
—¡Oye!
—Tranquilízate, solo estoy aceptando que es lindo. No es como que me quiera casar con él. —se alzó de hombros y el alfa contrario chasqueó la lengua. —Tú realmente te atontas con su presencia.
—Cállate.
—¿No que ibas a hacer algo al respecto?
NamJoon bajo la mirada a las hojas que seguían en sus manos, ya un poco maltratadas debido a sus manos nerviosas y sudorosas.
—Pensaba invitarlo a salir. —susurró con tristeza, desilusionado por no poder hacerlo.
Tardó mucho tiempo en analizar la situación y decidirse a actuar y acercarse más a SeokJin, al parecer todas esas noches de desvelo y crisis existenciales que le dieron fueron en vano, pues su valentía se esfumó apenas el omega apareció.
—¿Y por qué no lo hiciste?
—Me puse nervioso, y luego tú estabas ahí... —cubrió su rostro con una de sus manos, lloriqueando en silencio.
—Aún puedes hacerlo.
NamJoon quitó las manos de su rostro, apresurado por mirar al pelinegro.
—¿Eh?
YoonGi suspiró y chasqueó la lengua. —El día no se ha acabado y no es como que se vaya a mudar a otro continente. Si no lo invitas hoy, puedes hacerlo mañana, pero no lo atrases más, si vas a actuar, hazlo ya.
NamJoon asintió con decisión en su rostro, dispuesto a no dejar pasar la oportunidad. Decidió esperar a que la clase de SeokJin terminara para poder pedirle una cita, incluso puso una alarma para estar preparado minutos antes de la hora. En lo mientras, resolvió algunos asuntos con la ayuda de YoonGi, ya que estaba tan nervioso que no conseguía hacer las cosas de manera adecuada. La alarma sonó y provocó que casi tirara la computadora frente a YoonGi. El alfa de piel pálida le ayudó a tranquilizarse un poco.
—¿Listo? —YoonGi cuestionó, observando a NamJoon asentir. —Bien, suerte. —palmeó su hombro con delicadeza.
El castaño giró sobre sus talones para salir de la habitación y dirigirse a dónde SeokJin tomaba la tutoría. Sentía que sus piernas temblaban igual que una gelatina en un sismo y que su corazón relampagueaba tormentosamente. Llegó a su destino, parándose frente a la puerta de la habitación. Miró su reloj y vio que faltaban unos cuantos minutos para que SeokJin saliera por la puerta, así que optó por aguardar a su salida. Los minutos pasaron y el rubio omega no salía, cosa que lo puso más nervioso. Momentos más tarde, la puerta se abrió, causando que diera un saltito por la sorpresa. Sonrió mostrando sus hoyuelos, preparado para acercarse a SeokJin, pero su sonrisa se borró al ver qué no se trataba de él.
—¿Nam? ¿Qué sucede? —preguntó Chan al ver el rostro afligido del moreno.
—¿Y SeokJin?
—Se fue hace como media hora, recibió una llamada y tuvo que irse con urgencia.
Moviéndose con habilidad, NamJoon se dejó caer al piso cerrando los ojos con excesiva fuerza, abrazado sus piernas y lloriqueando por lo bajo, se le estaba haciendo costumbre eso de chillar por el rubio omega.
—Todo me sale mal. —murmuró olvidándose de la presencia de Chan, quien lo miraba con rostro plagado de confusión y sorpresa, pues jamás en los años que llevaban como amigos lo vio de esa manera.
—Amigo, ¿Qué sucede? —el alfa castaño dio un brinquito cuando escuchó la voz a su lado, percatándose que Chan se había sentado a su lado.
Suspiró entre cortado segundos después de que giró su mirada al rubio. No tenía problema en platicarle lo que planeaba hacer, Chan ya tenía un poco de conocimiento sobre la situación, solo que, de alguna forma, le avergonzaba decir en voz alta que su estado actual era porque perdió la oportunidad de invitar a salir a SeokJin.
Jamás había tenido sentimientos tan fuertes por alguien. Anteriormente, salió con algunas personas, pero nadie logró hacer que su corazón se agitara de la manera que lo hace SeokJin. Él era alguien que, por el contrario de YoonGi, buscaba el amor y al estar tan cerca del omega de rubios cabellos y olor a goma de mascar y manzana, era lo que sentía, amor. No sabía si era muy pronto para decirlo, pero después de tanto tiempo reflexionando y analizando su sentir, puede decir sin duda alguna que eso es lo que siente por SeokJin.
Recuerda aquel día que lo vio por primera vez, su instinto coqueto salió por naturaleza, pero lo cierto y que no le ha dicho a nadie es que al ver a un omega tan bello frente a él le provocó el más grande nerviosismo que nunca antes sintió. De solo recordar lo estúpido que se comportó le provocan ganas de golpear su cabeza contra la pared, lo único que quería era bromear y verse simpático frente a SeokJin. Desafortunadamente, fue todo lo contrario.
SeokJin es totalmente diferente a cualquier otro omega, y esa diferencia lo hace aún más especial y único. Podría decir que eso es lo que llamó primero su atención, su auténtica manera de ser y su carácter fuerte. Ya que estamos, NamJoon piensa que todo es hermoso en Jin, sin excepción alguna.
—¿NamJoon? —Chan agitó con cuidado el hombro del moreno, al verlo tan perdido en sus pensamientos no sabía si preocuparse o calmarse.
—Quería invitarlo a salir. Estuve todo este tiempo esperando y salió mal, debí haberlo hecho antes.
Chan sonrió de lado y dejó salir el aire de sus pulmones, palmeando amistosamente el hombro de NamJoon. —No te desanimes por no poder hacerlo hoy. Él no dejará de venir, cuando lo veas de nuevo, inténtalo.
—¿Y si dice que no? No le agrado mucho que digamos. —el alfa rubio soltó una risita, atrayendo la mirada de NamJoon. —¿Qué?
—¿Por qué piensas que no le agradas?
—¿Te dijo algo?
—Te voy a contar un secreto. —se acomodó de mejor manera, empujando hacia su dirección el cuerpo del moreno. —Me pregunta sobre ti. —los ojos de NamJoon se agrandaron.
—¿S-sobre mí? ¿Qué cosas? —sus labios formaban una "O", y sus ojos mostraban un enorme interés.
—Tus comidas favoritas, qué cantantes te gustan... Preguntas que podría hacerte a ti, pero supongo que es muy tímido coma para preguntarte a ti.
—¿Tímido? Él no es para nada tímido.
—Eso es lo que tú piensas, si no te acercas más a él no lo sabrás. SeokJin se muestra muy curioso cuando se trata de ti, desconozco la razón pero puedes averiguarlo. —le dedicó una última sonrisa antes de levantarse del suelo y caminar al final del pasillo.
NamJoon se desplomó en el piso cuando lo perdió de vista, y mientras su mirada estaba fija en el techo, la duda del porque SeokJin no le preguntaba esas cosas directamente a él aumentó.
[...]
Abrió la puerta de su hogar con rapidez, agitado por haber subido corriendo las escaleras. Botó por algún lugar de la sala sus pertenencias y se dirigió a la habitación, abriendo la puerta y encontrándose al pequeño alfa tumbado en la cama cubierto de sudor.
—Hola, hyung... —saludó con voz rasposa y cansada, mirando con ojitos brillosos a SeokJin.
El mayor ignoró el saludo y se acercó para colocar el dorso de su mano sobre la frente de JungKook, retirándola con preocupación. —Estás hirviendo, JungKook. ¿Cuánto helado comiste? Te dije que no comieras tanto o podrías enfermar. Ves el frio que está haciendo y no te cuidas, ¿Qué edad tienes? —reprendió, hablando con fluidez.
—No me regañes, Jin hyung. Me siento maaal. —alargó la última vocal con voz infantil, una costumbre que tiene desde niño cada vez que se enferma.
SeokJin rodó los ojos y le obligó a cambiarse de ropa a una menos abrigadora, para así evitar que la temperatura aumente o tarde en bajar. En lo mientras preparó paños de agua y buscó medicamentos para la fiebre.
—No me gustan las medicinaaaas. —JungKook puchereó con ojitos lagrimosos, negándose a tomar la pastilla que SeokJin sostenía.
—Eso debiste haber pensado antes de comerte todo el helado. Si no quieres las pastillas iré por inyecciones, tú elijes.
JungKook se levantó a la velocidad de la luz al escuchar la amenaza y se tomó la pastilla con la misma rapidez. SeokJin sonrió complacido y le ayudó a recostarse de nuevo, acomodando las almohadas para su comodidad. Le colocó los paños húmedos en la frente, retirando con delicadeza sus cabellos. El alfa estaba atento a todas las acciones de su primo.
—Hyuuuung, hyuuung.
—¿Qué sucede, Kook?
—No cambias nada, sigues siendo el mismo hyung preocupón. Recuerdo que cuando me enfermaba te ponías muy loco y me cuidabas hasta que me recuperaba.
SeokJin sonrió y retiró el trapito ya seco para humedecerlo nuevamente en el recipiente con agua tibia. Volvió a colocarlo sobre la frente contraria y acarició los cabellos castaños del menor.
—Y tú sigues siendo el mismo niño pequeño que hace tonterías y no se cuida.
—Hyuuuung. —se quejó, dibujando una sonrisita risueña en su rostro.
—Mañana iremos al doctor y no iras a la escuela.
—Pero estoy bieeeen.
—Tener fiebre no es estar bien, no te vas arriesgar a empeorar, el clima no ayudará en tu condición.
JungKook no dijo más, no tenía caso hacerlo, no haría a SeokJin cambiar de opinión. SeokJin preparó la cama para irse a dormir, se colocó su pijama y ayudó también a JungKook a alistarse. Ya acostados en la cama, el alfa se acostó de lado para mirar a SeokJin, quien ya tenía los ojos cerrados.
—SeokJin hyung. —llamó.
—Mhm.
—¿Me puedes cantar una canción para poder dormir? —el omega abrió los ojos, mirando directamente a los redondos del alfa. —Por favor.
—Sigues siendo un pequeñito. —revolvió los cabellos del menor y comenzó a cantar, pronunciando cada palabra con delicadeza y cariño.
Jeon se removió, cerrando su ojos al encontrarse tan relajado con la dulce voz de SeokJin. Sonrió levemente, acercándose más al cuerpo contrario. Para cuando el mayor terminó de cantar, JungKook ya estaba profundamente dormido, suspirando con tranquilidad. El rubio acarició un par de veces las mejillas del alfa y también se dispuso a dormir.
[🌵]
Holaaaaa jsjsjs
¿Qué tal? Hace AÑOS que no me aparecía xd, perdón por la laaargota tardanza.
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy uwu
Los tkm, gracias por leer 💕