Jimin le había mentido, Jimin le había visto la cara de estúpido, Jimin, su Jimin se había ido de vacaciones con su ex novio y él le había creído hasta la última palabra. Se sentía feliz por que pensaba que el pelirosa había arreglado las cosas con su madre, pero ahora todo era una mentira, una tan dolorosa que solo destruía su corazón a medida que avanzaba en su auto.
No podía evitar que las lágrimas cayeran por sus mejillas, reflejando la decepción en su rostro. En cada semaforo trataba de tomar un respiro y tranquilizarse, recordando que su hijo se encontraba en el departamento de Jimin.
No quería que Jungmin lo viera de esta manera, aunque sabía que para el pequeño iba a ser muy doloroso cuando Jimin ya no estuviera con ellos, y se culpaba por haber abierto su corazón y permitir que entrara en la vida de su hijo. Recordando la cara de felicidad de Jungmin cuando le dijo por primera vez papá a Jimin.
Recordaba la primera vez que hicieron el amor, la primera vez que se dijeron te amo, no, no podía permitirse pensar en todas las cosas falsas que Jimin le hizo creer.
Llegando al edificio, salió a paso apresurado, recordando una y otra vez guardar la calma, todo por su hijo. Entre al ascensor y presionó el botón del piso donde vivía Jimin, trataba de relajar su cara pero sus puños y la forma en que sostenía aquel sobre de color amarillo se lo impedían.
Cuando las puertas se abrieron sabía que no había vuelta atrás, camino por el pasillo, estaba a punto de tocar pero escucho la risa de su pequeño, acompañada de Jimin y de Taehyung, eso hacía más difíciles las cosas pero no podía seguir viviendo en una burbuja y fingir que nada había pasado. Después de unos segundos dio unos golpesitos a la puerta. Jimin fue quien la abrió y de inmediato lo abrazó.
—Mi amor, estas aquí— trato de darle un pequeño beso pero el pelinegro lo detuvo.
Eso sorprendió un poco a Jimin pero pensó que se trataba de que su novio estaba un poco cansado, cuando Jungkook entró al departamento observó a su pequeño y este corrió a sus brazos.
—¡Papá!— exclamó alegre— hemos jugado mucho con el tío Tae.
Otro golpe para Jungkook, Jimin habia arrastrado a su hijo a su mundo y esto sería muy duro para él, no quería que su pequeño sufriera. Giro un poco para encontrarse con él castaño con una sonrisa.
—Tae, puedes llevarte a mí hijo. Mi auto está frente al edificio, podrias llevarlo ahí mientras yo llego, por favor— pidio casi en un hilo de voz.
Taehyung no entendía nada de lo que estaba pasando, pero ver a Jungkook tan decidido solo lo hizo obedecer.
—Trae tus cosas hijo, todas.
—¿Papá, iremos a casa?
—Si cariño.
—Esta bien— sonrió pero él sentía que algo malo pasaba.
Jimin veía todo aún sin entender el comportamiento de Jungkook, era un poco extraño por que pensó que habían quedado en quedarse en su departamento.
—Pensé que pasarían la noche aquí.
El pelinegro lo ignoro y cuando vio que su hijo se acercaba suaviso su expresión para no ser evidente frente a Jungmin, Minmin abrazo a Jimin y le beso varias veces la mejilla, cosa que hizo reír al pelirosa.
—Te espero en el auto papi— le dijo el pequeño a Jimin.
Él ya no estaba seguro que iría con ellos, pero de igual manera asintió despidiéndose de Jungmin, Taehyung lo tomó de la mano y le dio una mirada de "suerte" a Jimin porque al parecer su amigo tampoco sabía lo que ocurría.
Cuando su hijo salió por la puerta, Jungkook dio un largo suspiro, la furia y la decepción volvieron a él, antes de hablar le entregó el sobre a Jimin, quien lo tomó sin aber como actuar. Poco a poco fue viendo las fotos y con los ojos abiertos miro a Jungkook quien estaba llorando, no sabía que decir, todo esto parecía una mentira.
—P-puedo explicar esto.— dijo Jimin de manera apresurada.
Trató de acercarse a Jungkook quien retrocedió por inersia, no quería estar cerca de él.
—¿Qué vas a explicar? ¿Qué fue un error?¿Qué no pensaba en lo que hacías?
—Jungkook, las cosas no son como la estás imaginando.
—Según tu, ¿como las estoy imaginando?
—Yo iba a explicártelo, no pasó nada entre nosotros.
—¡No mientas!— grito con evidente enojo— te fuiste con él a Jeju, mentiste Jimin, me mentiste.
—Las cosas no sucedieron así.— dijo Jimin empezando a llorar.— tienes que creerme.
—No puedo, las fotos están ahí— se llevo las manos a su cabello— confíe en ti Jimin, deje que entraras a mi vida, ¡a la vida de mi hijo!
Después de decir aquello no pudo gritar de dolor, y soltar todas las lágrimas, Jimin lloraba por igual, se acercó a él y lo tomó de las mejillas para que lo mirara.
—Tienes que confiar en mí— trataba de limpiar las lágrimas de Jungkook— por favor, yo te amo, amo a nuestro hijo.
Jungkook endureció su mirada y tomó las manos de Jimin para apartarlas de su rostro.
—No es tu hijo, Jimin— dicho aquello se dirigió a la puerta.— es mío— dijo dándole la espalda al pelirosa.
—¡Jungkook!— el pelinegro lo ignoro y abrió la puerta para salir— ¡Jungkook!
Él siguió hasta el ascensor y los gritos de Jimin llamándolo desesperadamente se escuchaban por todo el pasillo, el pelirosa llegó y detuvo las puertas del elevador para abrazarlo.
—No te vayas, no me dejes.— suplico en llanto— hay algo que tengo que decirte, nosotros, yo...
—Jimin por favor, detente.— lo apartó de él y las puertas del ascensor se cerraron para dejar a el pelirosa en llanto.
En cuanto la imagen de Jimin ya no podía verse, se sostuvo de las paredes respirando pesadamente, no quería que su hijo lo viera así, tenía que ser fuerte por él. Siempre por él. Llegó hasta su auto y agradeció a Taehyung por cuidar de su pequeño.
—Papá, y ¿papi Jimin no viene?
—No cariño— hablo entrando al auto— No se siente bien y tienen mucho trabajo mañana.
—¿Papi se siente enfermo?— interrogó Jungmin— tenemos que ir con él de nuevo. Papi no le gusta estar solo cuando se enferma.
El pelinegro le lanzó una mirada con obvia sorpresa, no entendía por qué su hijo sabía esas cosas pero no podía decirle la verdad a su pequeño.
—Tenemos que ir con él, papá— dijo con un poco de desespero— papi estuvo vomitando hoy mientras comíamos sus galletas. Tengo que cuidar a papi.
Minmin quizo salir del auto pero Jungkook lo detuvo, quizá Jimin si estaba enfermo, no podía evitar preocuparse pero primero era el bienestar de su hijo.
—Taehyung lo cuidara, él necesita estar a solas, por eso iremos a casa nosotros.
—¿Prometes que mañana podré cuidar a papi?
¿Qué se hace en estos caso? ¿Qué podía hacer él? Quería ser fuerte, pero su hijo se lo estaba haciendo difícil, se le era casi imposible contener las lágrimas.
—Lo prometo cariño, ahora solo vayamos a casa. Tu y yo, siempre, tu y yo.— susurro lo último.
El pequeño asintió con una sonrisa, por que sabía que su padre nunca rompía las promesas. Así que Jungkook después de que su hijo se quedara más tranquilo puso su vehículo en marcha y se dirigieron a su vivienda.
📖📖📖
Cuando Taehyung llegó de nuevo al departamento de Jimin lo encontró en el sofá, llorando descontroladamente. No sabía que pasaba pero su corazón dolía ver a su mejor amigo así.
—Jimin ¿que sucede?— se acercó a él.
—Lo perdí Tae— dijo entren sollozos— Lo perdí por estúpido.
—¿De qué estas hablando?— de verdad que el castaño no entendía nada—¿Discutieron?
Jimin le entregó el sobre con las fotos dentro y Taehyung se llevó una sorpresa, se imaginaba todo menos esto.
—¿Jimin, que hiciste?
—Fue una trampa Tae y caí como tonto.
—¿Una trampa, de quien?
—Mi madre y Mi Kwan.
Se sorprendió un poco, pues la noticia de que Jimin se había ido a Jeju con Kwan y no con su mamá como el pelirosa le había dicho lo decepcionaba un poco.
—¿Por qué no me dijiste que fuiste a Jeju con él? ¿Ya no confías en mi?
—Confío en ti con mi vida Tae, y no fui con él, cuando llegamos él se encontraba ahí y supe que fue obra de mi madre, lo tenían todo planeado, Kwan prometió que se alejaría y luego me beso, yo le creí y pensé que todo se acabaria ahí.
—¿En serio le creíste? Jimin, después de todo lo que te hizo ¿le creíste tan fácilmente? Realmente eres un tonto.
—No pensé que esto fuera a suceder.— sollozo más fuerte— No quiero perder a Jungkook.
Taehyung de verdad entendía a su amigo, pero también entendía al pelinegro. A él lo traicionaron y sabía lo que se sentía, así que podía entender cómo Jungkook la estaba pasando.
—¿Le dijiste lo del embarazo?
—Lo intente, pero no pude.
—Tienes que hacerlo.
—Lo sé— finalizó Jimin para ser abrazado por su mejor amigo.
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Felicidades ARMY por los 100M en Dynamite